Amaya una joven de quince años se enamora de un chico que duda de si mismo por situaciones que le ha tocado vivir, veremos si el amor es capaz de vencer esas barreras
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Capítulo 2
Cada día estoy casa vez más ansiosa por tener un tiempo libre y entrar al sitio para ver me ha escrito. Mientras estoy en clases no puedo usar el teléfono, así que lo reviso entre tiempos de receso o almuerzo. En casa es lo mismo debo hasta disimular si no mi madre me quitaría el móvil por un largo tiempo indefinido y sería peor. De este chico que me remueve el piso solo sé que se apoda x.
Llego de la escuela, hoy mi madre no pudo ir a por mí, ya que está adelantando las cosas por q debe cubrir en el trabajo a una amiga que tuvo problemas, Noa me acerco a casa con sus padres en su lugar, al llegar me despido de ellos, les doy las gracias y entro en mi casa a toda prisa por llegar a mi habitación y ver si me escribió.
- Mamá llegué, le digo muy alto para que pueda escucharme mientras voy corriendo a mi habitación.
Solo serán dos minutos me digo mentalmente mientras abro la laptop y coloco mil libretas sobre la mesita donde realizo los deberes para fingir estudiar por si madre se le ocurre aparecer. Enciendo la laptop, estoy creo que con una crisis de ansiedad, mis manos sudan sin cesar, tengo esa sensación extraña de ser descubierta en cualquier momento como su fuera un pecado capital lo que hago, aún no me he cambiado de ropa y la mochila está sobre la cama, solo un minuto más, necesita saber me digo, luego organizo todo me doy ánimo.
Por fin estoy dentro, voy hacia el sitio y tachan, tres mensaje de x .
El primero mensaje era un poema de Antonio Machado, titulado Soñé que tú me llevabas
Para mí pedacito de cielo, de x
Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!…
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
Hola Amaya , de siempre tuyo x
Lo leí rápidamente, con temor a que mi madre me sorprendiera, mi corazón se estrujó de la emoción que sentí con esas bellas palabras, ya lo había leído, x sabia de mis gustos por la lectura y poesía en general, por eso en ocasiones me dedicaba poemas para reflejar su estado de ánimo y yo le respondía con otro igual, tenía ya mis ojos con lágrimas de la emoción cuando sentí que mi madre se acercaba.
Me apresuré y cerré el sitio, luego borré el historial y abrí Google y puse tipos de anfibios en el buscador para fingir una investigación en caso de que me revisara, yo borraba todo, ya que tenía memorizado la dirección del sitio, así evitaba ser descubierta por ella y se me acabara la diversión. Traté de tomar una pose neutra, aunque no corazón latía tan fuerte por adrenalina del momento que temía ser descubierta, como el cuento corto, corazón delatador de Poe, sentí algo así.
Mi madre abre la puerta de mi habitación.
- Amaya, que haces, dijo mi madre irrumpiendo en mi habitación.
- Nada madre por qué. Le respondí lo más serenamente posible.
- Amaya, llevas media hora acá, ni siquiera fuiste a saludarme.
- Perdón mamá es que estaba haciendo la tarea, son varias y quería terminar lo más rápido posible, perdón.
Me levanté y le dí un besito, este gesto hizo que se relajara.
- Ok, pero antes date un baño que veo que no lo has hecho para que cenes conmigo, debo trabajar hoy en la noche recuerdas verdad, tengo que cubrir a Lucía. Me explica mi madre quién no sospechó nada de lo que hacía por suerte para mí.
- Ok madre en diez minutos estoy en la cocina. La vuelvo a besar y se marcha.
Se marcha calmada, yo apagó la laptop y voy hacia el baño, tomó una ducha y luego bajo hasta donde está mi madre, la ayudó en la cocina para que no trabaje tanto, mientras sonrió recordando las bellas palabras de x, mi madre nota que sonrió y se me queda mirando, es que estoy feliz y no lo puedo disimular.
- Que es tan gracioso, me interroga mi madre.
- Nada, recordé un vídeo cómico de una muchacha que se le hace un desastres la cocina por descuidar una cosa, tranquila madre luego te lo enseño. Le dije lo primero que pensé.
- Tu y el internet, me dice ella. Pero no sospechó nada.
Es la segunda novela que te leo y mis felicitaciones!!!💯💯💯