¿Qué estarías dispuesta a hacer por salvar la vida de la persona más importante en tu vida?
María Bedoya era una joven que a tan corta edad tuvo que salir a trabajar para pagar los tratamientos de su madre que comenzó a sufrir insuficiencia cardíaca después de la muerte de su padre y hermano.
Hasta que todo se le vino abajo cuando le dijeron que su madre estaba cada vez más grave y necesitaba con suma urgencia un trasplante de corazón y la operación salía muy cara
Por lo que envuelta en la desesperación terminó entrando en un mundo de lujuria nocturno vendiendo su cuerpo. La realidad, el placer y el deseo de convertirán en una guerra interna para ella
Pero todo cambia cuando se entera que la persona con la que estuvo por dinero, esa que la llevaba hasta el cielo todas las noches por los placeres que le daba, era nada más y nada menos que Mariano Benítez el médico de su madre y del cual ella estaba enamorada secretamente
¿Qué pasará entre María y Mariano cuando descubran la verdad
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Cap 21 - Molesta
Maria …
Una semana después me encontraba en la clínica ayudando a mí madre a preparar las sus cosas, hoy le daban el alta y al fin podríamos volver a la casa
El día anterior después de salir del restaurante al mediodía, me había ocupado toda la tarde haciendo compras y limpiando la casa
Sabía que hoy le darían el alta a mí mamá, y allá en casa no había absolutamente nada de mercadería, ya que hacía rato que mí madre estaba internada y yo me la pasaba más con ella que en la casa
Hoy era jueves, había pedido el día libre en el restaurante, ya que me quería dedicar el día completo a atender a mí mamá y ayudarla a instalarse en la casa
Aunque ella ya se movía por sí sola, aún así me sentía emocionada de que al fin regresaríamos a casa y por eso estaba pendiente a ella
— Ya está todo listo hija, he revisado varias veces y no nos olvidamos de nada — me dice mí madre
— De acuerdo, esperemos a que llegue Mariano para salir — le digo, ya que él había insistido en llevarnos
Unos minutos después él llega y nos ayuda a llevar los bolsos hasta el auto, los tres subimos y nos dirigimos para casa
Al llegar la ayudo a mí madre a salir del auto y a entrar a la casa
— Hija entiendo que estés asustada, pero puedo caminar sola, no necesito que estés todo el tiempo encima mío cariño — me dice mí madre
— Lo sé, es solo que no se, siento que debo ayudarte — le digo con preocupación
— Ya hija, bastante hiciste por mí, gracias a ti estoy viva y ahora de vuelta en casa, ya es tiempo de que te ocupes más de ti — me dice ella y no se porque mí corazón duele, me había acostumbrado tanto a atender a mí mamá, que ahora sentía que me faltaba algo
— Amor, tu madre tiene razón, dejala hacer las cosas por sí sola hasta donde más pueda, estuvo mucho tiempo acostada, necesita movilizar el cuerpo — me dice Mariano y yo miro a mí mamá con tristeza
Tienen razón debo dejar que ella se movilice por sí sola, cuando necesite de mi ayuda me la pedirá
Por suerte no tuve que contratar a una enfermera, en la clínica me explicaron cómo debía curar la herida de mí mamá y cada cuánto, al igual que sus medicamentos, así que sería un gasto menos que tendría
— Esta bien, pero promete que si necesitas algo que no puedes hacerlo sola me pedirás ayuda ¿Ok? — le digo a mí mamá
— Si hija, te lo prometo — me dice ella
— Bueno amor, yo me vuelvo para la clínica a seguir trabajando, vengo para el mediodía a almorzar con ustedes — me dice Mariano acercándose para darme un beso
— Está bien cariño, gracias por traernos — le agradezco abrazándolo
— No me agradezcas pequeña, sabes que lo hago por gusto y no por compromiso — me dice él
— Igual quería agradecerte — le digo sonriendo
— Está bien nena — me dice pellizcandome la mejilla — Te amo, nos vemos al mediodía — dice volviéndose a despedir
Después de que Mariano se fue, yo me senté en el sofá junto a mí madre y juntas nos pusimos a mirar tele cuando mí teléfono sonó en un mensaje
📨 — Mañana es el juicio del divorcio, ¿vendrás no? — me pregunta Luli
📨 — No lo sé amiga, recuerda que pedí el día libre hoy, no creo que me vayan a dar también mañana a la mañana — le respondo con tristeza
📨 — Tienes razón, déjame que hablaré con el jefe para ver qué me dice, le diré que tu eres mí testigo y que por eso necesitas estar presente — me responde Luli
📨 — Bueno si Ricardo lo autoriza ahí estaré sin falta amiga, pero él debe aceptar, ya que no quiero perder el empleo — le respondo
