La Odisea De Una Flor Perdida

Exploramos la ciudad en busca de alguien que pudiera sacarnos de Order. Llegando hasta un viejo bar lleno de barro, que llamó nuestra atención al instante.

Cuando entramos al bar, un hedor de alcohol, vómito y sangre envolvió nuestra nariz. Las luces de neón parpadeaban como si estuvieran borrachas, y la música que ambientaba el bar era tan vieja que se escuchaba distorsionada por los altavoces distorsionados.

—Qué asco, apesta a muerto —se quejó Roxy en voz baja mientras me abrazaba del brazo y se ocultaba detrás de mí—.

Volteé a los alrededores en busca de alguien que pudiera ser un piloto, cruzando miradas en el proceso con un chico rubio. Nos acercamos a la barra, en el camino pude ver como un par de alienígenas con apariencia de reptiles nos seguían con la mirada mientras se reían.

—¿Qué es lo que van a tomar? —preguntó el bartender; un hombre de piel azul con cuatro brazos y un viejo delantal—.

—Quiero 2 mojitos y 3 enchiladas, mi plebeyo calvo

—Tsh, ¡Roxy no venimos a comer! —la regañé—. No queremos comer ni tomar nada, solo estamos buscando a alguien que nos pueda sacar de este planeta

—Uhm, entiendo, supongo que son turistas que se perdieron durante su luna de miel, ¿no es así?

—¡No es mi pareja! —aclaramos al mismo tiempo—

—Jajaja, entiendo, entiendo, no son una pareja

—Hmph, soy una princesa, mis gustos son mucho mejores que... —me apuntó con su dedo—. Eso

—Psh, yo prefiero a las mujeres que tengan atributos femeninos, no como… —apunté a Roxy con mi dedo—. Esa cosa para planchar camisas

—¿Ah? ¿A quién llamas tabla? Flacucho

El bartender soltó una carcajada mientras servía un par de bebidas hechas de un líquido verdoso, en unos tarros de vidrio. Ambos al ver la bebida nos volteamos a ver asqueados y con una sonrisa forzada.

—Conozco a una persona que puede ayudarlos a salir del planeta. Es un orderaneo con algunos problemas con la realeza de Order, ese rarito solía trabajar con ellos hasta que lo echaron por robar combustible del gobierno. Si quieren salir de aquí, él es su mejor opción.

—Uhm, ¿y dónde podemos verlo, señor de las bebidas?

—Sí, si no es mucha molestia, quisiéramos ver al piloto —añadí—

—Bueno, podrán encontrarlo en el fondo de este basurero y te recomiendo —empujó la bebida hacia mi—. Qué le ofrezcas algo de beber

El bartender me señaló al chico rubio de antes con la mirada. Trague saliva y agarre una de las bebidas para después caminar hacia aquel chico junto a la enana de mi compañera.

—Hmph, sabía que vendrían —dijo con una sonrisa mientras subía los pies encima de la mesa—. Lo siento tortolitos, pero no puedo ayudarlos

—¿No quieres una bebida? —pregunté poniendo la bebida frente a él—.

—Jaja, sigue hablando, ¿qué me darán a cambio si los ayudo?

—Ahm —volteé a ver a mi compañera— Qué tal…

—¡Oye! No soy una moneda de cambio ¡Soy una princesa! —molesta sacó un par de anillos de su bolsillo y los dejó caer en la mesa—. ¿Y bien? ¿Eso es suficiente? Son anillos de compromiso de mi amado y sagrado planeta, Elfer

—¿Qué? ¿Desde cuándo tienes esos anillos?

—Eso no es de tu incumbencia, plebeyo

—Hmph, así que eres princesa, eh, dígame su majestad ¿A dónde quiere que los lleve?

—Queremos que nos lleves al zoológico de Andrómeda, que tenemos asuntos pendientes con el dueño de ese lugar —respondió la enana apoyando sus manos en la mesa—

—¿Al dueño del zoológico? Saben que es un suicidio ir tras ese pirata —dijo agarrando los anillos para guardarlos en sus bolsillos—. Pero quién soy yo para negar la petición de una princesa y su amigo

—Huh, ¿Eso es un sí?

—Por supuesto, su majestad, aunque será un viaje largo pero haré lo que pueda para llevarlos

—¡Yay! —gritó entusiasmada mientras me abrazaba—. Entonces no perdamos el tiempo y llévanos al zoológico

—Roxy… —dije con un suspiro—. No podremos vencerlo nosotros solos, si queremos salvar a nuestros amigos vamos a necesitar ayuda

—¿Ayuda? —preguntó con el ceño fruncido, poco a poco el ceño de la enana se hizo una inmensa sonrisa—. ¡Cambio de planes! Señor piloto —entusiasmada apuntó al piloto con su dedo—. ¡Llévanos a Elfer! Qué es momento de que les demuestre de lo que es capaz una princesa

—¿Qué? ¿Iremos a tu planeta? Creí que los de tu planeta te odiaban

—Pff, por favor, capitán, Layla y sus rebeldes no son todo el mundo aunque si son la mayoría, aún hay gente que me ama y me respeta

—Entonces ya esta decidido, ¿no? Equipo, iremos a Elfer.

—Sí, supongo que iremos a Elfer para buscar aliados que nos ayuden a enfrentar a Rho Mar

—¡¿Qué estamos esperando?! —Roxy eufórica me tiró del brazo para llevarme afuera— ¡Hay que regresar a mi planeta! —añadió conteniendo la emoción—.

Sin otra opción, fui arrastrado por la enana de mi compañera, quién no dejó de tararear una canción en un idioma que desconocía. Estaba claro que se encontraba emocionada por regresar a su hogar después de tanto tiempo.

—Hillo, E zaid boff the tuff, E want bo tee rou, rou gave ne kesmerized —cantó eufórica mientras caminábamos hacia la nave—

“No puedo creer que me tocara viajar con la enana y no con mi esposa, aunque no me quiero ni imaginar como está Flor con Kror y Loxy” pensé viendo a la Enana emocionada dar pequeños saltitos

—Vaya que suerte tienes, muchacho, tu noviecita es muy linda —dijo mientras apoyaba su brazo en mi hombro—

—Tsh, no es mi novia —indignado me crucé de brazos—. Roxy es tan solo mi compañera, y para que quede claro, yo ya estoy casado con la mujer más perfecta del universo

—Jaja, entonces supongo que está disponible, ¿verdad?

—¿Eh?, espera… ¿Te gusta Roxy?

 —Roxy, así que ese es su nombre —susurró saboreando el nombre— Sabes, niño, en Order tenemos un dicho y es nunca rechazar a las extranjeras más si son de la realeza, pero ya que estamos en confianza, dime, ¿De qué planeta eres? No eres de Elfer, ni del extinto Titán o de Order, lo sé porque tus rasgos son muy finos y delicados

—S-soy de la Tierra

—Oh, eso es nuevo, un terrícola con la suerte de viajar a otros mundos —me abrazó para acercarme más a él—. Sabes, los humanos no son bien vistos en muchos planetas debido a que son considerados inferiores, así que no te sientas mal si alguien te subestima por ser humano, no es personal

—Estás muy cerca —me quejé en voz baja mientras su aliento apestoso me golpeaba en el rostro—

—Jaja, tranquilo, ahora que somos un equipo, yo… Erik Darya, voy a estar pegado a ti por siempre para cuidarte a cambio de claro, de que tú me ayudes a enamorar a tu amiguita de Elfer

—Apestas, y Roxy no es mi amiga —me quejé asqueado—