Ava Becker nunca imaginó que cumplir su sueño de ser modelo la llevaría a un mundo de luces y sombras. Dulce, hermosa y con una figura curvy que desafía los cánones de la moda, logró convertirse en la musa de Aurora Lobo, la diseñadora más influyente de Italia. Sin embargo, detrás de las pasarelas y los reflectores, Ava sigue luchando contra sus inseguridades y el eco de las voces que siempre le dijeron que no era suficiente.
Massimo Di Matteo, miembro de la mafia italiana, jamás creyó en el amor a primera vista. Rodeado de mujeres perfectamente delgadas y dispuestas a todo por tenerlo, su vida parecía marcada por el poder, el control y el deseo superficial. Hasta que la ve a ella. Una mirada basta para romper todos sus estándares y derrumbar cada una de sus certezas: Ava no es como las demás… y justamente por eso, la quiere para sí.
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Nervios, pro y contras.
Ava Becker 💖
No sé cómo algo tan simple como un mensaje puede hacer que el corazón me golpee tan fuerte dentro del pecho.
El teléfono vibra en mis manos y cuando leo su respuesta —tan rápida, tan inmediata—, siento una corriente eléctrica recorrerme entera.
Massimo Di Matteo.
Incluso su nombre me suena como un peligro disfrazado de elegancia.
Dejo el celular sobre la cama y comienzo a caminar por la habitación, sin saber si sonrío por nervios, emoción o miedo. Me toco el pecho, como si con eso pudiera calmar el ritmo de mi corazón.
—Tranquila, Ava… es solo una cena y luego un baile —me digo en voz baja, intentando convencerme.
Pero ni yo me lo creo.
Abro el clóset. Decenas de vestidos, pantalones y faldas me miran de vuelta, como si cada prenda esperara ser elegida para una noche que tal vez cambie algo más que mi atuendo.
No quiero parecer desesperada, pero tampoco quiero que crea que no me importa.
Me muerdo la uña del dedo índice, un viejo hábito que siempre aparece cuando estoy nerviosa.
—¿Vestido o vaqueros? —susurro mientras saco una percha tras otra.
Me pruebo uno corto, luego otro más sobrio, luego algo que no sé si es demasiado atrevido. Me miro al espejo y río nerviosa.
—Ni que fuera una cita —miento en voz baja.
Aunque en el fondo, sé que lo es.
Una cita con el hombre que me ha tenido distraída toda la semana, el que se coló entre mis pensamientos con una mezcla de peligro y ternura que no entiendo.
Cierro los ojos y recuerdo la forma en que me miró la última vez. Esa mirada de fuego contenido, como si luchara contra algo más que el deseo.
Respiro profundo.
No puedo permitir que tenga poder sobre mí. No otra vez. No después de todo lo que he pasado.
Y sin embargo… cuando pienso en su sonrisa, algo dentro de mí se derrite, como si mis defensas no fueran más que papel frente a un incendio. Ah, como odio que sea tan atractivo.
...
Massimo Di Matteo ❤️🔥
Nunca creí que esperar un mensaje pudiera alterarme de esta manera.
He esperado llamadas de políticos, de jefes de organizaciones, incluso de hombres que podían decidir la vida o muerte de otros… pero nunca me había importado tanto el sonido de una simple notificación.
Apoyo la espalda contra el sillón de mi oficina, observando el reloj.
En Florencia ya es tarde, el sol se oculta tras los edificios antiguos, pero mi mente no está aquí.
Mañana, quiero que todo sea perfecto.
Pienso en dónde llevarla. Podría reservar un restaurante solo para nosotros, uno de esos lugares donde la privacidad está garantizada…
Pero no quiero que ella crea que me avergüenzo de ser visto con ella.
No. Ava no es un secreto, ni algo para esconder. Es una mujer que se merece ser admirada. Con la que sería un inmenso honor que me vieran andar lado a lado.
Abro mi agenda y marco un número.
—Buonasera, soy Massimo Di Matteo. Quiero una reserva en Il Castello di Vetro para mañana a las nueve de la noche. La mejor mesa, con vista a la ciudad.
—Por supuesto, señor Di Matteo. Será un honor _responde la voz masculina del otro lado de la línea.
Cuelgo.
Il Castello di Vetro.
Uno de los lugares más exclusivos de Milán. Cristales por todas partes, un techo que refleja la luz de las velas y un ambiente que respira lujo.
Será el escenario perfecto… si logro no estropearlo con mi ansiedad.
Cierro los ojos. Me imagino su expresión cuando me vea, su perfume, la manera en que ladea la cabeza cuando sonríe.
No debería afectarme así.
He tenido mujeres, muchas. He jugado, he mentido, he olvidado. Pero con ella…
Con ella, todo se siente diferente.
Auténtico. Peligrosamente auténtico.
...
Ava Becker 💖
Al día siguiente...
El día pasa lento, casi tortuoso.
Llamo a una esteticista, luego a una peluquera. Quiero sentirme bien conmigo misma, no por él —al menos eso intento convencerme—, sino por mí.
Uñas, depilación, cabello. Todo en orden.
Aunque nada calma ese cosquilleo en el estómago.
Mientras las agujas del reloj avanzan, pienso en mil cosas:
¿Y si no tenemos tema de conversación?
¿Y si él solo quiere… eso?
¿Y si me enamoro de alguien que no puede darme más que una noche?
A las siete empiezo a arreglarme.
Al final elegí un vestido color borgoña de una sola manga, ajustado en la cintura, que resalta mis curvas sin mostrar demasiado.
El escote es discreto, la tela suave como caricia.
Me miro al espejo una y otra vez.
—Está bien, Ava —me susurro—, respira. Te ves hermosa.
A las ocho en punto, el teléfono vibra.
Un mensaje de Massimo:
> “Ya estoy abajo. ¿Subo o te espero aquí?”
Mis dedos tiemblan mientras escribo:
> “Espérame abajo.”
Bloqueo el celular y lo guardo en mi cartera. Me aplico perfume.
Camino por la sala del penthouse, doy vueltas, seis, siete, tal vez diez.
Me río de mí misma, parezco idiota.
Ocho y diez minutos.
Massimo vuelve a escribir.
> “¿Todo bien?”
Le respondo solo con un emoji.
Me gusta hacerlo esperar un poco.
Él me hace sentir nerviosa, puedo devolverle un poco de su propio efecto.
Tomo aire y avanzo hacia el elevador.
Las puertas se cierran lentamente, y mientras el reflejo metálico me devuelve mi propia imagen, siento ese vértigo dulce que solo da el comienzo de algo que puede cambiarlo todo.
El corazón me late tan fuerte que temo que pueda escucharse afuera.
Y mientras el elevador desciende piso a piso, solo una frase cruza por mi mente:
“Massimo Di Matteo… ¿en qué clase de problema me estás metiendo?”
Gracias 😊 querida escritora Rositha 🌹 por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos ☺️❤️
el amor lo cambia todo 🥰