Diana es una chica de solo 20 años que, se ve comprometida con el que tiempo atrás fuera su novio, sin embargo ella se niega a casarse por que el es un mujeriego qué siempre le fue infiel durante su relación y es por eso que ella decidió terminar la relación. Sin embargo su padre debe una cuantiosa suma de dinero a causa de un negocio que salió mal y el se ve en la necesidad de comprometer a su hija con Roberto su ex novio a cambio de él pagar la deuda. Diana esta tan decepcionada y molesta que se va a un bar a beber y allí se encuentra con Mateo quien cambiara su vida por completo.
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Capítulo 16
Después de tremendo beso Diana quedó casi sin aliento.
Diana buscó a Manuel para despedirse, pero él ya iba algo retirado así que agitando la mano Diana le grito, - Adiós Manuel.
Manuel al instante volteo y con una gran sonrisa en su boca le dijo adiós con la mano.
- Mateo molesto trato de contener su ira mientras le dijo a Diana, - ¿Has hecho buena amistad con Manuel?.
Diana al ver la actitud de Mateo, casualmente le contesto. -Si Manuel es muy agradable, he pensado que algún día me gustaría casarme con alguien como él, es guapo trabajador y muy agradable.
- Diana... dijo Mateo apretando los dientes estaba muy molesto y tomándola entre sus brazos nuevamente la beso mientras le murmuro tú eres mía.
Diana como pudo se zafó y le dijo - oye ya no tienes que besarme, ya no hay nadie aquí.
Mateo señalando el establo con su mano le dijo allá hay unos peones.
- Mateo por Dios ellos están tan atareados qué ni cuenta se dan si estamos o no.
Mateo para disimular su molestia le dijo, que si le gustaría montar a lo que Diana acepto, Mateo monto a relámpago y Diana a la coqueta qué era más tranquila,
Mateo le enseño como hacerla qué caminara y como guiar la rienda para dirigirla también le dijo que diciendo "Ooo" se detendría.
Ambos caballos caminaban al compás Mateo miraba a Diana un poco molesto, sin embargo, Diana sonreía encantada y más al ver que Mateo se había molestado por lo que le dijo. Y si lo hizo fue por vengarse de él por no dejar que sé despidiera de Manuel.
Después de unos minutos de silencio Mateo le pregunto a Diana si no se casaría con alguien como él. Diana con un toque de aflicción le dijo.
- No creo supongo que a alguien como tu no le interesaría casarse con alguien tan joven como yo, supongo que alguien como tu buscaría a alguien con más experiencia.
- Oye tampoco soy tan viejo como crees, realmente piensas que me veo tan mal como para pensar en casarme con alguien más joven.
Diana en ese momento detuvo a coqueta, Mateo también detuvo a Relámpago ambos quedaron cerca Diana jiró la cabeza para mirar fijamente a Mateo y le dijo,
- Me parece que luces muy bien para la edad que tiene, se puede decir que hasta un poco más joven y viéndote detenidamente me doy cuenta de que eres un hombre guapo, si realmente eres guapo, considerando que debes de andar por los cincuenta aun te ves de buen ver.
- ¿Queee?, Mateo grito incrédulo y molesto por lo que Diana le dijo, Diana sintió la irá, crecer en Mateo y para rematarlo, sonrió burlonamente y rápido echo a andar a coqueta incluso la hizo galopar un poco para alejarse de Mateo.
Mateo se quedó, parado aun asimilando todo lo que Diana le había dicho y tocando su rostro pensó realmente luzco tan jodido para parecer de cincuenta años.
Finalmente, Diana llegó a un gran manantial y allí se bajó, Diana acercó a coqueta a beber agua después ella misma se lavó la cara para refrescarse. Diana pensó que Mateo se habia regresado ya que había pasado un rato y el no llegaba.
Suspirando se sentó en una piedra mientras pensaba, se lo tenía merecido por lo grosero e infantil qué se comportó.
