La Bruja Y El Lobo

Alessandro comenzaba a desesperarse al no encontrar a Lune, pero no cree que haya sido devorada, solo debe haberse perdido, aunque ahora, es él quien lucha con las arpías, hasta que escucha el sonido de pasos veloces, al derribar una arpía, va en dirección hacia el sonido y he a Lune venir hacía él corriendo, hasta que llega.

— que bien, ahora salgamos de aquí.—

Lune se acerca para subir al lomo del licantropo, quien no entendía del todo que pasaba, hasta que se escuchan las explosiones, así que Alessandro se apresura a correr al escuchar todo, corre con Lune sobre su lomo, mientras tras ellos van varias arpías, pero el fuego y la potencia de la explosión las va golpeando, así que Alessandro corre a más velocidad, logrando salir de la cueva justo cuando ocurre una explosión mayor, lo cual lo expulsa causando que ambos caigan lejos de la cueva, pero tal como habían dicho antes, la avalancha se hace presente, Alessandro se levanta pero al no haber tiempo, cubre con su cuerpo a Lune, siendo enterrados por la nieve.

Desde lejos Reynold y los cazadores pueden observar el humo y también escucharon la explosión. Ahora solo deben de esperar por Alessandro y Lune.

La nieva había cubierto gran parte de la zona, incluso derribó algunos pinos, pero Alessandro levanta su cuerpo que estaba cubierto de la nieva, mientras que Lune permanece abajo de él y se pone de pie.

— eso estuvo cerca.— sacude su vestido y cabello.

Alessandro regresa a su forma humana, pero se veía bastante molesto.

—¿cerca? Podrías haber muerto ahí dentro.— le grita.

— eso no pasaría, alteza, no soy una frágil dama y no me gusta que me limiten o me digan que puedo o no hacer...—

— puede hacer lo que quiera, pero no a costa de su vida.—

— mi vida no estaba en peligro, tal vez la suya sí y si sigue apareciendo así ante mi, también su castidad.— era todo un deleite ese albino.

— ¿que le hace creer que soy casto? — le quita la capa a Lune para cubrirse.

— dudo lo sea, supongo que tuvo una que otra amante por ahí. En fin, regresemos.—

Alessandro no dice nada, pero si, alguna vez tuvo una que otra chica con quien paso la noche, pero nada serio y ellas lo sabían. Al llegar al campamento, Alessandro le pide a uno de los hombres que le presten algo de ropa y entra a cambiarse, mientras que Lune se acerca a la fogata para secarse, por supuesto Reynold habla con ella para saber como resultó todo, por lo que Lune le dice que salió bien y que fue buena idea volar esa cueva pues era el nido de las arpías. Ahora solo deben esperar en la noche para saber si alguna vive, porque seguramente vendrán al pueblo buscando alimentarse.

Al día siguiente en Hyle, un gran grupo de guardianes escoltan un lujoso carruaje del templo, este se detiene ante la mansión del Archiduque, pero los guardias no permiten el acceso.

—¿sabes a quien estas impidiendo el paso?— le menciona el capitán de los guardianes.

— no señor, pero tenemos ordenes de no dejar pasar ni al mismo rey. — le responde el guardia.

— que falta de respeto, como se nota que solo son salvajes.— responde el capitán.

— entonces tenga cuidado de estos salvajes señor.— responde el guardia.

Del carruaje baja el sumo sacerdote y pide silencio, aunque se dirige al guardia, para decir que les deje pasar.

— me temo que no puedo hacer eso, sin importar quien sea.— repite el guardia.

— soy el sumo sacerdote del templo, avísale al Archiduque que me debe recibir.—

— su alteza no esta, salio a un viaje de negocios y nadie sabe cuando volverá. No podemos recibir a nadie.—

— entiendo, pero necesito pasar, en esa mansión hay una peligrosa bruja, debemos acabar con ella, déjanos pasar, le haré saber al Archiduque que has sido un buen cooperador.— menciona el sumo sacerdote.

— si hubiese alguien peligroso, su alteza ya se habría encargado de eso, su alteza no es tan tonto como para dejar a alguien peligroso a su lado.— menciona el guardia.

Los compañeros del guardia afirman lo mismo que él y piensan, que esa idea de una bruja, solo es excusa del templo para acercarse a él y convencerlo de que ellos tomen control del territorio como lo han hecho en otros lados.

El sumo sacerdote y los guardianes, se veían molestos ante la negativa de dejarlos pasar, pero no pueden hacerlo a la fuerza, son licantropos y esto podría ocasionar un problema con los emperadores, Hyle y el imperio más haya de ese territorio, son los únicos lugares a los que el templo no puede acceder y si lo hacen a la fuerza, serán aniquilados. El sumo sacerdote tuvo que retirarse, buscará a Madison y Gael, para tener mayor información de lo sucedido, si la bruja esta en la mansión del Archiduque, deben sacarla de alguna manera.

En una posada, el sumo sacerdote se ha reunido con la joven pareja, ahí Madison le dice que la bruja probablemente se ha ido, ella fue la última vez a intentar que la dejarán entrar, pero la piedra ya no se oscurecía.

— y justamente ha pasado cuando el Archiduque se ha ido...— menciona el sumo sacerdote.

— señor...¿significa que él puede estar protegiendo a la bruja?— pregunta Madison.

— es probable lady Madison. Tenemos que encontrarlo, no podemos dejar que la bruja escape.— menciona el sumo sacerdote.

— no escapará, lady Madison y yo, cumpliremos con la misión, la bruja no sembrara caos en el mundo.—

— bien dicho alteza, pero deben tener cuidado, no pueden herir al Archiduque, no queremos que su familia tome represalias.—

— por supuesto señoría, trataremos de hacerle entender al Archiduque que solo estamos salvando a nuestra gente y a la suya.— menciona Madison.

Ambos se preparan para partir, deben encontrar al duque lo más pronto posible, mientras que el sumo sacerdote, menciona que debe ir a visitar a los emperadores, para hacerles saber del peligro en el esta su hijo al tener a la bruja cerca, de ese modo, puede que ellos logren persuadir a su hijo de entregarla.

En el campamento, durante la noche no hubo ataque alguno, así que a la mañana siguiente han salido al bosque a rastrear a las arpías, tienen asegurarse que no hayan más, así que pasaron casi todo el día rastreando arpías, las cuales encontraron algunas, terminando así su trabajo, aunque les advierten a los del pueblo que no se confíen del todo, el hecho de haber podido encontrar más, no significa que no lleguen más.

Ya al día siguiente, nuevamente su viaje dio inició, Alessandro aprovecho para comprar un caballo para no tener que ir en el carruaje.

— y bien alteza, ¿a donde se dirige exactamente?— pregunta Lune.

— ¿acaso ya quiere deshacerse de mí? Me debe la vida.— le reclama.

— usted me salvo porque quiso, yo estaría bien.—

— me sorprende esa confianza que se tiene. — y eso, es parte del encanto de la chica.

Quizás por eso le atrae mucho, Lune es justo como dijo, es una chica enigmática y probablemente sea la supuesta bruja que el templo busca, por lo que debe asegurarse de que ellos no se acerquen.

...