Cassandra ha sufrido mucho a manos de su madre, que la maltrata desde la infancia, hasta que ya no puede más y decide escapar, perdiendo su trabajo y quedando en la calle.
Cass, el apodo por el que prefiere ser llamada, recibe una oportunidad para trabajar como limpiadora en un gran hospital de la ciudad. Este hospital pertenece a dos médicos ricos y exitosos que también han pasado por muchas dificultades en la vida y deciden ayudarla hasta que pueda estabilizarse.
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Capítulo 10
Liam
Estaba muriendo de rabia, ¿cómo puede la chica entrar a trabajar aquí y actuar de forma tan extraña, pareciendo que nos esconde algo serio?
Liam: Mientras mi paciente no llegaba, hablé con el equipo de RR. HH. y saqué todos sus datos, y ella no rellenó la ficha de dirección, quedó de traer después el comprobante para Magdalena, lo que es como mínimo extraño.
Theo: ¿Por qué no me lo contaste?
Liam: Porque no parecía importante, hasta ahora al menos.
Vi a Theo poner los ojos en blanco mientras salíamos de mi consultorio y subíamos hasta el último piso.
Fuimos directo para la oficina y Theo permanecía con los ojos fijos en la cámara de seguridad todo el tiempo, pero nada pasaba.
Conecté la cámara de seguridad en la TV de la oficina y nos quedamos los dos ahí igual que dos idiotas encarando aquella pantalla en que absolutamente nada pasaba.
Liam: ¿Estás seguro de lo que viste? Quiero decir, ¿ella está mismo ahí?
Theo: Claro que estoy seguro, tío, ella está ahí dentro sí.
Liam: ¿Pero está ahí haciendo qué, Theo? No hace sentido eso.
- Me estoy cansando de esperar, creo que es mejor que vayamos hasta allá de una vez.
Theo: Ella puede mentirnos.
Liam: Parece que en eso ella ha sido especialista.
- Pero dime una cosa, ¿por qué nos importa mismo?
Theo: ¿Cómo así?
Liam: Podemos simplemente mandar a un guardia de seguridad hasta allá y echarla a la calle o pedir que él le cobre explicaciones.
Theo: ¿Quieres mismo hacer eso?
Liam: Extrañamente no.
Theo: Me siento de la misma forma.
Nos encaramos por algunos segundos y después volvimos a encarar la pantalla en que nada pasaba.
Ya habían pasado horas en que yo alternaba entre mi celular y la televisión y nada había pasado, estaba quedando exhausto y también ya estaba quedando tarde.
Liam: Para mí llega.
Hablé levantándome de la silla.
Theo: Espera Liam.
No le hice caso y salí de la sala con él viniendo justo detrás de mí, y sinceramente estaba dudando que hubiese realmente alguien en aquel vestuario, ella debe haber ido y mi hermano loco montó esta campana loca, en vano. Pero yo no podía estar más engañado, porque así que abrí la puerta la luz estaba encendida y me encontré con una escena la cual no esperaba jamás.
Miré para Theo detrás de mí y él tampoco osaba abrir la boca, porque ambos estábamos sin palabras y sin entender nada.
Allí estaba ella, acostada en el banco en medio del vestuario, parecía estar durmiendo tranquilamente usando una bolsa grande como almohada.
Acabé soltando un poco la puerta sin querer y ella hizo un leve ruido, pero que fue lo suficiente para hacer que la chica despertase de un salto y se quedase mirándonos asustada.
Cass: Yo... yo...
Entramos los dos en el vestuario y cerramos la puerta.
Theo: Son tantas preguntas Cassandra. Que mal sé lo que decir ahora.
- Primero, ¿por qué rayos estás durmiendo aquí?
- Segundo, ¿por qué me hiciste llevarte hasta tu supuesta casa y después volviste para acá?
Liam: No intentes mentir, chica, ¿qué pretendes conseguir con eso?
- ¿Robar algún documento, alguna información?
Cass: ¿Qué?
- Mira, yo puedo haber mentido y estar durmiendo aquí, pero yo no soy ladrona, jamás robaría ni una aguja siquiera.
Theo: ¿Puedes entonces explicarnos lo que está pasando aquí?
- Estamos confundidos con tus actitudes Cassandra.
La voz de Theo era calma y serena, mientras la mía era áspera y acusatoria. Al final, ¿qué hace esta chica aquí si no está en busca de algo?
Ella comenzó a llorar y yo congelé, Theo parecía más tranquilo y se aproximó a ella, pero yo no conseguí siquiera moverme, verla llorando me dolió de una forma que ni yo mismo sé explicar.
Cass: Yo cuento todo, solo por favor, no me manden aunque, yo necesito este empleo.
Theo: Cálmate, no vamos a despedirte, solo queremos la verdad.
Theo me miró esperando que yo dijese algo que ayudase a ella a hablar en vez de simplemente acusarla.
Liam: Prometo que si tu explicación hace sentido me disculparé por haberte acusado, hasta porque, si no estás aquí atrás de robar algo, ¿estás aquí porque entonces?
Yo y Theo éramos completamente opuestos, siempre lo fuimos. Él es sereno, tranquilo y siempre cree en lo mejor de las personas, ya yo, siempre espero lo peor, él dice ser un defecto mío, pero no lo veo así, al final, eso me impide romperme la cara directo así como sucede con él. Prefiero siempre mantener los pies firmes en el suelo, o por lo menos yo intento.
Cass: Yo huí de casa, y no tenía donde quedar. Ayer yo dormí en la parada de autobús, pero hoy estaba más frío y me quedé con miedo de resfriarme y acabar perdiendo mi primer día de trabajo.
La miré serio con los ojos semicerrados, intentando buscar algo que indicase que aquello era mentira, pero ella parecía sincera, sincera hasta de más y eso me dejó inquieto.
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