La Pasión del Agroboy

Melissa On

Augusto se fue y me quedé sentada reflexionando sobre todo lo que acababa de pasar.

La forma en que se declaró fue maravillosa. Pero, ¿me ama tanto? Eliezer siempre me decía que ningún hombre me soportaría, ¿tendría razón? ¿Augusto me dejará después de conocerme mejor? ¿Está realmente enamorado?

Me acomodo en el banco y mi prima se sienta a mi lado.

- Una dosis de campari por tus pensamientos. Hahahaha

- Por mis pensamientos tendrá que ser una botella, con derecho a zumo de naranja y mucho hielo. Hahahahahaha

- Solo tú. Pensé que Augusto iba a dormir aquí. Incluso preparé la habitación de huéspedes. Bajé cuando escuché el ruido de la camioneta saliendo. ¿Estás bien?

Puse cara de tristeza.

- Prima, Augusto se declaró para mí. Nos besamos y fue muy bueno.

- AAAAAAAAAAAIIIIII MI SANTITA DE LAS PIRIQUITAS VÍRGENES. AHORA VA. 😅

- Estás loca.

- Yo loca. El agrogato se declara y tú estás con esa cara. ¿Qué te pasa?

- Tina, tengo miedo. Miedo de que no le guste cuando me conozca de verdad. Miedo de que esté equivocado y me deje. No lo soportaría, pues siento que también me está gustando.

Ella me abraza y acaricia mi cabello.

- ¿De dónde sacaste eso? Ese hombre está enamorado, me está volviendo loca a mí y a Juliano, pues habla todo el tiempo de ti, prima. Augusto es un hombre experimentado y sabe bien lo que quiere, y por lo que sé, te quiere a ti.

- Eliezer siempre me decía que jamás encontraría a alguien que me soportara. Tengo miedo de que sea verdad. Y como dijiste, él es experimentado.

- Melissa, no pienses demasiado. Solo vive este amor y el resto lo irán viendo en el camino, solo no pierdas al agroboy por nada.

- Gracias prima por estar a mi lado. Estoy demasiado insegura. Pero ¿sabes qué? Voy a intentar, si no funciona, me levanto y sigo adelante. Claro que contaré con tu hombro amigo. Te amo prima, pero ahora ve a acostarte que tu marido te espera y yo quiero descansar. Hasta mañana.

Nos despedimos y entramos. Me acosté y ni siquiera miré el celular. Estaba muerta de cansada.

Me desperté a las 5hs como siempre. Me di un baño y me quedé pensando en el sueño que tuve con Augusto.

💭El hechizo se volvió contra la hechicera. Jajaja, él no sale de mis pensamientos y ahora ni siquiera de mis sueños.

Finalicé el baño. Me puse unos pantalones vaqueros, una camiseta y mis botas. Cogí el sombrero y bajé.

Este es mi traje del día a día.

Llegué a la cocina y no había nadie.

Hice café y tomé. Decidí dar una vuelta por la hacienda.

Los peones ya estaban todos en una especie de galpón lleno de mesas y sillas. El olor del café llegaba lejos.

Luego alguien se acerca. Estaba de espaldas y cuando me giro me llevo un susto. Era el mismo chico de la cafetería del puesto.

- Buenos días, chica del número equivocado. ¿Entonces la patrona es su prima?

- Buenos días. Disculpa por aquello, pero no paso números a extraños jajajaja.

- Imagínese, patroncita. Sea bienvenida. Aquí es nuestro espacio para las comidas. Si quiere puede quedarse a gusto, tenemos varias cosas buenas ahí.

- Se lo agradezco. Pero no quiero molestar.

- Imagínese. Entre y sírvase. Su prima a veces aparece aquí con el patrón.

No resistí al olor a pastel y café y entré. Al fin y al cabo, mi café es horrible y necesitaba un café fuerte para comenzar el día.

Estaba sentada junto a los peones comiendo y conversando cuando siento unos brazos fuertes abrazarme.

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