Rosa Marchita...

Gisela nos da la bienvenida feliz de la vida como siempre, es una de esas mujeres alegres que no se complica la vida por nimiedades y eso me agrada de ella entre muchas otras cosas.

Rosalyn: discúlpame la demora Gisela tuve un pequeño contratiempo, pero ya estamos aquí – le digo y parece importarle la saludo como siempre con un beso en la mejilla y Tiffany igual

Tiffany : la culpa es mía señora – noto que se avergüenza pero se le pasa rápido aunque en parte es cierto

Gisela : bienvenidas mis niñas eso es lo que menos me importa, pero si pensé que de verdad no vendrían – me coge las manos

Tiffany : como no íbamos a venir si usted personalmente nos invitó –

Rosalyn : fanny tiene razón no podríamos hacerte este desaire a ti, no me lo perdonaría – las tres sonreímos y no pude evitar sentir que alguien me miraba pero decidí ignorar a cualquiera que sea

Gisela nos guío a su mesa donde estaban su ex esposo el señor Valentino a quién respeto mucho, hice algunos negocios con él cuadro estaba en la secundaria con ayuda de Fabián y Jimena a quién ya conozco y me cae bien, y por lo visto también el “gran” Dimitrio Sandoval su hijo mayor, empresario #1 de la ciudad temido por ser despiadado en los negocios, no lo conozco personalmente pero se habla mucho de él en los eventos a los que eh asistido que no son muchos pero no creo que sea un hombre del otro mundo.

Gisela: Valentino, Dimitrio les presento a mis dos queridos angelitos, Tiffany y Rosalyn las chicas que me salvaron de la muerte – agregó Gisela y me sentí un poco incomoda pudo omitir esa detalle pero no lo hizo también la sentí que se estremece, seguro por el recuerdo de lo sucedido.

Tiffany: mucho gusto – saluda cordialmente extiende su mano a ambos y ellos responden el saludo como si estuvieran en un coro, bueno después de todo son padre e hijo y son casi el mismo retrato

Seguía sintiendo la mirada del señor Sandoval sobre mí, me hacía sentir una extraña inquietud o más bien algo que no podía descifrar y eso sí era inquietante, ya que hace mucho deje de sentir la mayoría de mis emociones, tanto así que a veces me siento muerta deRosalyn:hago todo casi en piloto automático.

Rosalyn : un gusto en conocerlos – saludo cordialmente,

Aunque conozco al señor Valentino hace mucho que no tengo trato con él así que es prácticamente como si no lo conociera por qué solamente tres veces hicimos negocios y Fabián estuvo presente. El primero en tomar mi mano fue el señor Sandoval que plantó un beso en ella sin dejar de mirarme como todo un casanova, fruncí un poco el ceño ante su acto tuve que jalar mi mano con sutileza y disimulo pues todos los ojos estaban puestos en ambos debido a eso.

Luego saludé al señor Valentino que a diferencia de su imprudente hijo si se comporta como el noble caballero que es. Gisela nos muestra la mesa reservada para Tiffany y para mí y Jimena se sentó con nosotras, nos sentamos y me pregunta que cómo seguía y le dije que bien.

Seguí sintiendo que me observaban y al voltear a mi izquierda lo vi, era nada más ni nada menos que Dimitrio, otra vez su mirada era intensa sentí mi corazón latir con fuerza, necesitaba tomar algo de aire antes que empiece el evento oficialmente me sentía extraña

Me puse de pie las chicas me preguntaron si me sentía bien pero quería salir corriendo de ahí y no sabía por qué.

Estaba a unos pasos de la barra libre cuando escuché la conversación de dos mujeres.

Madre de Daniela: solo tenemos que matar a Jimena ya que podría ser un problema a futuro y de la madre me encargo yo – me detuve en seco al escuchar a la mujer “susurrando” aparentemente a su hija, me di la vuelta lentamente vi como una sonrisa siniestra se dibujo en sus labios

Daniela: es un plan perfecto mamá, pero que hacemos con Valentino él es el problema mayor..... que tal si lo envenenamos? – fue lo último que pude escuchar luego no supe de mi

No era capaz de controlar ese lado oscuro de mi que muy pocos conocen, mi lado razonable luchaba por tomar el control y apartarme pero mi lado bestial tenía el control total sobre mi y eso era malo, muy malo y lo sabía pero a este punto no podía hacer ya nada solo seguir ese instinto animal al cual yo mismo le temo.

