📚¡UN CEO! ¿DE PADRASTRO?
Él guarda una venganza.
Ella, un pasado que no la deja en paz.
Valentina es madre soltera y ha aprendido a sobrevivir en silencio.
De noche baila bajo luces artificiales de un club, ocultando su nombre, identidad y su dolor.
Todo su mundo se pone de cabeza cuando empieza a trabajar como secretaria del CEO más reconocido del país, mientras lucha por salvar a su hija enferma.
El amor es un lujo que no puede permitirse... o eso creía.
Armando Garza, frío, calculador y poderoso, tiene un solo objetivo: una venganza .
Pero su mundo perfectamente controlado se tambalea cuando una pequeña empieza a llamarlo “papá”...
Y cuando sus días se entrelazan con los de Valentina, la mujer que nunca debió cruzarse en su camino.
El deseo será inevitable.
El peligro, constante.
Y el pasado... letal.
¿Podrán amarse entre secretos, traiciones y mentiras?
¿Podrán forjar otra historia o su futuro ya está escrito?
Una novela con temas sensibles. No apta para todo público.
NovelToon tiene autorización de Frida Escobar para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
De frente.
—¡Fuera!
Me dice y recojo mi bolso.
—Por favor señor Julián, depositénme el día de trabajo.
—Ni si quiera una hora llevas aquí
Me dice el señor Armando y en ningún momento lo veo, lo ignoro y solo veo a Julian.
—Si ustedes me están corriendo sin justificación, es normal que pida mi pago, es más como firme contrato de una semana, espero mi pago completo.—Les digo y no es que pelee dinero pero este señor me saca de quicio no se por que.
Miro por primera vez a Armando, este tiene una mueca en su rostro de burla.
—Demandame.— dice viendome fijamente.
— Lo haría pero tengo cosas que hacer, es más quédenselo se ve que ustedes lo necesitan.—Les digo empezando a caminar lejos de los tres.
—¿Oiga señorita Ale, me permite un momento con usted?—Me dice Julián y no quiero ser grosera con el.
Lo sigo a dónde me entrevisto ayer, veo pasar a la prometida de Armando, enojada, ella no me ve.
—Disculpe a mi socio, no ha tenido días buenos y es que hoy los presentaría debidamente, el aún no sabía que usted sería su asistente.
—Bien si es todo, gracias por la oportunidad.—Le digo lista para salir pero el me habla.
— Acepte ser mi asistente.—Me dice de la nada y volteo a verlo ya que no creo lo que me está diciendo pero está serio.
— Si es así y ya que aún no sale de la empresa prácticamente todavía sigue siendo una trabajadora.
Suspiro y el que vea a mi tía pasar con un carrito de limpieza y ella me sonria me hace asentir, ya estoy aquí ya que más da.
—¿Bien, dónde será mi puesto?
El me señala afuera y efectivamente no habia visto un pequeño escritorio.
Me ubico ahí y el me da unas carpetas.
—¿Puedes sacar el balance?
—Claro.—Le digo y me pongo en eso, lo veo caminar hacia la oficina que hace un momento salió el pesado de mi ex jefe.
Entra y veo salir a mi tía, llega hasta donde estoy y limpia mi lugar polvoriento.
— No sabía que la vacante era para el señor Julián, pero aún que el sueldo es menos, el es una persona bastante buena.
me dice y cuando veo salir a Julián y al señor Armando, mi tía se aleja y pongo mi vista en lo de las carpetas aún que mi concentración no esté ahi.
—Ale vamos, recuerdas que te comenté de una reunión.—Me dice Julian mientras el ogro de su socio sigue adelanté.
Camino a lado de Julián y entramos a la sala de juntas.
—Sientate ahí.—Me dice en el oído y me señala el lugar donde me siento, su socio lo ve mal y no se por que, luego nuestras miradas se encuentran y soy la primera en desvíarla.
Se prende la pantalla que tenemos enfrente y empiezo a tomar nota de lo más importante.
Julián explica no se que y el ogro está sentado escuchando, no parece concentrado y lo rectifico cuando le dicen algo y no responde hasta que Julián se acerca más a el y este asiente como si le diera igual.
La junta se da por concluida y cuando Julián sale lo sigo.
—Estare casi toda la tarde fuera, puedes adelantar información.—Me dice y regreso a mi lugar para avanzar, no vuelvo a verlo y en mi hora de comida voy a buscar a mi tía.
—¿Todo bien?—Me pregunta y asiento, ya que no quiero preocuparla.
—Dicen que ofendiste a la prometida del dueño.—Me dice mi tía y por la mirada de todos los empleados se que todos lo saben.
— Ni el el club se hacen chismes como los que se arman aquí.—Le digo a mi tía y se le dibuja una sonrisa.
salimos juntas hacia el estacionamiento por mi carro para ir a comer dónde suelen ir a comer todos los empleados.
Le marco a mi prima quien me dice que Emma me está preparando una sorpresa.
Eso me alegra mi día, eso basta para que la amargura de hace rato desaparezca.
Un carro prende las luces y de este baja la prometida del ogro.
Pienso que es lo que quiere está ahora y camino hacia ella que me ofrece un cheque.
—Tomalo y no regreses. Por qué para una mujer como tu es mucho dinero.—Se atreve a decirme y me río de ella.
Ella da un paso hacia mi y yo la espero tranquila.
—Usted es una niña mimada que cree que la gente ara lo que usted quiera y no es así señorita Alexa, ese cheque puede doblarlo y ponerlo dónde mejor le venga en gana.
Le digo y continúo mi camino hacia mi carro, mi tía entra primero y abro la puerta para subir cunado un carro se estaciona a mi lado y creo que es otra vez Alexa pero no es ella.
—¿Tu fuiste quien estación su carro en mi lugar, ayer?
Me dicen y veo al señor Armando en la parte de atrás del carro con la ventanilla abierta.
Trago grueso ya que solo eso me faltaba, de porsi no puedo verme y ahora será peor mi estancia en este trabajo.
—Ahora veo que tienen en comun con su prometida son un dolor de muela.
—Valentina.
Escucho que me regaña mi tia y con eso me doy cuenta que no lo pensé si no que lo dije y el ogro que tengo enfrente se baja de su carro.