Cómo Proteger Al Protagonista

— ¡Dorian, hay que busca ayuda, yo veré que es tan grave la situación!

— ¡No te dejaré ir sola!

Diana lo piensa un segundo, luego le tomó la mano a Dorian y ambos se marchan a la parte posterior de la mansión, donde el fuego consumía mayormente el jardín. Muchos de los obreros intentaba auxiliar, no obstante, era nulo cualquier intento de apagar el incendio, ya que este fue provocado con las flores de Miranda que son de por sí mágicas.

El ardor del fuego prometía consumir no solo el jardín, sino también los recursos más allá de ellos.

Horrorizada, no sabía cómo actuar. Hay un clima caluroso que ayuda a las llamas a ser más resistente, y el fuego expandirse más.

— ¡Iré por mis guardias, ayudaran ante esto!

— no Dorian...— Detuvo Diana, analizando todo— no se apagará fácilmente con el agua... Debe haber una tormenta, una lluvia... El templo... ¡Ellos pueden cambiar el clima!

— perfecto... Vamos, no pienso dejarte sola. Esto me parece una conspiración de Miranda y no pienso dejarte desprotegida...

— oh, no. La señora y su hija se acaban de ir con un par de maletas hace unos minutos. — mencionó una sirvienta, mientras carga un balde de agua grande.

— ellas no importa ahora, luego las buscaremos. Hay que pedir ayuda en el templo, el fuego no cesará hasta entonces.— habló Diana.

Viendo que ya no estaba Miranda ni su madre. Dorian tuvo la idea de ir por ayuda allá. Y con todo el pesar, él se va pero promete regresar de inmediato. Si Dorian va, puede conseguir al mago rápido.

El templo más cercano quedaba a tan solo minutos de la mansión. El emperador logró llegar a corto tiempo y con firmeza, pide lo siguiente.

—¡Sacerdote, necesitamos al mago! —exclamó el emperador, su voz resonando en la penumbra del templo.

Un anciano sacerdote, de ojos sabios y cabello canoso, se acercó rápidamente, reconociendo la urgencia en su tono. Sin dudarlo, llamó a su mejor aprendiz.

— necesito que conjure una lluvia que sea fuerte, solo por buen rato, es para apagar un incendio que se salió de control...— pidió Dorian.

El mago sintió el peso de su solicitud y, tras un breve silencio, asintió. Con un gesto de su mano, guío rápidamente a una parte a su majestad.

El emperador aguardaba impaciente. Sin perder tiempo, el mago se dirigió a él con una mezcla de respeto y determinación al balcón. En lo alto se podía presenciar el humo en la residencia Cauciel, el fuego se propaga más.

— por favor, apresúrese...

— ya empezó.— comentó el mago.— tendrá lluvia por una hora.

Gotas tras gotas fueron cayendo. Las nubes comenzaron a reunirse, oscuras y densas, como si respondieran a su llamado. Dorian observó con el suspenso en su corazón. El aire se enfriaba y el viento se intensificaba. No pasó mucho tiempo antes de que se desatara un torrente de lluvia, que caía del cielo cada vez con más fuerza.

Las gotas impactaban contra el fuego, creando vapores y un canto relajante en el caos. El jardín, una vez bañado en llamas, comenzó a tranquilizar el ambiente de la mansión, los sirvientes, después de intentar apagar el fuego con todo su esfuerzo, la lluvia lo compensa por su arduo trabajo. Las flores quemadas que era mayormente ceniza, chapoteaban con la lluvia.

Diana sintió cómo la esperanza regresaba, e incluso dejó escapar un suspiro de alivio al ver cómo el fuego se apagaba lentamente frente a la poderosa lluvia y para que se extinguirse totalmente debía por lo menos pasar una hora. Ella sonríe al ver qué Dorian lo logró al pedir la ayuda del mago.

Mientras que aún en el templo, su majestad pregunta al mago que conjuró la lluvia.

— ¿Cómo lo hizo? No lo oí...

— la mente, su majestad... Conjure el hechizo en mi mente y todo lo demás sucedió. El fuego que aún hay allá, jamás se iba a extinguir... Ya que él que provocó eso fue un ser muy malo que posee magia oscura...

— ¿Cómo puedo proteger a la persona que me importa de ese ser?— pregunto Dorian, muy atento a la respuesta, ya que sabía que era Miranda.

— sígame, por favor, será rápido.

__________________ una hora después.

Finalmente, cuando el último resplandor de llamas fue extinguido, Diana observaba el cielo despejarse, a su lado, Dorian, que volvió hace unos minutos luego de que la lluvia se calmara y que el mago le diera una información importante.

— fue... Un milagro haberlo logrado a tiempo. Se quemó mayormente el jardín y más allá del almacén, pero se puede recuperar. Sé que Miranda lo hizo.

— yo me encargaré de esto. De hecho, ya encargué un escuadrón para buscarlas. Ya han cometido dos delitos dignos para llevarlas a la cárcel.

— pensamos lo mismo... Al ver que no tenía oportunidad de dejarles la casa prefirió casi destruirla... Pero... No entiendo. ¿Por qué el jardín? Si podía empezar desde una parte de la casa...

— Diana... Hay algo que debo explicarte que fue lo que me informó el mago. Al parecer, Miranda tiene magia oscura y su material era ese jardín de rosas. Al quemarla, jamás se extinguirá las llamas, al menos alguien con un poder mayor, que fue el mago del templo lo haría.

Aquella joven mujer no sabía de eso, en la novela jamás se mencionó de ello, pues solo relataba que Miranda encantaba con su belleza y esencia, nunca con magia.

“nunca supe de eso. Por eso me desmaye en el banquete, por su fétido olor. Entonces... Lo que me dice Dorian encaja perfectamente, cuando él se enamora de ella en la historia es por eso, su magia, y también cuando lo vuelve loco a pesar de perder su hermana..."

Diana encaja cada pieza de este rompecabezas. Ahora, si Miranda no ejecuta su plan, quizás vaya a otro y Diana tiene el presentimiento de que sea contra la princesa Solara, la hermana de Dorian. Mañana será ese día en el que le comenté sobre ese accidente que involucré a la princesa.

— no pienso dejarte sola en esto...— comentó Dorian, que la toma de la cintura y la pega a su lado.— tengo una idea de cómo protegerte.

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— majestad... Le ha llegado una notificación de la corte.— informó uno de los guardias.

— de acuerdo. Iré en unos minutos...

— Dorian... Estaré bien. Puedo arreglar los daños ocurridos por Miranda. Ya has hecho mucho por mí. Te prometo que te veré tan pronto termine.

— dejaré a cargo a alguien para que arregle los daños y llamaré al abogado para que las cuentas de Miranda y su madre sean bloqueadas.— Dorian le da un beso rápido pero satisfactorio.— no se saldrán con más suyas...— se marcha obligado por su deber.

Es cuando Diana se da cuenta de que cada momento que pasa con él van creciendo sus sentimientos. Sin embargo, ahora, el deber y el orden son lo que importa en este momento. Planear y ejecutar debe hacer ella para que así poder arruinar los planes a Miranda.