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La Obsesión Del Jefe De La Mafia

La Obsesión Del Jefe De La Mafia

Status: En proceso
Genre:Mafia / Casarse por embarazo / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:41.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Yesenia Stefany Bello González

Una noche. Un secreto. Una obsesión que lo cambiará todo.

Stefania solo buscaba escapar.
Damián solo buscaba control.
Pero cuando sus mundos chocan en Atenas, el deseo los arrastra a una noche tan intensa que marca a fuego sus almas.

Ella huye antes de que él descubra quién es.
Él la busca sin saber cómo encontrarla.

Lo que ninguno imagina es que un lazo invisible ya los ata para siempre:
un hijo concebido entre la oscuridad y la pasión.

Cuando la verdad salga a la luz, deberán enfrentarse a sus familias, a sus demonios…
y a una obsesión que ni el tiempo ni la distancia han podido destruir.

La Obsesión del Jefe de la Mafia.
Un romance oscuro donde amar es peligroso…
pero pertenecer es inevitable.

NovelToon tiene autorización de Yesenia Stefany Bello González para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Juego de novatos (+21)

Stefy

Respiro por la nariz para no ahogarme, impresionada con lo difícil que es esto. Su sabor se arremolina en mis papilas gustativas y un temblor invade mis entrañas.

Quiero sentirlo dentro de mí.

–Oh, moró, creo que necesitas mi ayuda –dice antes de incorporarse y tomar mi cabello con fuerza.

Se entierra profundamente en mi garganta, ahogándome por completo.

Entierro mis uñas en su vientre lleno de abdominales. La forma en que esos músculos se flexionan con cada movimiento me hipnotiza con cada estocada.

Mi garganta arde con furia, pero no quisiera que fuera de otra manera. Comienzo a babear al mirar el placer en su rostro, metafórica y literalmente.

El calor invade mi vientre con furia cuando el placer se dibuja en su rostro al mismo tiempo que un gruñido retumba a mi alrededor.

Felicidad líquida corre por mi garganta y saboreo hasta la última gota de su esencia, luchando contra una arcada cuando mi garganta se cierra a su alrededor.

–Maldita sea, moró, que bien me la chupas –masculla mientras me levanta.

Mis ojos van a su cuerpo, que todavía está excitado.

Elevo mi ceja. –Creo que no fue suficiente.

Sonríe y me besa. –Lo fue. Verte disfrutar con mi sabor me volvió a encender –susurra mientras acaricia mi labio inferior con su dedo pulgar. Se acerca y succiona mis labios y luego mi lengua, con deleite. Se aleja, luego de unos segundos, con un gruñido–. Eres muy peligrosa para mí, moró.

–¿Moró? –pregunto curiosa.

Niega con su cabeza antes de sentarse en la cama. –Siéntate en mi rostro –ordena–. Quiero saborear ese coño.

Un poco de timidez me invade y quiero patearme. No sé qué me pasa con este hombre, pero me siento como una virgen mirando por primera vez a un hombre excitado y hambriento.

Creo que ni siquiera la primera vez que hice esto me sentí así, torpe y ansiosa. Es como si no supiera lo que viene, y claro que lo sé.

Odio sentirme como una novata cuando soy la maldita creadora de estos juegos.

Ignorando el calor en mi rostro me subo a su regazo y tengo que apartar la mirada cuando los ojos de Damián observan con detenimiento como la evidencia de cuánto lo deseo gotea hacia mis muslos.

Suspira con deleite antes de enterrar sus dedos en mis nalgas y obligarme a bajar a su boca.

–Tus ojos en mí, moró –ordena–. Quiero que veas como me empapo de ti.

Todo dentro de mi cuerpo se tensa cuando su lengua entra en mí y mi trasero golpea su mentón.

El calor inflama mis entrañas como si hubiesen lanzado parafina a una hoguera. Las lenguas de fuego me recorren por dentro mientras observo al hombre bajo mi cuerpo disfrutarme como ningún hombre lo ha hecho antes.

Sus ojos se clavan en los míos, retándome a mantener su mirada y lo hago. Al menos lo intento, porque mis ojos quieren girar dentro de mis cuencas con cada ola de placer que me golpea.

Comienzo a maldecir en español y a gritar con cada delicioso estremecimiento que me recorre todo el cuerpo.

Y pensar que hasta hace unos minutos me había convencido que hice bien en huir de la playa, a pesar de la necesidad que siento de él con cada respiración de mi cuerpo.

Mi garganta duele tanto por su follada reciente como por gritar y sé que probablemente no podré hablar en días, pero todo lo que estoy sintiendo en este momento valdrá el dolor de mañana.

Comienzo a montar su rostro con desesperación, abandonándome a las sensaciones y dejando que mi orgullo salte por la ventana. Lo único que necesito es alcanzar el orgasmo que brilla detrás de mis ojos casi a mi alcance.

Damián aumenta los movimientos de su lengua al mismo tiempo que uno de sus dedos se entierra en mi trasero, lanzándome al vacío.

Lanzo un grito que resuena por toda la habitación cuando mi cuerpo es presa de docenas de espasmos. Si no lo supiera mejor pensaría que estoy teniendo un ataque epiléptico.

No se supone que sea así.

No ahora. No cuando tengo que irme en unas horas. No cuando no podré seguir disfrutando del placer que esperé toda mi vida.

–Maldito imbécil, por supuesto que tenías que comerme el coño como si fuera tu última comida –mascullo mientras mi cuerpo salta en la cama.

