Lo Peor De Mi, Conocerte A Ti.

La noche avanzaba lentamente mientras Alex y Jota continuaban inmersos en sus pensamientos, cada uno tratando de descifrar las piezas sueltas de lo que le estaba sucediendo a April y a su hermano Lucas. El silencio envolvía la sala, solo interrumpido por el suave sonido del viento fuera de la ventana y la respiración tranquila de April, que seguía dormida sobre las piernas de Alex.

Después de unos minutos, Jota rompió el silencio.

—¿Crees que deberíamos hablar con ella de todo esto? —preguntó en voz baja, sus ojos todavía fijos en April—. No quiero que sienta que la estamos presionando, pero si hay algo más que nos esté ocultando, podría ser importante.

Alex consideró sus palabras. Sabía que April estaba lidiando con más de lo que podía manejar. Y ahora, con lo que habían descubierto sobre Richmond y este chico, estaba claro que había mucho que ella no había compartido. Pero también comprendía lo difícil que debía ser para ella enfrentar todo esto.

—Creo que tenemos que esperar —respondió finalmente Alex—. Presionarla ahora podría hacer que se cierre aún más. Ella va a hablar cuando esté lista.

Jota asintió, aunque una sombra de preocupación seguía marcando su rostro.

—Lo que más me preocupa es que cuanto más esperamos, más peligroso se vuelve todo. Cada día que pasa sin respuestas, Lucas está en más riesgo.

Alex lo entendía. Sentía la misma urgencia, pero algo le decía que forzar a April no era la solución. Tenía que haber otra forma de avanzar.

—Intentaremos hablar con ella pronto —agregó Alex, buscando un equilibrio—, pero primero necesitamos asegurarnos de que esté lo suficientemente fuerte como para manejar lo que sea que nos esté ocultando. Si ha estado lidiando con esto sola, probablemente esté agotada.

Jota lo miró en silencio durante un momento antes de asentir nuevamente.

—Tienes razón. Solo espero que no sea demasiado tarde.

El tiempo pasaba y, poco a poco, la conversación fue apagándose. Jota finalmente se levantó del sillón, murmurando algo sobre ir a prepararse un café. Alex se quedó en la sala, todavía con April dormida, pero su mente estaba muy lejos de la tranquilidad de ese momento.

Observaba a April, y no podía evitar sentirse cada vez más atrapado en la maraña de eventos que los rodeaba. Había algo en todo esto que no encajaba del todo, como si hubiera una pieza clave que faltaba. No podía dejar de pensar en el chico y en la relación que April había tenido con él. ¿Qué había pasado en Richmond realmente? ¿Por qué Jota había sentido que algo estaba mal, pero no lo mencionó antes?

Justo cuando estaba a punto de levantarse para moverse un poco, el teléfono de April, que estaba sobre la mesa de centro, vibró suavemente. Alex miró el dispositivo, su corazón acelerándose ligeramente. Dudó por un momento, pero al ver que April seguía profundamente dormida, decidió tomar el teléfono.

Lo desbloqueó y se encontró con otro mensaje anónimo, igual que los anteriores. La pantalla mostraba una foto de Lucas, pero esta vez había algo diferente. Lucas parecía estar en un cuarto oscuro, su rostro pálido y con marcas de golpes. El mensaje que acompañaba la imagen era breve y directo:

**"El tiempo se acaba. ¿Hasta cuándo vas a esperar para hacer algo?"**

Alex sintió un nudo formarse en su estómago. Observó la imagen en silencio, su mente llena de preocupación. No podía dejar que April viera esto en su estado actual. Estaba demasiado vulnerable.

Decidió no despertarla, guardó el teléfono y se quedó allí, inmóvil, con el corazón latiendo rápidamente. Tenían que actuar pronto, antes de que fuera demasiado tarde.