Me Enamore De La Hermana Equivocada.

Emma deja todo lo que esta haciendo y se dirige a las caballerizas para encontrarse con Aquiles, quien ansioso la espera allí.

-señora Emma! - Emma se sorprende al verlo tan contento, con una sonrisa inmensa en el rostro.

-Aquiles aquí estoy... Dime que es lo tan urgente que tenías que mostrarme.

-venga aquí señora - Aquiles la lleva enfrente de la caballeriza de gitana, allí la yegua se pone contenta al verla, relinchando.

-hola mi pequeña... Pronto estaremos en casa - le dice Emma a gitana, quien se acerca a acariciarla- pero no entiendo Aquiles qué sucede?

-mire para allá arriba señora Emma - dice Aquiles señalándole en una esquina, prácticamente escondida, una cámara de vigilancia.

-Aquiles, no puedo creer, qué hace eso allí?-pregunta Emma sorprendida.

-el señor andreas mando a ponerla cuando usted tuvo el accidente y para proteger a gitana de otro ataque, pero lo había olvidado señora, le pido mil disculpas.

-Aquiles, me has salvado la vida, amigo, así no habrá manera de que Andreas no crea en nosotros.

-debemos ir a hablar con él, señora Emma, el señor debe tener las grabaciones.

-hablaré con el Aquiles, gracias de verdad amigo , al menos me iré pero con la tranquilidad de que Sara se irá de aquí y dejara de robar en la finca de mi esposo.

Emma no puede creer lo que Aquiles acaba de descubrir, ahora solo queda que Andreas no sea tan terco y pueda ver las grabaciones de la cámara.

Cuando llega a la oficina de su esposo, ve que esta la puerta sin llave, pero él no esta en su interior, seguro se fue a la ciudad muy temprano.

Emma no lo piensa demasiado y se sienta en el escritorio de Andreas. Allí está su notebook sobre el mismo. Mientras la computadora se enciende, Emma le envía un mensaje a Aquiles para que venga hacia donde esta ella.

Una vez que el muchacho está en el interior de la oficina, a su lado, se ponen a investigar la computadora de andreas, por suerte su esposo no le había puesto contraseña a la máquina. Así de confiado es... Por eso le están robando hace años... Pero gracias a Aquiles, a la cámara y por supuesto a Dios, todo esto se va a terminar por fin y Andreas tendrá que creer de una vez.

-Aquiles, dime que recuerdas el día que fue la conversación de Sara con Chris - le dice Emma al muchacho al encontrar la carpeta de las grabaciones, separado día por día.

-ay señora Emma... Déjeme pensarlo, no me acuerdo exactamente el día, si sé que fue hace dos semanas.

-a ver... Tendré que buscar día por día, te acuerdas si fue por la mañana o por la tarde?-le pregunta Emma para ir acortando la búsqueda.

-si señora, fue por la mañana.

-perfecto Aquiles... Buscaré día por día por la mañana.

Les llevo más de una hora, pero finalmente Emma encontró la grabación de ese día, no puede creer lo que esta escuchando, Sara realmente la odia y deseaba verla muerta. Emma no puede evitar que las lágrimas rueden por sus mejillas... Estuvo tan cerca de la muerte y su presunta asesina esta bajo su mismo techo, gracias a Dios que no volvió a intentarlo, pero al menos con esto, Andreas no tendrá dudas y podrá echarlos a los dos de la finca... Solo piensa en el dolor de la abuela Sofía, entre su despedida y la desilusión que va a sufrir por parte de sus nietos, va a ser muy duro para ella.

-señora Emma, no llore por favor - dice Aquiles muy compungido por su señora.

-no te preocupes Aquiles, al menos sé que esto llegó a su fin.

En ese momento la puerta de la oficina se abre y se encuentran con la mirada confundida de Andreas... Pero en menos de un segundo su mirada de confusión pasa a ser de mucha furia

-que diablos estás haciendo Emma? Quien te dio permiso para tocar mis cosas? - Andreas esta furioso, ya no puede creer el descaro de Emma.

