“En la vida tomamos decisiones todo el tiempo, algunas acertadas y otras no tanto. A veces la circunstancias nos llevan por caminos errados. Esta es la historia de la familia Santoscoy, y de su vida dentro de la mafia. La sed de venganza puede sacar lo peor de nosotros, también la lucha de poder y enfrentamientos entre grupos rivales, siempre logra arrasar con todo a su paso.
Pero dentro de tanto odio, también puede nacer el amor y la pasión desmedida, un amor clandestino, entre dos personas que sus vidas no tienen nada en común. Pero que el destino se ha encargado de unir, a pesar de todos los obstáculos que deben atravesar.”
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Lealtad
Capítulo 17
Leonela había llamado a Erick para que su médico los atendiera sin hacer preguntas de lo que realmente había sucedido, en cuanto llegaron al hospital el médico solicitó estudios de sangre, antes de hacerle la cirugía. Quería saber que no hubiera ningún problema que pudiera comprometer su vida.
Kerim esperaba afuera alguna noticia, su camisa estaba llena de la sangre de la mujer que amaba. No podía despejar de su mente la imagen de Leonela defendiéndolo y defendiéndose de la agresión en su contra, era como estar frente a una mujer que no conocía pero la cual adoraba aunque le haya mentido.
—La patrona va a estar bien, no es la primera vez que sale herida.—le decía el Sapo
—Siempre me pregunte porque estaba llena de cicatrices, ahora ya lo sé.—
—Se equivoca, no es por esa causa. Esas cicatrices son por algo mucho peor. Ella no está en el radar de la policía o de cualquier agencia del gobierno del país vecino, ella es una empresaria respetable al igual que sus hermanos, aunque muevan y administren todos los territorios por donde pasa la mercancía ilícita. Los más buscados son solo una fachada, son empleados de ellos.—
—Dime por qué tiene tantas cicatrices.—
—Es mejor que ella se lo diga.—respondió Sapo
No entendía porque Leonela no confiaba en él, pero le había salvado la vida. Y eso era suficiente para olvidar que le diera una explicación. Más tarde llegó Elvira la madre de Leonela en compañía de Víctor.
—¿Como está mi Leonela?¿Donde está?—preguntaba alterada
—Tranquila señora, está en el quirófano ya lleva un rato considerable, creo que no tarda el doctor en salir a decirnos cómo está todo.—respondió Kerim
—Ya te recuerdo, dinos cómo pasó.—Kerim le contaba lo que recordaba, mientras que Sapo le informaba con detalles lo ocurrido en su propio restaurante.
—Todo esto es culpa de Ramón, a ver ahora que locura se le viene a la mente.—decía Víctor enojado.
—Ya basta Víctor, aquí lo importante es que Leonela sigue con vida.—insistía Elvira, en ese momento el médico salió para hablar con ellos.—Doctor, ¿cómo está mi hija?—
—Está bien, no necesito ninguna transfusión, no hay tendones o tejidos dañados. Así que esperaremos a ver cómo sana, no pude hacerle una radiografía para ver si la bala le fracturó el brazo, así que también debemos esperar.—
—¿Por qué no pudo hacerle la radiografía?—pregunto Kerim
—No sirve la máquina, así que veremos con el tiempo si hay fractura, rápidamente dará molestias. En un momento más podrán pasar a verla.—decía el doctor
—Gracias doctor.—decía Elvira
Kerim se sentía tranquilo al saber que estaba fuera de peligro, más tarde tuvo oportunidad de verla y estar a solas con ella. Leonela tenía el cabestrillo ya puesto para la recuperación de su brazo.
—Así no voy a poder defenderme, lamento haberte ocultado quién soy. Pero a tu lado pude sentirme como una mujer ordinaria.—decía Leonela avergonzada frente al hombre que amaba.
—Tu no eres ordinaria, eso es lo que más amo de ti. Eres valiente y decidida, me salvaste la vida, gracias.—
—Soy una delincuente, pero no por imposición. Fue decisión mía.—
Leonela decidió contarle cómo se convirtió en la líder de la organización, comenzando con el origen de todas sus cicatrices, le contó cómo fue abusada a sus escasos catorce años por el mejor amigo y socio de su padre. Y como él le disparo en la clavícula para que se desangrara y muriera, todo por envidia y ambición.
—Está cicatriz me recuerda todos los días mi propósito de vida. Sobreviví y me vengue del animal que destruyó mi vida, me convertí en la jefa sobre todo para poder proteger a mi familia. Pero también debo reconocer que tengo una ambición desmedida, me gusta tener el poder. Aunque el costo es mucho mayor, ya que las almas de aquellos que han muerto en mis manos, me persiguen día y noche. Es por eso que no puedo hacer una vida con nadie, sin que sea arrastrado a este mundo.—
—No puedo opinar porque solo conozco lo que se habla de los mafiosos famosos, pero no tienes nada que ver con ellos. Todos saben que eres una empresaria, aunque debo confesar que tu hermano Ramón si es un mafioso.—ambos reían.—Tengo que decirte que tienes una gran puntería, y la fuerza para estar al frente.—la elogiaba Kerim
—Nunca lastimaría a las personas que amo, para mí la lealtad lo es todo. No estás a salvo a mi lado, por lo tanto debemos dejar de vernos por lo menos en lo que pongo en orden todo.—
—No, no puedo dejarte. Sea quien seas, eres mi mujer a quien amo por sobre todas las cosas.—
Leonela no insistió, pero sabía que Kerim tenía asuntos que arreglar en su matrimonio. Así que ella no quería tener esperanzas de que algún día se quedaría con ella. Mientras tanto Ninfa estaba en las islas griegas pasando unas vacaciones en compañía de Miguel el hermano de Kerim.
—Anoche no me dejaste dormir con tus ronquidos.—decía Ninfa
—Lo siento tenía muchas noches sin dormir tranquilo. Mi hermano ya casi va a cumplir un año en México y tú no has dado señales de vida. Dice mamá que va a tramitar el divorcio, y todo porque no puede engendrar un hijo.—
—Si por eso decidí hacerme una fertilización in vitro, mis óvulos ya están en el laboratorio y también el esperma de Kerim. Cuando él regrese yo ya estaré embarazada.—
—Bien cuñada, que pronto llegue el heredero de los Retana. Espero que no pierdas tu hermosa figura.—
—Descuida eso no pasará, debo volver a Madrid antes de que Genoveva me envíe buscar y se entere que estoy aquí contigo.—
—No pueden pensar mal, eres mi hermana política y para nada de mi gusto. Además eres la mujer de mi hermano, jamás le haría algo así. Yo opino que en lugar de ir a Madrid, deberías viajar a México y darle una sorpresa.—le sugería Miguel.
—Buenos días a los dos.—saludaba la conquista de Miguel, una modelo italiana que también se había quedado con él.
—Tienes razón Miguel, viajaré a México para reconquistar a mi esposo.—
Ninfa había conseguido los óvulos que tanto necesitaba, por fin tendría al bebé que tanto anhelaba su esposo. Así nunca lo iba a perder, y así serían una familia feliz.
Tu si puedes desenmascarar a gerardo
Debemos salvar a Sonia
Así de fácil confías en la palabra del tirador
Acabas de decirlo es tu amiga
Por fas piensa leonela