Almas Gemelas

Esme no dijo nada en mucho tiempo solo, tomo sobo mi espalda después de que deje de sollozar me dio sobo la mejilla, -niña tonta no pasa nada ve a terminar de cambiarte te prepararé un té-

Asentí y me dirigí a mi recámara como robot me cambié y seque mi cabello, un momento después Esme tocó la puerta y entro con 2 tazas de té.

-Ven Alice siéntate en la cama y tomemos el té mientas aún está caliente-

Camine a la cama aún sin ser consciente de mis pasos, me senté y tome la taza que me ofrecía Esme, después de unos cuantos tragos por fin hablo.

-Lo que decidas hacer te apoyaré mi niña, si no lo quieres tener te acompaño al hospital y si lo quieres conservar también te apoyaré-

Sus palabras daban vuelta en mi cabeza, tender no tener, como decidir no tenerlo si es una vida y que le puedo ofrecer si lo tengo?no tengo nada, no sé quién es el padre, estoy perdida.

-Aun no lo sé nana, no puedo creer que estoy embarazada-

-Tómate un tiempo mi niña, descansa tal vez la almohada te de la respuesta-

me acomode en la cama y está vez dormí como si ningún problema que aquejara, sentí una paz, soñé con mi madre que me abrazaba y me felicitaba, no recuerdo más pero cuando desperté sentí que todas mis penas se fueron me levanté con mucha energía.

Esme aún no se levantaba así que decidí preparar el desayuno, no se hacer mucho así que solo prepare unos sandwiches y un poco de fideos con chuleta de cerdo y patitas de pollo agridulce.

Cuando estaba terminando de poner la mesa, Esme salió de su cuarto apresurada - no niña que haces, déjame hacerlo yo tu tienes que cuidarte- tranquila Nana estoy bien, me siento mejor que nunca...!

Una gran sonrisa se dibujo en su cara y un brillo asombroso asomo de sus ojos - lo quiero nana, voy a cuidar y amar a este bebe-

Las 2 lloramos como tontas un rato, pero era de felicidad, por primera vez en este mes en verdad me sentía feliz.

Después de entregar los pedidos, fuimos al centro de Salud, solo había un enfermera y un Doctor ya muy grande, llene mi formato y recibí la atención me revisaron y según el doctor estaba de un mes apenas, era muy prematuro saber muchas cosas, así queme dieron vitaminas y me mandaron hacer estudios.

Todo siguió bien gracias a Dios, el siguiente mes fui a mi chequeo normal, en la casa nos seguíamos dividiendo las tareas y una vez a la semana iba al pueblo a comprar los pedidos de los vecinos.

En esas idas aprovechaba para ir a hacerme los estudios y comprar las vitaminas que me solicito el Médico.

Las náuseas comenzaban a ser mi némesis, eran constantes y muy fuertes mi nana no sabía que darme o que prepararme, había días que lo dulce me sentaba bien y otros lo picoso, no sabíamos cómo atinarle, así que nana mantenía en el refri varios platos de todo.

Así llegué a los 3 meses y el médico aconsejo hacerme la primera econografía, los estudios salieron bien, solo con un poco de anemia pero era por las náuseas.