Reyhan Giovano, un apuesto mafioso de 29 años, guarda un profundo rencor contra alguien que lo acusó injustamente de asesinato.
El día que debería ser el más feliz de su vida, cuando planeaba pedir la mano de su amada, encuentra a su futuro suegro brutalmente asesinado, convirtiendo su vida en una pesadilla. Termina en prisión durante 7 años y su prometida lo desprecia profundamente. Además, pierde al hermano que tanto amaba.
Sin embargo, Reyhan no se quedará de brazos cruzados. Tras salir de prisión, se venga de las personas implicadas en el asesinato de quien iba a ser su suegro, aprovechándose de la hija de uno de sus enemigos.
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Capítulo 1
Hace 9 años...
Reyhan abrió lentamente los ojos, su cabeza le daba vueltas intensamente debido al efecto del sedante. Estaba extremadamente conmocionado al ver sus manos cubiertas de sangre, hasta que, al abrir los ojos completamente, los abrió desmesuradamente al ver a Anton, el padre de Klara, también bañado en sangre.
—¡T-tío Anton! —Reyhan corrió hacia Anton, tambaleándose debido al fuerte mareo.
Anton era el padre de Klara, la futura esposa de Reyhan. En aquella época, Reyhan solo tenía 20 años.
Anton tosía sangre profusamente, especialmente porque su cuerpo estaba repleto de heridas de cuchillo, lo que causaba un gran derramamiento de sangre que se extendía por el suelo.
—An-An-dré... ¡Andreas! —fueron las palabras entrecortadas que Anton logró decir, antes de dar su último aliento.
¿Andreas? Andreas era un mafioso y también amigo de Anton. Alguien le había encargado a Andreas que matara a Anton, ya que este se había convertido en testigo de un asesinato cometido por el jefe de Andreas. Por supuesto, Andreas no podía negarse, ya que era una orden de su propio jefe.
—¡Tío Anton!
—¡Despierta, tío!
Reyhan sacudía incesantemente el cuerpo de Anton, que ya no respondía, presa del pánico y el miedo al ver la terrible condición de Anton. Buscó el móvil en su bolsillo, con la intención de informar a la policía sobre lo ocurrido, pero se detuvo al oír el sonido de las sirenas de los coches de policía.
En lugar de ser él quien hiciera la denuncia, fue él quien acabó arrestado: —Señor Reyhan, está usted arrestado por el asesinato del señor Anton.
Reyhan se quedó conmocionado al oír eso. —Espera, soy inocente. —No entendía por qué lo estaban acusando del asesinato.
En ese momento, Klara acababa de llegar; había ido de compras a un mercado algo lejano, sin saber que Reyhan llegaría más temprano, pues ella le había pedido que llegara a las 8 de la noche, ya que Reyhan estaba ansioso por pedirle matrimonio y pretendía ayudarla a cocinar.
Pero, cuando Reyhan llamó a la puerta de la casa de Klara, alguien la abrió e inmediatamente le roció un sedante en la cara, haciéndole perder el conocimiento.
El asesinato fue premeditado; dos días antes del incidente, uno de los hombres de Andreas fingió mudarse a una casa relativamente cercana a la de Anton para vigilarlo. Y ahora, él fingió ser testigo del asesinato, incluso fue él quien notificó a la policía. Por supuesto, Andreas era muy astuto; ya había eliminado todas sus huellas dactilares de la casa de Anton y del propio cuerpo de Anton.
Klara se quedó impactada al ver los coches de policía frente a su casa y la multitud que se congregaba allí; se quedó aún más confundida al ver a Reyhan siendo llevado por la policía, sin entender por qué sus manos estaban cubiertas de sangre y él estaba esposado.
—¿Qué está pasando? —preguntó Klara. Su corazón estaba apesadumbrado, esperando que nada le hubiera pasado a su padre.
—Klara...
Klara no quiso escuchar lo que Reyhan tenía que decir, prefirió correr dentro de la casa para verificar si su padre estaba bien, pero sus esperanzas se desvanecieron al ver a su padre tendido en el suelo en una condición terrible.
—¡PAPÁÁÁÁ! —gritó Klara histérica. Inmediatamente abrazó el cuerpo de Anton, que ya no tenía vida.
Esta noche debería haber sido una hermosa noche para Reyhan y Klara, pero se transformó en una noche de terror para ambos.
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