-

Rosalyn: ¡HABLA, TE RETO A QUE LO VUELVAS A DECIR PERO DÍMELO EN MI CARA! – escupí esas palabras con rabia incontenible, la tenía sujeta del cuello con mis uñas clavadas en su piel mientras se retorcía intentando liberarse.

Sentí que alguien me habló pero yo no era capaz de razonar, la gente a mi alrededor se alejaba con miedo como si estuvieran viendo un monstruo o una plaga.

Quería gritar, quería llorar, quería decir que no tenían de que temerme que yo no les haría daño, pero después de verme actuar así sabía que no me escucharía nadie lo hizo en su momento y nadie lo haría ahora.

Mamá de Daniela: ¡alejen a esa maldita loca de mi hija o matará a la futura señora Sandoval! – gritó la mujer esa y mi sangre hirvió más, como se atreve a llamarme loca si es verdad que estoy loca ahora mismo pero que me llamara loca con esa sucia boca suya era una osadía que no se la iba a permitir

De pronto sentí que era apartada de mi presa pero antes de que me aleje por completo realice un movimiento rápido y la tire al piso con fuerza, quise írmele encima a la vieja esa que tiene por madre pero fuí arrastra por alguien una vez más.

Cuando me soltó ví que era Fanny, nos encerró a ambas en el sanitario.

Rosalyn: ¡déjame salir y acabar con esa sanguijuela ahora mismo! – le grité hirviendo de rabia pero no era con ella

Tiffany : ¡Ross por favor encuchame! – levanto ambas manos como diciendome como si fuera a atacarla , eso me dolió – tienes que calmarte, respira profundo como lo sabes hacer ¿si? – golpeaban la puerta

Rosalyn: ¡es que no escuchaste lo que dijo esa.....loca!? – doy vueltas en círculos como un animal enjaulado, lo cual era cierto

Gisela : 🔊 Tiffany abre la puerta – escuché y por su voz sabía que era Gisela que se escuchaba preocupada pero eso era lo menos que me importaba necesitaba calmarme como fuera

Rosalyn : ¡diles que se vayan Tiffany por favor diles que se vayan! – le rogué a mi amiga con la mirada ella sabía cuánto odiaba que me vieran en ese estado.

Ella les dijo algo que yo no presté atención y lo último que supe de mí fue sentí un pequeño dolor en mi mano y una calidez que hace mucho tiempo que no sentía en mí.

...****************...

Me desperté en una habitación acondicionada conectada a varios aparatos médicos me sentía mareada y débil, escuchaba discutir a alguien pude distinguir la voz de mi padre al aparecer él era una de las personas que discutían sobre no sé qué cosa.

Intente moverme pero no pude, mire mi vientre abultado y me sentí aliviada. Dos de los hombres vestian batas supuse que eran médicos ellos impidieron que me levante.

Fabián: ¡es mi decisión ustedes hagan su trabajo que para eso les pago! – escuché que dijo mi padre enojado

Rosalyn : papi? – logré dicir pero él ni me miró y salió de la habitación los doctores me miraron con lastima y no entendí el por qué – me pueden decir...que.... esta pasando.... quienes son.....ustedes y por qué.....papá....está tan enojado.....? – ellos se miraron entre sí antes de asentir y volver a mirarme

Doctor: señorita sé que es difícil para usted, pero tiene que ser fuerte – puso su mano en mi hombro como preparándome para lo que estaba por venir, note que se sentían culpables – él señor Del Castillo nos pidió que........

Rosalyn: que?... Eso no puede ser cierto – intente levantarme una vez más, pero me dio una fuerte punzada en el pecho los doctores me volvieron a recostar en la camilla, pero lo único que quería yo era salir de ese lugar con mi bebé vivo dentro de mi no me importaba nada más – ¡déjenme ir, papá ayudame no dejes que lastimen a mi bebé! – rogue una y otra vez pero no recibí respuesta al contrario llegaron más personas en batas.

...****************...

-

Abrí los ojos de golpe y lo primero que ví fue un techo blanco y el constante pitido de la máquina. Me encontraba en una habitación de hospital con una mascarilla de oxígeno y varios aparatos más conectados a mi cuerpo, sentí las pestañas húmedas, debí haber llorado.

Me quite todos esos aparatos que me estorbaban y me sentí.