-estoy haciendo lo que tu deberías haber hecho... Pero aquí tienes, la prueba del delito.

-no necesito ver nada Emma, solamente quiero que se vayan de mi oficina, te dije que no sigas metiendo a Aquiles en todo esto... Sabes que puedes poner en riesgo su trabajo y no te importa.

-no señor antonopulos, la señora Emma no me pidió nada, soy yo el que esta intentando ayudarla, porque no puedo creer que usted no crea en ella.

-quiero que se vayan los dos de aquí...  Aquiles pensaré muy bien lo que haré contigo, me has decepcionado mucho, ya no puedo confiar en ti.

-haga lo que tenga que hacer señor antonopulos, únicamente le pido que vea esa grabación, así podrá abrir los ojos de una vez.

-adiós Andreas... Espero que puedas con esto - ella sale de allí, dejando a su esposo pensativo, sin saber que hacer.

Emma va hacia su habitación, toma sus valijas y le pide a Aquiles qué la lleve a la ciudad. No quiere despedirse de nadie porque sabe que seguirá llorando y no puede seguir mostrando debilidad, lo mejor es irse así... Sin qué nadie lo sepa. Pero en el camino a la puerta de salida se encuentra con Sara, quien, con una sonrisa de oreja a oreja comienza a tratarla mal.

-con que por fin te vas querida Emma, puedo decir que he ganado esta batalla - Emma se queda tranquila, sabe que tampoco le queda mucho tiempo, en la casa, a esa estúpida.

-no cantes victoria antes de tiempo Sara... - sin más que decir Emma sale por la puerta, subiéndose al auto.

Después de varios minutos de pensarlo, finalmente, Andreas decide ver el video y no puede creer lo que esta escuchando. Confiaba en Sara, era la hermana que nunca había tenido, su compañera de juegos, siempre la había protegido de su padre y su hermano, pero termino siendo de la misma calaña qué ellos.

Jamás en su vida se había sentido tan decepcionado de alguien, debe hablar urgente con Emma, pedirle perdón, no puede creer haber sido tan estúpido y desconfiar de ella, no debe permitir que su esposa se vaya de la casa, la ama con locura, solo espera que ella pueda perdonarlo.

Andreas busca a Emma por toda la casa, pero no puede encontrarla. De verdad tuvo el valor de irse? De abandonarlo? Andreas se arroja al suelo de rodillas y comienza a llorar como un niño, no puede creer haber perdido a Emma, el amor de su vida. En un momento siente que unos brazos muy reconfortantes lo abrazan, reconoce muy bien esos brazos, qué lo habían acunado noches enteras, cuando era niño, y extrañaba a su difunta madre.

-abuela... La perdí para siempre... Soy el hombre más estúpido de este mundo, no puedo creer haberme dejado engañar de esa forma.

-mi niño ya no llores... Aquí estoy para ti.

-tenías razón abuela... Emma no era una mentirosa, pero fui un idiota al no creer en ella, no va a perdonármelo jamás, yo tampoco podre hacerlo.

-dime que ha sucedido Andreas, así podre entender que paso entre ustedes.

-abuela... - Andreas titubea en contarle, todo esto puede hacerle mal, el corazón de su abuela esta muy delicado, demasiado esta sufriendo por la ida de Emma.

-Andreas qué sucede? Porque estás así? - dice Sara qué se acerca a él e intenta consolarlo, pero se sorprende al encontrarse con la mirada más fría y dura qué ha visto en su vida, nunca había visto a Andreas tan enojado.

-Sara... Empaca tus cosas, quiero que Chris y tu se vayan de esta casa y no quiero verlos nunca más en mi vida-su prima comienza a llorar, sin entender lo que esta pasando.

-porque me tratas así Andreas? Que te he hecho? - Sara no entiende nada, al menos que...

-hijo porque quieres que Sara se vaya de la casa? - pregunta Sofía confundida, Andreas quiere mucho a Sara.

-abuela no debería decirte esto, pero no tengo alternativa, necesito que estas dos personas se vayan de esta casa, espero que puedas entenderlo y que tu corazón lo soporte.

