Última parte de la saga Casualidad o Destino, continuando y culminando con la historia de Carlos y Lizbeth, así como de su descendencia, mostrando las experiencias, que puede vivir una persona sin importar, la edad que se tenga o la época en la que se encuentre.
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CONSECUENCIAS
Después, de unos meses, las siguientes fiestas de cumpleaños son celebradas, el regalo de los abuelos, es dado bajo distintas circunstancias, los regalos, de este par estaban ocultos, de distinta manera, estos están bajo una cubierta pareciendo autos viejos, que son descubiertos en un instante ante la sorpresa de los festejados.
La fiesta continua, sin ningún sobresalto, y termina, plácidamente, sin ningún problema, pero solo es la calma antes de la tormenta, ya que a la semana siguiente, ya que a Carlos III, le esperaban un par de noticias, que
cambiarían, toda su vida dando una vuelta de 180°, América y Natalia le mandan mensajes, ya que tienen que hablar, con él.
América:
Carlos, necesitamos hablar, tenemos un problema.
Natalia:
Carlos, tengo algo que decirte, no puede esperar.
Al recibir, estos mensajes, Carlos III se preocupa, por los mismos, ya que se imagina cuál será el tema de esas pláticas, por lo que paso, con ambas chicas, no fue cosa de una sola vez, sino que siguieron ocurriendo a menudo, sin ningún cuidado, ni preocupación por las consecuencias, así que decide, hablar con ellas.
El primer encuentro es con América, Carlos III, aún espera que el problema no sea el que se imagina.
Carlos III:
Hola amor, ya estoy aquí dime, ¿Cuál es el problema?
América:
Tengo un retraso.
Carlos III:
Es solo un retraso, no significa que estés embarazada.
América:
Me gustaría que así fuera, pero, soy extremadamente exacta.
Carlos III:
Vamos al médico, hay que realizarte, una prueba de embarazo.
América:
Está bien amor, vamos, aunque la verdad estoy segura del resultado.
Carlos y América, se dirigen al laboratorio más cercano, en donde le sacan sangre a esta última y la prueba está lista, en media hora.
América:
Amor ¿Qué vamos a hacer?
Carlos III:
Dime ¿Qué quieres hacer?
América:
La verdad, no estoy a favor del aborto, así que lo tendré, no te puedo obligar a nada, así que si no te quieres hacer responsable, no te lo pediré.
Carlos III: No estoy insinuando que te realices un aborto, yo tampoco estoy a favor, y obviamente no soy tan cobarde para intentar escapar de mi responsabilidad, te apoyaré sin importar qué.
América:
Gracias amor, ¿pero qué te dirá tu familia?
Carlos III:
No me aplaudirán, eso es seguro.
América:
Te entiendo con mis papás, tampoco serán fáciles de confrontar.
Los resultados, de la prueba, están listos, y como esperaban, son positivos a embarazo, con 2 meses de gestación; por lo cual la pareja decide poner una fecha para poder juntar a las familias, y contarles lo sucedido, aunque para Carlos III será más difícil, ya tiene otra conversación pendiente, así que deja a América, en su casa y se dirige a hablar con Natalia, llegando rápidamente.
Natalia:
Vaya llegaste, más tarde de lo que esperaba, te dije que era urgente.
Carlos III:
Tenía otras cosas que hacer; ahora dime cuál es la urgencia.
Natalia:
Estoy embarazada, y es tuyo.
Carlos III:
¡NO PUEDE SEEER!, dime que estás bromeando.
Natalia:
No lo estoy, ya hice una prueba, tengo 2 meses de embarazo.
Carlos III:
De acuerdo, entonces dime que procede.
Natalia:
Pues, te tendrás que hacer responsable, no pienso abortar, 2 meses es peligroso, para mí y no pienso cortar una vida.
Carlos III:
No eres la única, mi novia también está embarazada, además me dijiste que tomabas anticonceptivos.
