Nadie recuerda cómo comenzó, pero en los viejos cuentos se dice que Sombravelo era un reino bañado en luz dorada, donde las estrellas brillaban en el día y la magia fluía como el agua en los ríos. Sin embargo, algo oscuro se apoderó del reino. Una sombra antigua, nacida de los miedos más profundos de la humanidad, comenzó a extenderse, transformando a sus habitantes en figuras retorcidas y grotescas. Este mal, llamado La Niebla Devora-Sueños, era invisible para el ojo humano, pero dejaba marcas en el alma.
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Capítulo 5: Revelaciones en el Umbral
Al cruzar la puerta, Elías se encontró en un vasto salón iluminado por una luz tenue, que parecía surgir de ninguna parte y de todas partes a la vez. Las paredes estaban cubiertas de espejos que reflejaban su imagen y también vislumbres de otros mundos, momentos y posibilidades. Cada espejo contaba una historia, mostrando fragmentos de su vida, recuerdos ocultos y realidades alternas que le provocaban tanto asombro como inquietud.
El eco de sus pasos resonaba en la habitación, y a medida que se adentraba más, sintió que el aire se cargaba de una extraña energía. Al mirar más de cerca, se dio cuenta de que algunos de los reflejos mostraban versiones distorsionadas de él mismo: un Elías riendo, un Elías llorando, un Elías enfrentándose a sus miedos, y otro más perdido en la oscuridad. Cada imagen pulsaba con una emoción intensa, recordándole que cada decisión que había tomado lo había llevado hasta aquí.
De repente, una figura emergió de las sombras en el centro del salón. Era una mujer de cabello plateado, con ojos que brillaban como estrellas en la noche. Su presencia era etérea, y Elías sintió una conexión instantánea con ella, como si ya la conociera de algún lugar.
—“Bienvenido, Elías,” dijo la mujer con una voz suave, que resonaba en su corazón. —“Soy Lyra, la guardiana de este lugar. Has cruzado el umbral hacia tu verdad, y aquí se te revelarán los secretos que has buscado.”
El corazón de Elías se aceleró. Había escuchado rumores de una guardiana, una entidad que guiaba a aquellos que se atrevían a buscar la verdad en Sombravelo. Pero el miedo se mezcló con la esperanza. ¿Qué verdades le revelaría? ¿Estaría preparado para enfrentarlas?
—“He venido a buscar respuestas,” dijo Elías, su voz resonando con la determinación que había encontrado en su interior. —“Quiero entender quién soy y qué significa mi viaje en este lugar.”
Lyra sonrió, y un destello de luz iluminó la habitación. —“La verdad a menudo reside en las sombras. Debes mirar dentro de ti mismo y confrontar lo que has ocultado. Permíteme mostrarte lo que necesitas ver.”
Con un movimiento de su mano, un espejo en la pared cobró vida. La superficie del cristal comenzó a ondular, y Elías vio reflejada su infancia: su abuela contándole historias al calor de la chimenea, el brillo en sus ojos mientras hablaba de mundos lejanos. La imagen se desvaneció y fue reemplazada por otra: Elías, solo, observando a otros niños jugar mientras se sentía apartado.
El dolor de la soledad lo atravesó como una lanza. En esos momentos, se dio cuenta de cuántas veces había anhelado pertenecer, de cuántas veces había sentido que no era suficiente. Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, pero Lyra lo miró con comprensión.
—“No temas al dolor, Elías. Es parte de tu viaje. Cada lágrima es una lección, y cada herida, un paso hacia tu verdadera esencia,” le dijo, su voz un susurro reconfortante.
Las imágenes continuaron cambiando, mostrando su llegada a Sombravelo, su encuentro con Nox y Fennel, y finalmente, la decisión de enfrentar sus miedos al cruzar la puerta. Cada recuerdo lo hacía sentir más fuerte, pero también más vulnerable. La verdad de su vida, de sus anhelos y temores, se revelaba ante él.
—“Pero, ¿qué hay de la sombra que me sigue?” preguntó Elías, su voz temblorosa. —“La Niebla Devora-Sueños... ¿qué significa?”
Lyra asintió, y en el espejo apareció la sombra, tomando forma y cobrando vida. Su figura era oscura y serpenteante, con ojos vacíos que reflejaban una profunda tristeza.
—“La Niebla Devora-Sueños es la manifestación de tus miedos más profundos. Lo que no enfrentas se convierte en una sombra que te persigue, que intenta devorar tus esperanzas y sueños. Pero no olvides, Elías: la sombra no tiene poder sobre ti a menos que tú se lo des,” explicó Lyra, su tono firme y sabio.
Elías sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había sido consciente de la sombra, pero nunca había comprendido su naturaleza. Era una parte de él, alimentada por el miedo y la inseguridad. Al reconocerlo, se dio cuenta de que tenía el poder de cambiar su relación con ella.
—“¿Y cómo puedo enfrentarla?” preguntó, su corazón latiendo con fuerza.
Lyra extendió la mano hacia el espejo, y este comenzó a mostrar un nuevo camino, uno lleno de luz, esperanza y valentía. —“Debes aceptar tus sombras, no huir de ellas. Cada parte de ti tiene un propósito, incluso las más oscuras. Al aceptarlas, podrás encontrar la luz que las disipa.”
Elías miró fijamente el espejo, sintiendo que algo en su interior comenzaba a despertar. Las imágenes del pasado se transformaron en una serie de lecciones, y por primera vez, comprendió que cada experiencia, cada dolor, había sido un ladrillo en la construcción de su verdadero yo.
—“Te doy la bienvenida a la aceptación, Elías,” dijo Lyra, su voz resonando como un eco en la habitación. —“El primer paso para enfrentar la Niebla Devora-Sueños es abrazar tus verdades, incluso las más difíciles. Solo así podrás reclamar tu poder.”
Con renovada determinación, Elías sintió que el peso en su pecho comenzaba a levantarse. Con cada palabra de Lyra, la sombra que lo había seguido se volvía menos opresiva. Aceptar sus miedos no significaba sucumbir a ellos; significaba tomar el control de su historia.
—“Estoy listo,” proclamó Elías, sintiendo que una llama de esperanza iluminaba su corazón. —“Estoy listo para enfrentar mi sombra.”
Lyra sonrió, y en su mirada había una mezcla de orgullo y ternura. —“Bien. Entonces, el próximo paso es buscar la verdad en el corazón de la sombra. Prepárate para lo que vendrá, Elías. La Niebla Devora-Sueños no se rendirá fácilmente.”
Con esas palabras, el salón comenzó a transformarse, las paredes de espejos se desvanecieron y una nueva puerta apareció ante él. Era más oscura que las anteriores, pero emanaba un aura de poder y posibilidad.
—“Cruzaremos juntos este umbral,” dijo Lyra. —“La verdad te espera al otro lado. Recuerda, la luz siempre sigue a la oscuridad, y la esperanza puede renacer en los lugares más sombríos.”
Elías tomó una profunda respiración y asintió, listo para enfrentar lo desconocido. Con Lyra a su lado, empujó la puerta, y esta se abrió, revelando un paisaje lleno de sombras que se retorcían y danzaban.
Al otro lado, Elías sintió que la verdadera prueba de su viaje estaba por comenzar. Con el aliento entrecortado y el corazón lleno de valentía, dio un paso hacia el abismo, decidido a enfrentar la Niebla Devora-Sueños y reclamar su destino en Sombravelo.