Una Esposa Para El Príncipe Maldito

El murmullo emocionado del salón todavia llenaba el aire cuando Nora, con una serenidad envidiable, tomó la copa de vino que un sirviente le ofrecia.

Su rostro seguia encendido, pero sus ojos ya habian recuperado ese brillo burlón que tanto irritaba al principe.

Nora: Su alteza.. ¿no cree que seria encantador continuar mostrando nuestro amor al pueblo?

El principe, aun saboreando su triunfo, arqueó una ceja.

Principe: ¿A que te refieres?

Nora sonrió con la calma de una reina.

Nora: A que mañana podriamos recorrer el reino juntos.. Asi podremos recibir los abrazos y bendiciones de las personas, ¿verdad, majestad? Estoy segura de que el pueblo estará encantado de ver lo amoroso que es el principe heredero.

El rey Jafar, encantado con la idea, aplaudió emocionado.

Rey: ¡Magnifico! ¡Eso unirá aun más al pueblo con su futuro rey!

El principe se quedó inmóvil, la sonrisa congelada en su rostro.

Por un instante, Nora creyó ver cómo su mandibula se tensaba con furia.

Ella, satisfecha, inclinó la cabeza con inocencia y añadió en voz baja, solo para el..

Nora (susurro): ¿Que pasa, alteza? ¿No querias demostrar tu amor?

El principe la miró con una mezcla de incredulidad y rabia contenida, mientras Nora le devolvia una sonrisa serena, victoriosa, disfrutando cada segundo de su silenciosa venganza.

Entonces, el se inclinó apenas y le susurró entre dientes..

Principe (susurro): Ya no hables más, Nora.

Ella lo miró con una sonrisa tan dulce que cualquiera habria pensado que el le acababa de decir algo romántico. Luego, levantó la voz con entusiasmo fingido, para que todos la escucharan..

Nora: ¡Es una excelente idea, alteza! ¡Mañana repartiremos nosotros mismos las canastas al pueblo!

Un murmullo alegre recorrió el salón. Los nobles aplaudian, encantados con la iniciativa de la pareja. El rey Jafar reia satisfecho.

El principe apretó la mandibula, inclinándose otra vez hacia ella.

Principe (susurro) Basta.. No quiero eso.

ella sin perder su sonrisa ni su tono alegre, respondió en voz alta..

Nora: ¡Oh, si! ¡El principe es tan generoso que ha dicho que pagará todas las canastas con su propio dinero!

El rey levantó la copa, eufórico.

Rey: ¡Que noble corazón! ¡Asi es como se gana el amor del pueblo!

El salón entero estalló en vitores.

Nora inclinó la cabeza con una sonrisa impecable, disfrutando cada aplauso, mientras el principe la miraba como si quisiera convertirla en cenizas con solo desearlo.

El ambiente aun estaba lleno de risas y conversaciones animadas cuando el principe Jahir se giró hacia ella. Sus labios se curvaron en una sonrisa lenta, peligrosa. Nora, al verlo asi, sintió que algo tramaba.

Nora (susurro): ¿Que vas a hacer?

El inclinó un poco la cabeza, fingiendo inocencia.

Principe: ¿Tienes miedo, Nora?

Ella ni siquiera alcanzó a responder. Jahir alzó la voz de pronto, lo suficiente para que el rey y todos los nobles lo oyeran.

Rey: Padre, ¿cuándo será la boda? Me gustaria que fuera lo antes posible.

El murmullo en el salón fue inmediato. El rey Jafar se iluminó de felicidad.

Principe: ¡Eso si que es entusiasmo, hijo mio!

Pero la sonrisa de Nora se congeló en su rostro.

Nora: No… no es necesario apurar las cosas, alteza.. Las prisas nunca son buenas para un evento tan importante..

El principe rió suavemente, con esa calma que solo usaba cuando queria provocarla.

Principe: Tranquila, prometida mia. Ya se lo ansiosa que estás por ser mi esposa.