📨 — No te preocupes que yo me encargo — me dice ella
Seguimos con mí madre mirando la tele hasta que se hicieron las once y me levanté para preparar el almuerzo
Quería que todo estuviera listo para las doce que llegara Mariano así que decidí hacer unas arepas de huevo y una posta cartagenera
Cuando ya todo estaba listo, prepare la mesa, coloque la comida y espere a que Mariano llegara
15 minutos después él llegaba, le hablé a mí mamá para que viniera a comer mientras yo lo recibía a Mariano
— Hola mí preciosa — me dice tomándome de la cintura y besándome
— Hola cariño, bienvenido de nuevo, el almuerzo ya está listo, ven — le digo tomándolo de la mano para llevarlo a la cocina
— Espera, déjame estar unos segundos más aquí contigo, te extrañé durante la mañana, ahora que ya no te veré más en la clínica me entristece — me dice él volviéndome a abrazar y apoyando su cabeza sobre mí cuello
— Cariño pero nos veremos cuando sales de la clínica — le digo para que no esté triste
— ¿Cuándo? Un rato al mediodía y un rato en la tarde, porque cuando yo salgo de la clínica tú ya casi entras a trabajar al restaurante hasta la medianoche. Antes te veía todo el tiempo en la clínica, ahora ya no te veré y eso me entristece — me dice con algo de molestia
— Mariano son consecuencias de la vida, tú tienes tu horario de trabajo y yo los míos, debemos adaptarnos si queremos estar juntos, sino la relación no funcionará — le digo para que entienda que para él la vida es fácil pero para mí no
— Deja de trabajar, termina de estudiar, una vez me dijiste que tu sueño era estudiar medicina, cumple ese sueño y podremos trabajar juntos — me dice con emoción
— Mariano tú no entiendes, yo debo trabajar para mantener mí casa, sino trabajo no como, y mí madre no puede trabajar aún, entonces no puedo dejar mí empleo — le digo molesta
— Yo puedo ayudarte económicamente, solo quiero que termines tus estudios, quiero verte más tiempo y que estudies medicina para poder pasar más tiempo juntos — continúa insistiendo y yo suspiro
Si algo me molesta es que él quiera mantenernos, no me gusta tener que depender de alguien más, aunque esa persona sea mí novio, pero a la misma vez pienso en que es una gran oportunidad para poder terminar mis estudios de una vez y esto me tiene en un dilema, pero mí parte racional se niega a aceptarlo
— Déjame pensarlo, porque para ti es fácil decirlo, pero no te pones en mí lugar, ni en cómo me siento yo — le digo molesta separándome de él
— No quiero que te enojes, solo quiero lo mejor para ti, darte una oportunidad para que puedas estudiar y cumplir tu sueño. Se que piensas que soy egoísta pero no lo hago por mí, lo hago por ti amor — me dice él intentando acercarse nuevamente a mí
— Aunque no me agrada la idea de que él tenga que mantenernos, pero si estoy de acuerdo con que tú termines tus estudios. Has dejado toda tu vida de lado para cuidar de mí y eso no es justo. Si él te está dando la posibilidad de poder terminar de estudiar y al fin tener tu título de medicina, entonces hazlo hija, estudia, así yo podré estar tranquila el día de mañana si algo me pasara tu tendrás una buena vida — dice mí madre saliendo de la cocina, ya veo que escuchó toda la conversación
— Pero mamá…. — estaba por objetar, ya que me sentía molesta aún pero mí madre me interrumpió
— Sino quieres que Mariano nos ayude, entonces buscaré un empleo yo para llevar la casa y tú terminarás los estudios — continúa diciendo ella y yo me enojo aún más por la presión que me están dando, pero termino por aceptar la oferta de Mariano, ya que no quiero que mí madre trabaje
— Está bien, aceptaré la propuesta de Mariano, ya no quiero hablar más del tema, vayan a comer que la comida se enfría — digo saliendo de la sala y subiendo a mí habitación
Me sentía muy furiosa, no me gustaba ser una mujer mantenida, si algo me definía a mí era valerme por mí misma en todo
Llegué al punto de vender mí cuerpo y conseguir la plata para la cirugía de mí madre por mis propios méritos y no que otro pague por mí, como lo quiso hacer mariano en su momento
Desde chica mis padres siempre me inculcaron que todos mis logros tenían que lograrse por mis propios sacrificios, no se porque mí madre ahora se contradice
Pero bueno solo debía pensar las cosas con calma y ver el lado positivo de todo, aunque ahora me sentía molesta, sabía que ellos solo buscaban mí bienestar.