¿Cómo inició? como para terminar de este modo. Frente al Archiduque Maximilian yacía la mujer que creyó muerta.
Aquella dama que todo el mundo creyó muerta. Pero ante la conmoción de todos en aquel banquete Imperial, la voz del principe heredero que no ocultaba su molestia frente a la situación resonó en todo el salón.
«¡¿Cómo te atreves?!»
Él era un hombre que estuvo en la guerra desde hace 15 años, pero lo que los sorprendía no era la cara del principe heredero lleno de un aura asesina, sino el niño pequeño que traía en sus brazos, uno que tenía su mismo cabello blanco.
Y para Maximilian la cara de la dama no era lo que él conocía.
Ella no podía ser Jadella, ella no podría ser su difunta esposa, ella no podía serlo, por qué la Jadella que él conocía... jamás lo miraría con tanto desprecio.
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CALMA TU LLANTO
Dos días pasaron y Eliot se quitó definitivamente sus vendas diciendo un...
«¿Lo ves?, estoy completamente sano»
Jadella miró de muy cerca, tocando la espalda y el hombro de Eliot.
«en menos de una semana... tu cuerpo es increíble, ¿Qué debo hacer para que mi cuerpo haga lo mismo?»
Eliot acercó su cara a centímetros de la de Jadella.
«entrenar, estas muy-¡¡!!»
«¿Eliot?»
Jadella se sorprendió de como Eliot levantó rápido la cara y se dio la vuelta, como si la evitara.
«¿Ocurre algo?»
«n-no, nada»
Eliot que seguía dándole la espalda empezó a reflexionar sobre sus acciones y el cómo Jadella parecía estar rodeada de flores.
[¿Qué fue eso?, ¿Siempre brillan así las personas?, no, nunca lo había visto]
Recogió las vendas del suelo.
«bueno, voy a alistarme para partir, disculpa»
Eliot tranquilizó su rostro y se encerró en una habitación de la cabaña mientras Jadella no pudo hacer más que sentarse en la silla mecedora y mirar el fuego de la chimenea...
[Ya que Eliot se va..., creo es momento que yo también regrese con Maximilian a pedirle el divorcio. Si, yo también debo prepararme]
Miró su anillo de casada en la palma de su mano y se levantó una vez más. Estaba por ir a su habitación a prepararse también cuando abrieron bruscamente su puerta con una voz que reconocía fácilmente.
«Jadella»
«¡!»
Miró a la puerta que daba paso al frío viento del terreno y ahí estaba su esposo acompañado de algunos caballeros.
«¿Maximilian?, ¿Qué...» [estás haciendo aquí?]
Maximilian caminó hacia ella y Jadella tuvo ganas de retroceder, pero al final se paró firme escuchando los reclamos de su esposo.
«no tengo tiempo para este tipo de juegos Jadellla, ¿Ya te divertiste?, ¿Ya jugaste?, eres una persona madura Jadella, una noble de alto estatus, ¡No puedes estar haciendo este tipo de cosas cuando se supone que debes ser perfecta!»
Jadella se enojó ante su trato, como si ella fuera la culpable de todo, como si sólo ella hubiera cometido pecados.
«¿Jugar?, ¡¿Dices jugar Maximilian?!, ¡Si hablamos de juegos tú eres el primero que empezó esto!»
«¡¿De que estas hablando?!»
«¡¿De que habló?!, ¡Fui "muy" paciente Archiduque, espere a que me dijera!, ¡A que me contará!, ¡¡A que confiada en mí que soy "su" esposa!!, ¡¡Pero lo único que recibí fueron miradas evasivas!!»
«¡Eso no tiene nada que ver con que te hayas escapado, Jadella!»
«¡Claro que tiene que ver!, ¡¡¿Debo estar soportando a una mujer desconocida en mi mansión?!!, ¡¡¿Debo callarme el hecho que la hayas traído a mis espaldas?!! , ¡¡¿Que la hayas ocultado de mi?!!»
«¡!» [¿Como-]
«¿Como lo sé?, su excelencia, que este callada, no significa que no sepa nada. Las mismas acciones hablan por sí mismas, ¡¡Si no sentías nada por mi sólo debías decirlo!!»
«¡Sabes que eso no es verdad!»
«¡Que no sientas nada por mi ni siquiera es el problema en si!, ¡¡Se supone que yo soy la Archiduquesa Reiban, pero le diste todos mis deberes a esa mujer!!, ¡¿Acaso ni siquiera me respetas como la Archiduquesa?!»
«bien, te devolveré todo, así que ahora vamos a casa»
Maximilian trató de tomar su mano, pero Jadella lo esquivó con frialdad. Ella fue a su habitación y regreso con documentos que ella ya había firmado.
«no volveré, no quiero volver. Quiero el divorcio Archiduque Reiban»
«¡¿Estas loca?!»
«¡No estoy loca!, ¡Quiero el divorcio!, me estaba preparando para regresar e ir a pedirte el divorcio de todas formas, ¿No es bueno que hayas venido?»
Maximilian rechinó lo dientes.
«no voy a firmar nada, ¡¡Eres mi esposa!!, ¡¡Tú me amas!!, ¡¡Fuiste criada para ser mi esposa!!»
Sus palabras hirieron más a Jadella cuyos ojos se estaban enrojeciendo debido a la horrible situación.
«creo que ese fue mi error Maximilian, amarte, ¡¡Así que firma este divorcio pacífico o iré a la corte Imperial a acusarte de infidelidad!!, ¡Por que estoy decidida a dejar de ser tu esposa!»
