¿Cómo te sentirías si amaras a tu propio primo? La respuesta es ¿por qué no? Si tu primo es un hombre muy guapo y amable, aunque su carácter y actitud sean tan fríos como el Polo Norte.
Eso es lo que le pasó a Bayron Arbeto, un precioso omega de dieciocho años que quería mucho a Agam Mateo, su primo mayor.
Un alfa conocido por ser muy frío, rígido y nunca visto cerca de ningún omega. Pero lamentablemente Agam Mateo no siente lo mismo, el alfa siempre ha considerado a Bayron como su propio hermano pequeño. ¿Y cómo podría un hermano amar a su hermano?
-Amarte es un regalo para mí- Bayron Arbeto
-Ser amado por ti es un desastre para mí- Agam Mateo.
¿Cómo va la historia de amor de ambos? ¿Se producirá el matrimonio entre primos? Ven a seguir su linda y adorable historia de amor.
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Part. 20
-Pero A...
-¡Jo, saca a Bayron!- Agam volvió a mirar los archivos sobre su escritorio.
-Acabo de cometer un error sin querer, ¿por qué estás tan enojado? Además, todavía llevas boxers, así que no pude ver nada.
-¡Saca a Bayron!- Agam espetó con una mirada penetrante.
Esto asustó a Bayron y no pudo evitar salir de la sala de trabajo. Con sus pasos arrastrando los pies, Bayron caminó hacia la puerta del ascensor con el rostro agachado y lleno de culpa, porque una vez más había hecho que su primo se molestara y enojara con él.
-¡Joven, espere!- Jonathan corrió detrás de Bayron y luego le dio el ungüento al chico.
-Esto es para tratar tus moretones- Jonathan señaló la barbilla y las rodillas de Bayron.
-¿Esto es de parte Agam?- preguntó Bayron con una sonrisa en los labios.
-Eso es de mi parte, joven- La sonrisa en los labios de Bayron desapareció cuando descubrió que Jonathan en realidad se preocupaba más por él.
-Gracias Jo- Bayron entró en el ascensor con una expresión de decepción en su rostro.
Mientras tanto, Jonathan, que ya estaba en el estudio de su maestro, inmediatamente le dijo que el ungüento que le había confiado se lo había dado a Bayron.
-¡Ahora puedes salir!- Ordenó Agam. Después de ver a su asistente personal salir de la habitación, Agam respiró hondo mientras cerraba los ojos.
Recordó haber visto los moretones rojos en las rodillas y la barbilla de Bayron por caer con fuerza al suelo. Sintió que Agam realmente quería tratar las heridas, pero se contuvo porque no quería que su primo malinterpretara la atención que le estaba dando nuevamente.
Por eso Agam le dijo a Jonathan que le diera el ungüento.
🥀🥀🥀
Bayron, que había llegado a la mansión principal, inmediatamente entró a su habitación, sin ver que había alguien sentado en la sala.
-¿Por qué está así de enojado? Te dije que no fue a propósito- Bayron acaba de tirar su muñeca favorita.
-Aw...- Leo se frotó la frente.
-¿Por qué tiraste la muñeca? Si no la quieres dámela a mí- Tomó un muñeco con forma de pato que estaba cerca de sus pies.
Anteriormente, cuando Leo estaba sentada en la sala de estar, vio la llegada de Bayron e inmediatamente siguió a su primo a su habitación.
-¡Oh, no!- Bayron tomó su muñeca favorita y luego la abrazó de manera muy posesiva.
-¿Eso debe ser regalo de A?- Leo adivinó. Bayron guardó silencio y no respondió a la pregunta de su primo, porque todavía estaba pensando en lo que le pasó a Agam debido a sus acciones.
-Te pregunto y quedas atónito- Leo tocó ansiosamente la mandíbula de Bayron.
-Duele- Bayron se frotó la barbilla dolorida.
-Oye, ¿qué te paso ahí?- Preguntó Leo cuando vio el hematoma en la barbilla de su primo.
-Besé el suelo- Bayron respondió lánguidamente y luego se sentó en la cama.
-¿Cómo?- Leo miró la rodilla de Bayron, que también estaba magullada.
Bayron le contó a Leo todos los eventos que había experimentado antes, pero en lugar de sentirse aliviado porque le había contado su problema, en realidad se sintió molesto porque Leo se rió de él.
-Oye, porque te ríes...
-Debe ser muy divertido ver el rostro de Agam, que de seguro estaba serío y frío, volver a ponerse los pantalones que se le cayeron delante de sus empleados- Leo continuó riendo hasta que las lágrimas brotaron de las comisuras de sus ojos.
-Leo, estoy enojado- dijo Bayron.