Sin Importar La Edad

Escuché unos pasos moverse encima de la alfombra. Eran suaves como si un Ave volará sobre ella.

Abrí los ojos, y me llevó una gran sorpresa. Delante de mí estaba una niña hermosa, sacada de un cuento de perversiones y fantasías.

Usaba un uniforme de sirvienta que la hace verse espectacular. Le quedaba entallado su cuerpo, mostrando su hermosa figura.

______ Buenas tardes, señor. La señorita Johanna me envió a traerle esto.

La chica llevaba la botella de coñac que tanto me gusta.

La voz de la niña era muy suave; como el canto de un Ave. Hacía que algo en medio de mis piernas se mueva con felicidad.

La veo con mucho cuidado; recorriendo su cuerpo. "Me gustaba y mucho"

_______ Eres nueva, no te había visto en la Villa desde que la alquile.

Ella baja la mirada, sus mejillas se ponen rojas, y eso me excita.

Era muy joven, de unos 22 años, hermosa, piel blanca como me gustan, cabello largo castaño claro; labios delgados y finos, delgada, ojos grandes de color azules.

Parecía todo una muñequita de porcelana, de esas que sacas de una cajita y solo quieres besarla.

_______ Te he hecho una pregunta, ¿eres nueva trabajando en esta casa?

_______ Sí, señor. Mi nombre es Isabel.

________ Mi madre está enferma y necesito el trabajo para comprar sus medicamentos. Tengo una hermana pequeña que necesita alimentos.

________ ¿Y, qué pasaría con tu familia si te corro? _____ Me gustaba someter a las personas a mi voluntad.

Eran como conejitos asustados, intentando encontrar la salida.

______ ¡Por favor, señor no me corra! Le juro que necesito el trabajo. De mí dependen las dos personas que más amo.

Al escuchar su humilde suplica, me puse de pie, me acerqué a ella, colocando dos de mis dedos sobre sus labios.

________ ¿Qué serías capaz de hacer por tu madre y tu hermanita?

Ansioso esperaba su respuesta. Ella comienza a llorar, eso me vuelve loco de deseo por ella.

_______ Te hice una pregunta, niña. ¿Serías capaz de sacrificarte por tu madre y tu hermana?

_______ Haría lo que sea por mi familia.

Puse mi mano sobre su cuello y la obligué a verme a los ojos. Ese miedo reflejado en su mirada, alimenta mi ego.

_______ ¿Con cuántos hombres has estado en la cama?

Mi pregunta hizo que la cara de la chica se pusiera pálida. Ella intentó separarse de mí, pero ya era tarde.

La sometí a mi voluntad. Su aroma era diferente al de cualquier otra mujer. Era puro, virginal.

_______ ¡Suélteme! ¡Suélteme!

Luchaba por soltarse y eso me enciende más. Logra soltarse, y cuando trata de correr le doy una bofetada.

_______ ¡Eres virgen, ¿Verdad?!

_______ ¡Suélteme! ¡Suélteme!

La arroje sobre el sofá, besando sus labios delgados y finos. No importan cuanto intentará luchar, la hice mía a la mala, y valió totalmente la pena.

Era perfecta, me obsesionó con su piel, era suave como la de un algodón. Al final se levantó del piso e intenta escapar de la recámara.

Sus lágrimas no dejaban de mojar sus mejillas. Sus manos cubrían su cuerpo tembloroso. Se veía tan sensual cuando intentaba caminar.

______ Sí dices algo de lo que pasó aquí, tu familia pagara las consecuencias. _____ Al escuchar lo que digo voltea a verme.

_______ Si sigues siendo amable conmigo, tú y toda tu familia van a salir muy beneficiada.

_______ ¡.....!

Ella como todas las demás finge que no le gustó y sale corriendo de la recámara.

No es mi culpa que no lo haya disfrutado tanto como yo, hasta el mal humor se me ha quitado.

Satisfecho, voy al interior del baño. Necesito una ducha con agua tibia. Ya tengo con quien quitarme el estrés mientras esté en este país.

Ya no será necesario que mande traer a la zorrita de mi nuera. Esta muñequita ha superado a Argelia con mucho.

...Días después......

...Narra Marcela...

Transcurrieron tres días. Para mí estos tres días han sido los mejores y los más tranquilitos de toda mi vida.

He tenido esa paz que por muchos años no había podido tener. Me siento tan libre e independiente.

Por fin he podido respirar sin sentir miedo. El primer día, escuchaba pasos, cerraba la puerta con llave.

Soñaba que Rafael entraba a mi recámara y me asfixiaba. Eran pesadillas que solo de acordarme lloraba.

Me desperté a media noche, gotas de sudor caían de mi frente. Miraba a todas partes y encendía la luz.

Rafael no estaba, sin embargo, el miedo que sentía era demasiado. Al segundo día, Leandro contrato a dos personas para que cuidaran de mí.

Un poco más relajada de tener escoltas, dejé de tener pesadillas, no obstante, aún cierro la puerta por dentro.

Ahora puedo quedarme a ver películas hasta altas horas de la noche. Puedo quedarme en pijama hasta tarde, sin que nadie haga un comentario ofensivo sobre mi persona.

Puedo leer, y quedarme en silencio por mucho tiempo sin preocuparme de tener acomodada la ropa de Rafael.

Solo me encargo de mí, de mis cosas. Es la experiencia más armoniosa que experimentado en toda mi vida.

Pamela me prestó uno de sus departamentos a las afueras de la ciudad, para que me pudiera quedar hasta que mi divorcio salga.

El lugar es bastante apartado de todo. Está rodeado de naturales. Hay un lago pequeño a unos cuantos metros, se puede escuchar el canto de los pájaros.

He salido a caminar por las tardes por todo el jardín. Me quedó mucho tiempo sentada a la orilla del lago, pensando en lo que será de mí cuando logre divorciarme de Rafael.

Para mi buena suerte, Leandro logró hacer que una jueza me otorgara el alejamiento, y así mantenerme alejada de la furia de Rafael.

La grabación que tuvimos de Rafael donde me amenazaba, fue suficiente para que él no se acerque a mí hasta que se firme el divorcio.

Para evitar alargar el proceso de divorcio, solo he pedido lo que por ley me corresponde, pero, si Rafael no quiere darme nada, se puede quedar con todo.

Solo quiero vivir tranquila el tiempo que me quede de vida.