Natalia:
Los tomaba, pero no son efectivos al 100%, pero por lo demás, eso es cosa tuya, te tienes que hacer responsable, es tu hijo y si no me crees fácil, puedo hacer una prueba de paternidad cuando nazca, no tengo ningún inconveniente, pero te advierto que no te dejaré escapar.
Carlos III:
No estoy tratando de escapar, solo que no sé cómo se lo diré a mi familia.
Natalia:
Repito, ese es problema tuyo, no me interesa, como lo hagas, pero tendrás que pasarme una buena pensión para tu hijo y para mí, por supuesto, ya que no pienso, trabajar ni durante el embarazo, ni por los próximos 18 años, ya que prefiero ser una madre que se queda en casa.
Carlos III:
Espera, un momento, me estás exigiendo que te mantenga hasta que nuestro hijo sea mayor de edad.
Natalia:
A si es, y más si decide ir a la universidad, y aun así, no podrás de dejar mandarme dinero a menos que quieras que le diga a tu noviecita y a tu familia, lo que paso con nosotros.
Carlos III:
Ahora, entiendo solo, estuviste conmigo por interés.
Natalia:
Ja, en verdad creías que tenía interés en ti, soy mucha mujer para alguien como tú.
Natalia se aleja, sin dar oportunidad, a cualquier tipo de réplica, pero sí con una fuerte amenaza, de arruinar la vida de Carlos III, si no le da lo que ella exige, dejándolo solo para tomar una decisión, demasiado difícil, o darle el dinero que ella exige o contarle a todo mundo que el hijo que espera es de él.
Carlos III:
Soy un idiota, arruine mi propia vida, por caer en la tentación, de una mujer mayor que yo, pensando que en verdad, sentía algo por mí, caí en su trampa, creyendo que no pasaría nada, creo que no tengo otra alternativa, tengo que tomar una decisión, abuelos como los extraño, siempre pude acudir a ustedes.
Carlos III, toma una decisión, drástica, y manda un mensaje, a toda la familia, por el grupo, especificando, que era muy importante, que necesita hablar con ellos urgentemente, por lo cual se apresuran a llegar a la casa familiar en la sala donde tatos problemas, se habían resuelto.
Carlos III:
Familia los he mandado llamar, porque tengo algo, que contarles.
Carolina:
Para avernos juntados a todos, ya me imagino de qué se trata, pero adelante dinos.
Carlos III:
Mamás, tíos, tías, América y Natalia están embarazadas, ambos son míos.
Carolina:
¿Cómo pudiste hacerlo? Ningunos de nosotros te ha dado ese ejemplo.
Al decir esto, Carolina ve totalmente rojo y le da una cachetada a Carlos III dejándole la cara marcada.
Alondra:
Tranquila, amor, no te exaltes, ya está hecho, ahora hay que ver que se va a hacer.
Carlos II:
Sobrino, dinos, que vas a hacer, no te dejaremos solo, pero por tu expresión ciento que hay más.
Gienevive:
Hijo, si hay más dínoslo, ya lo dijo tu tío, pero obviamente no te daremos la espalda.
Kenia:
Yo solo quiero saber, ¿por qué fuiste infiel? He visto que esa muchacha, te quiere mucho.
Carlos III:
Tío Aldebaran, no has dicho nada.
Aldebaran:
No lo he hecho, porque estoy muy decepcionado de ti, ni tus abuelos, ni nosotros, te hemos dado un ejemplo así, no estoy enojado por los embarazos, estoy muy decepcionado por la infidelidad, ahora dime ¿Por qué lo hiciste?
Carlos III, cuenta todo como pasaron las cosas con Natalia, como ella lo sedujo, y él cayó en esa tentación, olvidándose de todos y como ahora lo está chantajeando, para que la mantenga, por el resto de su vida, además de informarles, de la reunión, con los padres de América.