La Niñera De Niños Del Ceo

Mesmo después de la ducha todavía siento mi cuerpo caliente, y avergonzada por haber cedido fácilmente, pero no arrepentida, no puedo arrepentirme de una elección ya tomada.

Me visto y voy a despertar a los niños, noto que Lincoln una vez más dejó a los niños durmiendo juntos.

Júlia — ¡Buenos díaaaaaaa! — digo acercándome rápidamente a la cama, ellos abren los ojitos azules como los de Lincoln.

Liana — Mamá — mi princesa más despierta que el hermano se arroja en mis brazos.

Liam — Mamá Júlia — mi niño también hace lo mismo que la hermana.

Júlia — Buenos días, mis bonitos — los lleno de besos.

Lincoln — Ustedes no hicieron éste desastre conmigo anoche — dice mi jefe, no sé realmente qué somos, no sé qué nombre darle a lo que estamos comenzando, tal vez sea mejor no nombrarlo.

Liana — Papá, mamá Júlia regresó — la princesa de la casa dice saliendo de mis brazos y arrojándose en los brazos del padre.

Lincoln — Sí, mi princesa, mamá Júlia regresó — me mira y me guiña el ojo, es la primera vez que me dice mamá cuando se refiere a mí, como si estuviera de acuerdo con los niños en que soy su madre, casi estoy segura de que quizás no necesite mucho esfuerzo para conquistar mi corazón ingenuo.

Júlia — Basta de demoras, hoy vamos a la escuela — intento enfocar mi atención en otra cosa.

Liana — ¡Yo quiero ir a la escuela! — la princesa de la casa celebra animada.

Liam — No quiero ir, la escuela es muy aburrida — dice enojado cruzando los brazos aún sentado en mi regazo.

Lincoln — También lo creo, hijo — no puedo creer en esto, lo reprendo.

Júlia — Ah, está bien, quien no asiste a la escuela no recibe besos — digo encogiéndome de hombros — y tampoco se vuelve inteligente y atractivo.

Lincoln — Yo asistí a la escuela, por eso papá es inteligente y guapo — el engreído dice mirándome, no lo niego, no me gustan las mentiras, él es incluso más que hermoso.

Liana — ¿Yo también voy a ser hermosa, mamá? Y seré la princesa más hermosa del reino de papá — dice toda convencida, tiene de quién salir después de todo.

Lincoln — Sí, mi gran hija, y nuestro reino necesita una reina y un príncipe, ¿no es así?

Liana — Sí, mamá Júlia es nuestra reina y Liam será nuestro príncipe, ¿verdad papá?

Liam — Está bien, iré a la escuela — murmura, Lincoln me ayuda en el baño de los niños, vigilándolos para que no ocurra ningún accidente, luego los arreglamos y vamos a desayunar preparado por Jane.

Lincoln — Fred, iré con ustedes a llevar a los niños a la escuela, luego me llevas a la empresa y vuelves a casa para dejar a Júlia — le dice al chofer una vez que entramos en el coche, Lincoln va adelante con el señor Fred.

Yo voy detrás con los niños, jugando e incentivándolos a estudiar y concentrarse para ser increíbles en lo que se dediquen a hacer en el futuro.

Cuando llegamos a la escuela, bajamos del coche para despedirnos de los niños y llevarlos hasta la entrada de la escuela.

Liam — ¿Podré tener helado después de la cena, mamá? — pide y no niego, solo intentaré ofrecer algo más cuando llegue la hora.

Lincoln — Comportaos, papá los ama — Lincoln besa a los niños, yo hago lo mismo, la maestra los recoge cuando nos damos la vuelta para ir al coche nos enfrentamos al director Scott Hale.

Scott — Buenos días, señorita Mendes — dice sonriente para mí y en ese momento siento la mano de Lincoln en mi cintura.

Júlia — Buenos días, señor Hale — digo sonriendo al director de la escuela de los niños.

Lincoln — Haré como si no ignoraras mi presencia, Scott — dice apretando mi cintura y acercándome más a él. El señor Hale ve la mano posesiva de Lincoln en mi cintura y sonríe.

Scott — ¿Cómo está Cindy? — pregunta, dejándome incómoda porque ha insinuado que probablemente mi jefe está engañando a su ex y yo no soy más que una simple amante.

Lincoln — De los dos, deberías saberlo, ya que eres tú quien está con ella a veces y no yo, que soy el ex marido desde hace mucho tiempo — dice enfadado por la insinuación de Scott — Vamos, amor.

Ele pone fin a la conversación, toma mi mano y nos lleva al coche. Solo puedo pensar en el chisme de que la ex esposa de Lincoln tiene una aventura con el director de la escuela. Pero ¿quién soy yo para juzgar si yo también estoy teniendo una aventura con mi jefe? Revuelvo los ojos para mí misma.

Lincoln - Lo siento, María Julia - dice acariciando mi mano con su pulgar.

Julia - No tienes que disculparte, Lincoln - le digo ofreciéndole una sonrisa, se acerca a mí y me da un besito, me alejo y miro al señor Fred - Lincoln.

Lincoln - Lo siento, amor - dice besándome de nuevo, muerdo mis labios para contener una sonrisa tonta. Esto es porque quiero mantenerlo en secreto, imagina si no lo quisiera. - ¿Quieres subir y quedarte conmigo en mi oficina un rato?

Me pregunta y trato de no comenzar a crear problemas sobre él y Soraya en la empresa, después de todo ya sabía que trabajaban juntos y estaban juntos, así que no puedo actuar como una loca celosa ahora, solo tengo que confiar de ahora en adelante.

Julia - No, voy a ayudar a cuidar de las cosas de los niños, no te preocupes - le digo sonriendo para tranquilizarlo.