Finalmente, llegó Mateo y de un salto se bajó de relámpago él se acercó al manantial y se lavó las manos luego con su mano le aventó agua a Diana, y tomándola por sorpresa la mojo.
Mientras le dijo, -esto es por haberme dicho viejo.
Diana secando su rostro con sus manos en un tono resignado le dijo.
- Está bien si decir la verdad ahora en una ofensa, acepto tu castigo.
Mateo se acercó incrédulo y a la vez con algo de remordimiento de ver que había empapado a Diana.
Y sentándose a un lado afligido pensando en que realmente no tenía oportunidad de conquistarla le dijo, - realmente crees que soy tan viejo.
Diana aguantando la risa, se puso lo más sería qué podía y lo miro de frente mientras le dijo, - claro que no si te dije todo eso fue solo porque me molesto mucho que no dejaras qué Manuel sé despidiera de mí, ya sé que tiene 30 Años Rosario me lo dijo, y debo decirte que luces un poco más joven aparte de que estás guapo, creo que cualquier mujer se moriría por andar contigo.
Diana se levantó, pues realmente no había querido decirle todo eso a Mateo, se recriminó a sí misma porque por lo que le dijo, le dio pena de pensar que él, pensara qué se le estaba insinuando.
Mateo por su parte quedó muy satisfecho al escuchar a Diana y salió tras de ella.
Mateo se quitó la camisa para dársela a Diana para que se la pusiera y se quitara la de ella mojada.
Mateo se quedó en camiseta dejando expuesto sus brazos musculosos.
Mateo se echó a reír al ver qué su camisa casi le quedaba de vestido a Diana. Diana al verse también sé soltó a reír.
Ambos se sentaron por otro largo rato mientras platicaban Diana le dijo que, no tenía por qué sentir desconfianza de Manuel qué él lo estimaba y respetaba mucho y que, por otro lado, ella, respetaría su contrato al pie de la letra.
Mateo también se disculpó por el chapuzón qué le dio.
Ya era tarde Diana sentía sus tripas rugir de hambre así que le pidió a Mateo qué volvieran, no sin antes prometerle qué la traería otra vez.
Diana y Mateo cada día se llevaban mejor Mateo aprovechaba cada que había alguien para besar a Diana y hacerle cariños, mientras le susurraba palabras de amor, Diana no se acostumbraba a que Mateo fuera tan expresivo y algunas veces, Diana le daba palmadas en la espalda mientras se le acercaba y de decía que no fuera tan cursi.
Diana siempre había sido tímida y reservada y realmente aunque le gustaba e imaginaba que era verdad, le daba pena que Mateo fura tan cariñoso con ella, algunas veces él la jalaba y la sentaba en sus piernas. Diana no podía evitar ponerse roja, cosa que a Mateo le causaba mucha gracia.
Diana se notaba preocupada apenas si había probado bocado, Mateo le pregunto qué le pasaba y aunque en un principio dudó en decirle tras la insistencia de Mateo finalmente le contó todo lo que había pasado con esas tierras y que aunque se había esforzado en buscar una solución no lograba solucionar nada.
Mateo pensó en ofrecerle su ayuda directamente, ya sea con dinero o comprando las tierras, pero sabía muy bien lo terca y orgullosa qué era Diana y sabía que no aceptaría, Mateo pensó en un plan sabía que debía de ayudarla de algún modo, pero no directamente para que ella no lastimara su dignidad.
Así que en un tono casual y desinteresado le dijo que porque no contactaba a la abogada Roxana qué ella tenía mucha influencia en esta ciudad y en todo el estado, - Tal vez ella conozca a alguien que le interesen las tierras. Le dijo Mateo mientras se metía un bocado y tratando de sonar despreocupado.
A Diana le brillaron los ojos, fue como si lo que le dijo Mateo le hubiera dado nuevas esperanzas, Diana lo miro fijamente mientras le agradeció por su buena idea.