Las venas se podían ver saliendo del cuerpo de Maximilian, que agarró la pluma y los documentos consumido por la rabia.
Los firmó.
«¡¿Quieres dejar de ser mi esposa?!, ¡Bien!, ¡¡Haré lo que quieres!!»
Maximilian dió medía vuelta con sus caballeros que no podían creer lo que estaba pasando, sus señores acababan de divorciarse y era una noticia que definitivamente sería la noticia del momento.
No entendían muy bien como habían llegado a este punto de quiebre, pero en este punto debían seguir a Maximilian.
Jadella se acercó a la puerta en dónde veía partir a Maximilian sobre su caballo totalmente enojado.
«¡¡Espero que no te arrepientas Jadella!!, ¡¡Por que estoy seguro que vendrás a mi!!»
Ya no soportó escuchar a Maximilian y cerró la puerta.
«¡¡Jadella!!, ¡¡Vete pronto de esa cabaña porque yo mismo lo incendiaré!!»
Con esa última advertencia el pequeño escuadrón se fue y al escuchar como se alejan Jadella cayó al suelo sumergida en lágrimas.
«sniff... maldición...»
Trataba de limpiarse las lágrimas como podía, pero siempre salían más y más lágrimas.
Estaba tan sumida en la tristeza que no escuchó los pasos cercanos, sólo pudo percatarse de la presencia de alguien cuando Eliot la abrazó.
«sniff... no puede ser... ¿Escuchaste todo?, haha...»
Ella lo abrazó devuelta buscando refugio en lo único que ahora mismo tenía.
«lo... siento, escuchaste algo tan vergonzoso, sniff, n-no se lo digas a nadie ¿Bien?, yo... yo... ¡¡Waaaa!!»
Ella lloró con fuerza y con un profundo dolor.
«¡¿Porque todo salió mal si todo estaba bien?!, ¡¿Hice algo mal?!, ¡¿Soy insuficiente para él?!, ¡¿Por qué tuvo que tratarme así?!, ¡¡¿Hice lo correcto?!!, ¡¡Tengo tanto miedo!!»
Eliot la cargó como una princesa en sus brazos mientras ella seguía llorando.
«¡¡¿Por que duele tanto?!!, ¡¿Se supone que duele así?!, ¡¿O sólo debí esperar más tiempo?!, ¡¡¿Tenía que ser mucho más paciente?!!, ¡¡Tengo miedo de haber cometido un error!!»
«Jadella»
«hicc...»
Él chocó su frente con la de Jadella, muy cerca.
«escuchame, tú no hiciste nada malo. No entendí muy bien como, pero tú esposo trajo a una amante a su casa cuando estaba casado»
«sniff, Si»
«si fuera mi madre, mi padre ya estaría muerto, el divorcio fue lo suficiente bondadoso»
«sniff ¿Huh?»
«Jadella, ni siquiera se dignó a dejarte nada de lo que se supone te corresponde y te amenazó con quemar este lugar, amenazó tu vida»
Jadella aún lloraba, pero ya no tanto como en el principio, aún así Eliot besó sus lágrimas con delicadeza haciendo que las mejillas de Jadella se sonrojaran.
«él no merece tus lágrimas, no permitas que gane al verte llorar así, no te arrepientas de las decisiones que tomaste con valor»
Besó otra vez sus lágrimas, pero esta vez de la otra mejilla.
«ya sean buenas o malas, tu sigue levantandote. Demuestrale que no le darás el gusto de verte caer»
Él la miró con seriedad.
«así que no llores. Te ves fea cuando lloras»
Jadella hizo caso y se limpió todas las lágrimas que restaban y cuando terminó escondió su cara en el pecho de Eliot que no se molestó y en cambió se sentó en la silla mecedora y la hizo sentar en su regazo en silencio.
Eliot espero paciente a que Jadella se quedara dormida y cuando ella soltó las hojas de divorcio arrugadas se dio cuenta que Jadella estaba profundamente dormida.
[Madre dijo que si una mujer lloraba de esa manera, es porque realmente amo a aquella persona. Aunque no se como ella sabe eso si nunca ha llorado así]
La cargó, la recostó en su habitación y la cubrió con mantas.
«dime Jadella... ¿Quisieras venir conmigo?»
Ella dormía así que salió de la habitación y de la cabaña para finalmente silbar en dónde las orejas de los lobos lo escucharon claramente.
[Por ahora debo ir al pueblo por provisiones para el viaje, ya sea si decide seguirme o irse, lo necesito para volver al frente de mi ejército]
***
Cerca de las 4 de la tarde el pequeño campamento de caballeros que esperaban en la pradera cercana a las tierras nevadas.
Yair por fin logró ver a Maximilian llegar, pero no a su señora.
«¿Dónde está la señora?»
«ella... no quiso volver, ¡¡Pues se puede quedar ahí!!»
«¡No estás hablando en serio ¿Verdad?!»
«¡¡Ella me pidió el divorcio, se lo di!!, ¡¡Ahora ella debe estar contenta!!»
Yair no soporto y a pesar que sus heridas no se curaron del todo le dió un puñetazo a su señor, haciendo que todos los caballeros abrieran la boca de la sorpresa y los ojos casi se les cae cuando gritó enojado:
«¡¡Sólo eres un cobarde!!, ¡¡¿Crees que la señora estará mejor si sólo aceptas el divorcio?!!»
Sin importarle su estado, subió a un caballo y se encaminó lo más veloz que pudo a la cabaña.