Lincoln - No quiero que pases el día creando cosas en tu cabeza, no voy a traicionar la confianza que estás depositando en nosotros dos - dice acariciando mi rostro - Sé que esa m4rd4 que hice pesará cuando tengas que confiar en mí de verdad.

Julia - No pensemos en eso ahora, Lincoln, confío en ti, vamos a centrarnos solo en el presente, en el ahora - digo y recibo un beso.

Lincoln - Vas a dormir en mi habitación esta noche - dice en voz baja en mi oído, haciéndome erizar los vellos de mi cuerpo.

Julia - Voy a dormir en mi habitación y tú en la tuya, señor Lincoln, ¿por qué tanta prisa? Tenemos tiempo. - Tal vez no sea solo él quien lo desee, pero él no necesita saberlo.

Lincoln - No puedo esperar a meter mi p4u dentro de ti hasta el fondo - dice aún en mi oído, muerdo mis labios para no gemir con los mordiscos que me da y luego me acuerdo del señor Fred.

Julia - Misericordia, Lincoln, ve a rezar - trato de recomponerme, mi jefe no puede aguantar las ganas de reír.

Lincoln - Ay, ay, María Julia - dice apretando mi muslo y comienza a conversar con el señor Fred sobre el partido de baloncesto del fin de semana, mientras tanto yo solo me pierdo en mis pensamientos.

De la noche a la mañana cambié de opinión, más rápido que cambiarme de ropa interior. Miro a Lincoln, fijándome en la sincera sonrisa que le da al señor Fred sin que el conductor lo vea, la forma en que acaricia mi pierna sin darse cuenta, ¿cómo es posible que en pocas semanas podamos llegar a gustar tanto de alguien? ¿Cómo puede cambiar nuestra vida de repente en un abrir y cerrar de ojos?

Hace unas semanas tenía miedo porque tenía poco dinero en la cuenta y aún no había conseguido otro trabajo, dependiendo de la visa de estudiante si no estaba estudiando, eso iba a cambiar, la semana que viene comenzarían mis clases en línea. Sonrío con ese pensamiento, finalmente voy a estudiar en la universidad.

Pensar que mi madre conoció a mi padre dos meses antes de comenzar la universidad me da escalofríos, sí, ella decía que no sabía quién era, pero una vez, después de que uno de sus clientes la dejara destrozada en el sofá, fui hasta ella que se quejaba porque él no había vuelto a buscar al menos el feto, así era como cariñosamente me llamaba a veces, ella decía que él era extranjero y rico, lo conoció en un club de lujo al que fue con una amiga del colegio que la abandonó después de enterarse de que mi madre estaba embarazada.

Lincoln - Amor, ¿estás bien? - lo escucho llamándome y me doy cuenta de que divagué durante todo el resto del camino, miro hacia adelante y el señor Fred ha salido del coche y estamos solos. - Te llamé pero parecías perdida en tus pensamientos.

Julia - Perdón, estaba pensando en la universidad - le digo, él me mira intentando encontrar una señal de que estoy mintiendo, pero no encuentra nada y suspira.

Lincoln - ¿Estás segura de que no quieres hacerlo de forma presencial? - me preguntó esta mañana durante el desayuno cuando le conté mis planes.

Julia - Estoy segura, lindo - le digo sonriendo, él sonríe aún más.

Lincoln - Tenerme llamar "guapo" es algo que debería haber grabado - me hace reír mientras avanza hacia mi boca para darme un beso más tranquilo que el que me dio cuando llegué - No puedo esperar a volver a casa.

Júlia - Eres un tonto - digo con los ojos cerrados deseando más besos.

Lincoln - Tú fuiste quien me convirtió en un tonto estúpido.

Júlia - Secretario de Lucifer - digo y él aprieta con fuerza mi muslo donde descansaba su mano.

Lincoln - Insolente y deliciosa - dice mientras me lleva a su regazo, siento de inmediato su erección contra mi intimidad - Cuando te agarre, te castigaré por tanta rebeldía, María Julia.

Júlia - Dependiendo de tu instrumento de tortura, me gustará - digo provocando que él gruña y tome mi boca con fuerza. No sé qué me pasó por decir eso, pero me gustó el resultado.

Lincoln - Vas a volverme loco un día de estos, María Julia - dice mordiendo mi hombro.

Júlia - Bueno, no me hagas esperar, necesito mi salario - hablo haciendo que él me dé una palmada en el trasero.

Lincoln - Lamentablemente, tengo que ir a trabajar, amor - dice después de mirar el reloj.

Júlia - Está bien, guapo, nos vemos más tarde - me besa una vez más y me levanto de su regazo, noto su enorme erección en sus pantalones y sonrío.

Lincoln - Eres malvada, amor - vuelve y me besa de nuevo, luego se aleja mientras su amigo Fred entra enseguida, por más que lo intento, no puedo quitar la sonrisa de mi rostro.

Fred - Estoy feliz por ustedes, chicos - dice avergonzándome - Desde que llegaste, Sr. Evans ha cambiado, has hecho bien a todos en esa casa, incluso a mí y a Jane.

Me alegra su comentario porque nunca antes había tenido a alguien que se preocupara por mí, y desde que llegué aquí a Nueva York ya encontré a Alisson, quien se ha convertido en una hermana para mí, y ahora tanto los niños como Lincoln, Fred y Jane, solo tengo que agradecerles, tengo miedo de que todas estas pequeñas grandes conquistas sean solo un sueño, si lo son, ya no quiero despertar.

Júlia - Muchas gracias, Sr. Fred, sé lo importantes que usted y Jane se están volviendo para mí - digo y él asiente, finalmente nos lleva a la mansión, el lugar que poco a poco se está convirtiendo en mi hogar.