Los nobles comenzaron a murmurar entre risas y exclamaciones divertidas. Nora sintió hervir la sangre, pero su educación la mantuvo inmóvil, con una sonrisa tensa.

Jahir entonces se volvió hacia la corte y, con un tono casi teatral, anunció..

Principe: No se dejen engañar por su aparente calma. Mi prometida solo intenta disimular su amor, pero es dificil ocultarlo. De hecho, fue ella quien me rogó que preguntara por la fecha de la boda.

Un coro de risas recorrió el salón. Algunas damas suspiraban con ternura.. los condes brindaban emocionados.

Nora, en cambio, lo fulminaba con la mirada, tan intensa que, de haber tenido un poco más de poder, probablemente habria hecho volar la copa de vino que el sostenia.

El principe bebió de su copa, triunfante, mientras susurraba en voz baja solo para ella:

Principe (susurro): Ahora estamos a mano… ¿o vas a intentar empatar otra vez?

Ella sonrió de manera impecable, pero en sus ojos brillaba una promesa peligrosa.

Nora (susurro): Oh, no, alteza. No pienso empatar… Pienso ganar..

Nora levantó la copa con una serenidad que solo ella podia fingir despues de ser publicamente provocada.. el principe lo miro curioso, sabia que ella algo haria y se tenso antes de escucharla.

Nora: Su majestad.. creo que la boda deberia celebrarse despues de que el principe recorra cada pueblo del reino.

El murmullo en el salón se hizo inmediato. Jahir giró lentamente la cabeza hacia ella, sospechando el veneno detrás de sus palabras. Pero Nora continuó, con su sonrisa de dama perfecta..

Nora: Deberia recibir el amor y los abrazos del pueblo.. Yo puedo sacrificar mi amor por eso, porque lo más importante siempre será el reino de Deira. Y sobre todo…

sus ojos se clavaron en los de el, desafiantes..

Nora: que nuestro principe no sea temido, sino amado y admirado por todos..

Un silencio de asombro recorrió el salón. Despues, el rey Jafar soltó una carcajada tan fuerte que hizo vibrar los candelabros.

Rey: ¡Magnifico! ¡Esa es la actitud de una verdadera princesa! ¡Mi hijo debe acercarse a su pueblo!

Jahir apretó la copa con tanta fuerza que el cristal casi se quebró. Dio un paso hacia ella, sus ojos brillaban de furia contenida. Nora lo miró con calma triunfal, y cuando el se inclinó apenas para susurrar algo, ella aprovechó para decir, con una sonrisa burlona apenas perceptible..

Nora: Parece que el pueblo te espera con los brazos abiertos, alteza.

El sonrió tambien, una sonrisa fria, peligrosa.

Principe: ¿Ah, si? Entonces no deberias preocuparte por quedarte sola.

Antes de que ella pudiera responder, el se giró hacia el rey con falsa amabilidad.

Principe: Padre, tiene razón. Creo que ese recorrido seria perfecto. Pero…

miró a Nora, saboreando el momento..

creo que Lady Nora deberia acompañarme. Está tan enamorada que no podria soportar verme partir.. me dice que sufrirá en mi ausencia..

Nora se quedó helada por un segundo, pero el rey, entusiasmado, golpeó la mesa de nuevo.

Rey: ¡Excelente idea! Asi podrán mostrar su amor a todos los pueblos. ¡Despues de eso, celebraremos la boda!

El salón estalló en aplausos. Los nobles levantaban las copas, brindando por el compromiso y por la futura gira real de amor.

Mientras todos festejaban, Nora y el principe se miraron fijamente, ambos con sonrisas impecables, pero los ojos llenos de furia.

[esta vez gané]

Pero al final, cuando el rey exclamó que ambos eran el ejemplo perfecto de una pareja enamorada, los dos se miraron y comprendieron lo mismo.. esa noche, ambos habian perdido.