–Tienes una boca sucia, moró. Me gusta –dice mientras termina de sacarse la camisa que ya estaba abierta.

Me obligo a tragar el nudo que se forma en mi garganta cuando lo veo desnudándose frente a mí.

Es pura perfección. Cada músculo, cada cicatriz y cada tendón es la última piedra de mi sepultura.

Este hombre es mi ruina.

El miedo reaparece y trato de incorporarme. Mis ojos van a la puerta y antes de que pueda salir pitando de la cama Damián toma mis piernas y me arrastra hasta la orilla de la cama.

–¿A dónde vas, moró?

–Ya tuve suficiente, amigo. Estoy cansada –digo y trato de salir bajo su cuerpo, pero me gira hasta que mi cara está aplastada contra el edredón blanco y luego se sube sobre mi cuerpo, reteniéndome con todo su peso.

–No lo creo, moró. Aún no he terminado contigo –susurra y luego su boca prueba la piel de mi cuello. Trato de empujarlo con mi trasero, pero lo único que consigo es sudar como un puerco. Es muy pesado para mí–. Quieta, pequeña salvaje –ronronea sobre mi oído–. Pronto tendrás motivos para seguir moviendo ese trasero, pero lo harás sobre mi polla.

Todo dentro de mi cuerpo se retuerce con deseo.

¿Qué tiene este hombre? ¿Es porque sé que después de esta noche no lo volveré a ver?

–Quieta, salvajilla –ronronea–. Toda yegua salvaje necesita el domador correcto, moró.

Soplo mi cabello fuera de mi cara y giro mi rostro para mirarlo con mi ceja levantada, usando todo el orgullo de la familia Messina que corre por mis venas y toda la valentía de la familia Guzmán.

–¿Me estás diciendo que tú eres ese domador?

–Lo soy, moró.

Suelto una carcajada que limita con la insolencia. Damián me gira y envuelve su mano en mi cuello con fuerza.

–No intimidas a nadie, grandote –mascullo.

Suspira con deleite. –Esa insolencia –empieza con un chasqueo de lengua–. No me tientes, preciosa, no si no quieres que te folle el culo y no puedas caminar por una semana.

–Promesas –suelto y antes de poder decir algo más Damián entra en mi cuerpo con un empuje certero.

Todo mi cuerpo se tensa y duele. Quisiera golpear su vientre para alejarlo de mí, pero el calor inunda mis entrañas y lo único que puedo hacer es envolverlo con mis piernas.

–Pensé que querías mi culo –digo entre gemidos que limitan con lamentos.

Duele más que la primera vez que tuve sexo. El imbécil tiene una polla de ensueño.

Entierra su rostro entre mis pechos mientras empuja con fuerza contra mi cuerpo, como si quisiera destruirme y adorarme al mismo tiempo.

Imagino que a medida que esta noche transcurra descubriré si me destruirá o me adorará.

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Liana Gonzalez
muy buena
Isabel Balbuena
jajaja hay Stefy lo bueno que no estás enamorada por qué si no quien sabe jajaja
Isabel Balbuena
jajaja es suegro es un hueso duro de roer pero podrás con el ya verás que si Stefy
Isabel Balbuena
Buenos consejos Salvatore Pero tú padre y Apolo no son amigos amigos jajaja hay algoas ahí... ya lo verás
Isabel Balbuena
bueno, osea que tú corazón si late x Stefy.... lo bueno de esto es que estás ahí de incondicional con ella
Isabel Balbuena
hay Salvatore me estás poniendo en dudas jajaja
Isabel Balbuena
jajajaja no quiere al papá de su mejor amigo como papi jajajaj
Isabel Balbuena
hay Salvatore que estás haciendo, dónde Damián se entera que andas de mano suelta con su mujer te mata y de está no te salvas.... por qué homosexual no eres jajaja
Isabel Balbuena
jaja lo dije.... pobre de Stefano
Isabel Balbuena
jaja el no quiere que vuelva de seguro tuvieron que sacarlo arrastras del cuarto de Stefy jaja
Eleanna Beltran
Yesenia, me tienes completamente enganchada a todas tus obras. Eres excelente!!!!
Yesenia Bello González: Gracias por leer y por la puntuación 💛 😊 💕 🙌 💜 ♥️ 💛
total 1 replies
Yuhaly Hernandez
Todas las batallas no se ganan pero la guerra si vamos con todo Stefany a demostrar de q estás hecha ni Apolo ni Damian ni Salvatore con sus jueguitos de probar a ver si caes
Rosa Pandui
Ay Stefy,, tú le gustas a Salvatore ya te lo dijo,,y un diez de excelencia por tu comida
Alondra Reynoso
A huevo cabron!!!!!
A HUEVO!!!
Rosa Pandui
Muy bello
Yesenia Bello González: Gracias por leer y por la puntuación 💛 😊 💕 🙌 💜 ♥️ 💛 😊
total 1 replies
Naty💖R.
para Salvatore que no te salvaremos de Damian, deja de tocar , búscate a otra corazón...
Naty💖R.
a mi ya me enamoró 🥰🥰🥰
Suleima Dominguez Guzman
Yesenia otro capítulo está de ataque gracias por actualizar
Evelyn Padilla
ya llego x quien llorabas, diría mi madre... 😅
vamos Stefy no seas egoísta y dale a Damian de tu comida y veras como se vuelve loco con su sabor...
Evelyn Padilla
bueno... viene de Italia con Iris... yo creo q si tuvo algo más sabroso en la boca y ella también /Chuckle/
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