Keren Lombardi, un hombre apuesto, rico y poderoso, cuya vida cambia drásticamente cuando es abandonado en el altar por su prometida. Traicionado y con el corazón endurecido, Keren jura no volver a creer en el amor. Su único objetivo ahora es satisfacer el último deseo de su abuelo moribundo: encontrar una esposa y asegurar el legado de la familia Lombardi.
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Capítulo 15 El compromiso público
En el apartamento
Emma dio un último vistazo a su reflejo. El vestido le quedaba impecable, pero aún así, no podía evitar sentir que estaba a punto de entrar en una jaula dorada. Tomó aire profundamente, tratando de calmar los nervios que se acumulaban en su pecho.
Su madre entró en la habitación, con una expresión seria.
—Emma, sé que ya hemos hablado de esto, pero quiero que sepas que, pase lo que pase, siempre estaremos contigo. Si alguna vez sientes que esto no es lo correcto, no tienes que seguir adelante solo porque crees que es lo que debes hacer.
Emma le dio una sonrisa triste.
—Gracias, mamá. Pero ya tomé una decisión.
La madre asintió, aunque el brillo de preocupación en sus ojos no se desvaneció.
Emma salió del apartamento y subió al coche que Keren había enviado para recogerla. Esta noche, todo cambiaría, y el peso de esa realidad la abrumaba más de lo que quería admitir.
El compromiso público
La entrada del lujoso salón estaba decorada con flores elegantes, luces tenues y una gran alfombra roja que conducía al interior, donde los invitados ya comenzaban a congregarse. Keren Lombardi, con un traje perfectamente cortado a medida, esperaba pacientemente, aunque su mirada permanecía fija en la puerta. Sabía que esta noche sería crucial. Era el momento en que el mundo vería a Emma como su futura esposa.
El bullicio de los invitados, entre los que se encontraban importantes empresarios, periodistas y figuras públicas, crecía a medida que se acercaba la hora del evento. Los flashes de las cámaras ya empezaban a encenderse cuando los periodistas esperaban ansiosos la llegada de la misteriosa mujer que había capturado el corazón del magnate.
Finalmente, una elegante limusina negra se detuvo frente a la entrada, y el murmullo de los presentes se intensificó. Keren ajustó el nudo de su corbata, mostrando una calma que no reflejaba lo que realmente sentía.
La puerta de la limusina se abrió, y Emma salió con cautela. Su vestido negro brillante, de corte elegante, resaltaba su figura, pero lo que más destacaba era la mirada perdida en su rostro, nerviosa por la atención de tantas personas. Apenas había puesto un pie fuera del coche cuando los flashes comenzaron a dispararse incesantemente.
—Ahí está... —murmuró Keren, con una pequeña sonrisa que apenas se notaba. Caminó rápidamente hacia ella, decidido a actuar según el plan.
Los periodistas no dejaban de fotografiarla, capturando cada segundo de su llegada. Emma se congeló un segundo al ver la multitud, pero Keren la alcanzó en pocos pasos, tomándola de la mano con firmeza. Al sentir su toque, Emma levantó la mirada y lo encontró a él, con una mezcla de sorpresa y alivio. Keren le ofreció una sonrisa que parecía cálida, pero que estaba cargada de una expectativa velada.
—Tranquila —le susurró, mientras la abrazaba suavemente frente a todos—. Recuerda, todo esto es parte del plan.
El abrazo de Keren fue cálido, más de lo que Emma había esperado. La rodeó con sus brazos de manera posesiva, como si quisiera asegurarse de que todos entendieran que ella le pertenecía. Después, inclinó la cabeza y, en un susurro bajo y casi inaudible, le dijo:
—Bésame, Emma. Tenemos que parecer una pareja perfecta, muy enamorados.
Emma lo miró fijamente por un segundo, todavía desconcertada por la rapidez de los acontecimientos. Pero la presión de los brazos de Keren y la mirada insistente de los flashes le recordaron que no había escapatoria. Así que, sin decir una palabra, se acercó lentamente, sus labios rozando los de él en un beso suave pero firme.
Los fotógrafos enloquecieron. Los flashes eran casi cegadores, y Emma, aunque incómoda, intentó mantenerse en pie bajo la oleada de atención.
—Eso es —murmuró Keren sin apartarse—. Muy bien, estás haciéndolo perfecto.
Emma se alejó unos centímetros, aún atrapada entre los brazos de Keren.
—Esto es surrealista —murmuró ella entre dientes, mirando hacia los periodistas.
Keren la miró con una sonrisa calculada.
—Así es nuestra vida ahora —respondió en voz baja—. Acostúmbrate a ello. Esta es la primera de muchas noches como esta.
Con la mano en su cintura, Keren guió a Emma hacia la entrada del salón. Los reporteros seguían haciendo preguntas indiscretas:
—¿Emma, cómo se siente estar comprometida con el señor Lombardi?
—¡Keren, dinos cuándo será la boda!
Keren no respondió a ninguna pregunta. Caminaba con la cabeza en alto, proyectando la imagen de un hombre que tenía todo bajo control. Emma lo siguió, nerviosa, pero sin perder la compostura.
Al entrar en el salón, los murmullos entre los invitados se hicieron más intensos. Todo el mundo esperaba con expectación la gran revelación de la noche: la fecha del compromiso oficial. Pero Keren tenía algo más en mente.
Una vez dentro, se detuvo un momento y susurró al oído de Emma:
—Sigue sonriendo. Recuerda, aquí somos la pareja perfecta.
Emma lo miró, intentando mantener la sonrisa que le pedía, pero por dentro sentía una incomodidad creciente.
—No entiendo por qué tienes que hacerlo tan... real —susurró ella de vuelta, con un tono algo molesto.
Keren la miró, sin dejar de sonreír.
—Porque para todos ellos —dijo, señalando a los invitados—, esto es real. Si quieres que funcione, también debe ser real para ti.
Emma asintió en silencio. Sabía que no tenía más opción que seguir el juego.
Durante toda la velada, Keren se aseguró de que ella permaneciera a su lado. Le presentó a algunos de los empresarios más importantes de la ciudad, mientras mantenía la mano de Emma sobre la suya, no dejando lugar a dudas sobre su "relación".
Entre conversación y conversación, Keren notaba cómo Emma luchaba por mantener la calma. En un momento dado, él aprovechó una breve pausa para acercarse a ella y susurrar:
—Estás haciendo un buen trabajo, Emma. Solo aguanta un poco más, pronto todo esto terminará.
Emma solo pudo asentir, mientras su mente seguía buscando un escape a esta nueva vida que parecía cada vez más controlada por Keren.
je je
podrías para la próxima dar un final un poco mas profundo.
no tan tranquilo je je
gracias por cautivarnos con tu talento