-pero dime que sucede Andreas - Sofía esta desesperada por saber.

-yo también quiero saber que sucede Andreas, nunca me has tratado así, no te he hecho nada - dice Sara secándose las lágrimas qué caen de sus ojos.

-me has decepcionado tanto Sara, de tu hermano puedo esperar cualquier cosa, pero de ti... Siempre te quise como una hermana... Te di todo mi cariño, nunca te falto nada en esta casa... Porque Sara, porque? - dice Andreas desencajado.

-no entiendo Andreas - Sara sigue llorando.

-hace más de cinco años tu hermano y tu están robándome de las cuentas de la finca, porque Sara, siempre confíe en ti... - Andreas quisiera tener una explicación, pero sabe que no la tendrá.

-no sé dé que estás hablando Andreas, te juro que yo jamás tocaría tus cuentas, si como bien lo has dicho, nunca me has dejado faltar nada.

-no solo eso... Estuviste a punto de convertirte en una asesina, intentaste matar a Emma, Sara, y hubiese podido perdonarte el robo, pero hacerle daño a Emma y a gitana nunca te lo perdonaré Sara.

-de verdad piensas que puedo ser una asesina. ¿Quien te dijo esas tonterías Andreas? El que me decepciona eres tu, por creer semejantes mentiras.

-Sara... Ven aquí - Andreas la toma del brazo con fuerza y la lleva hasta su oficina, por supuesto seguidos por la abuela Sofía. Quien no puede creer todo lo que esta escuchando.

-Andreas me estás haciendo daño... - cuando llegan a la oficina, los tres se paran adelante de la computadora y Andreas le pone Play a la grabación.

Ninguna de las dos puede creer lo que están escuchando, Sofía no soporta más tanta angustia y comienza a llorar, sentándose en el sofá más cercano.

-mira lo que has ocasionado Sara... Esa mujer te dio su vida... Te crío con todo el amor que tiene adentro, te rescato de la violencia de tu padre, y así le pagas...

-Andreas... - Sara no sabe que decir, no puede parar de llorar.

-quiero que te vayas de esta casa Sara, agradece que, por el Cariño que te tengo, no te denunciaré, pero no quiero volver a verte nunca más, me entiendes?

-Andreas lo siento... De verdad lo siento, estaba cegada por el amor que te tengo, me había dado cuenta que amabas a Emma y no podía permitirlo, quería que ella se vaya de esta casa, nunca mi intención fue matarla, solo asustarla para que se vuelva a su país. - Sara intenta explicarse, pero para Andreas es inútil, sus ojos solamente destilan Odio.

-Sara empaca tus cosas y lárguense de aquí...

-Andreas... - Sofía no puede seguir escuchando la conversación entre sus nietos, el dolor es demasiado fuerte, la abuela se lleva la mano a su pecho y pierde el sentido.

-abuela! - Andreas corre desesperado hacia donde esta Sofía, toma su pulso y esta muy bajo, así que rápidamente llama a su médico de confianza y enseguida es atendida.

Andreas acompaña a su abuela a la ciudad. Ella es internada en terapia intensiva al sufrir un infarto por semejante disgusto. Su nieto en un día y medio no se ha separado de su lado, por eso cuando la anciana abre los ojos, ve a su muchacho al lado de la cama, tomándola de la mano, como resistiéndose a dejarla ir.

-Andreas... - dice Sofía con las pocas fuerzas qué tiene.

-abuela! - Andreas se pone muy contento al ver a su abuelita despierta - pensé que te perdía a ti también abuela.

-todavía... Tengo... Para rato mi niño. - Sofía toma la mano de su nieto - no puedo… Irme hasta no verte... Feliz

-no digas eso abuela, yo estoy aquí contigo, no dejaré que te pase nada, voy a cuidarte lo que sea necesario.

-Andreas... Quiero que me hagas... Un favor - le pide Sofía.

-dime abuela, haré cualquier cosa que me pidas.

-cualquier cosa... mi amor?

-cualquier cosa abuela... Lo que quieras.

-entonces quiero que viajes a Argentina y traigas a Emma aquí devuelta.