(+ 18 ) Alessandra, es la amada hija del gran empresario Alessandro Sandoval.
Ella hasta los 18 años vivió en burbuja, escondida del mundo real y en una vida de cuento de hadas.
Pero un día se entera que ha vivido en una mentira, se da cuenta que para enfrentar la vida, debe ser fuerte y hacer cosas que jamás imaginó, como cumplir con la voluntad de su Padre, que le pide casarse con su mejor amigo.
Ella cree que será un matrimonio ficticio, pero su deseo por el mejor amigo de su Padre, la hará empezar un juego de seducción inocente, que hará enloquecer a Nicolás su distinguido esposo, y desencadenará una pasion tan desmedida que no podrá ser controlada.
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18- El atardecer...
(Alessandra).
Asimilar todo lo que Nicolás me contó no es tan facil, duele más de lo que alguien se pueda imaginar, duele el alma.
Y cuesta entender por qué alguien como Papá murió, siendo un hombre tan bueno.
Entiendo que la vida da vueltas, en un instante puede cambiar todo un mundo.
Yo ahora me levante, pensando en que iba a ser un dia rutinario.
Pero pasadas las 10 a. m. recibí una llamada que me que me hizo salir de la rutina.
En ese instante salí para New York y al llegár a mi destino, me di cuenta de que no solo había cambiado mi rutina, sino que cambió mi vida para siempre.
Jamás imaginé que hoy pasaría por el dolor más grande que he sentido, perdí a una de las dos personas que más he amado y admirado, perdí a Papá.
Estoy aquí en el parque memorial, que papá Eligio, es un lugar muy hermoso, y junto a donde estarán los restos de Papá, hay un hermoso arbol de flores amarillas.
El paisaje es hermoso, desde aqui se puede ver una hermosa colina, pero mi mente está en el féretro con el cuerpo de mi Padre, que están bajando de un vehículo.
Ver ese ataúd, es como una pesadilla y quiero despertar.
Deseo despertar...
Pero no es una pesadilla, es real, es el funeral de mi amado Padre, y no es un funeral común, pues solo estamos tres personas, y los trabajadores de la funeraria.
Y no es porque Papá no sea conocido, es porque esta es su voluntad.
Cuando el ataúd está abajo, uno de los trabajadores levanta la compuerta, para que podamos verlo.
Nicolás, mí Madre y Yo damos un paso adelante.
Pero al ver eso Nicolás se detiene.
Mientras Mamá y Yo nos acercamos... El se queda un paso detrás de nosotros.
Allí está mi Padre, como si estuviera dormido, su cuerpo se ve hermoso aún estando sin vida.
Tiene puesta su corbata preferida, de su color preferido, el azul cielo; siempre decía que era un regalo de su amigo, también lleva el pañuelo que Mamá le bordó ese que era como un amuleto, siempre lo cargaba con Él y allí en sus manos tiene la pluma que Yo le compré hace años, la apreciaba tanto, pues la compré con mis ahorros.
Me doy cuenta de que Papá pensó en todo y lo dejó organizado todo.
Y solo nos queda aceptar su Voluntad.
—Papá... Papito mío, te amo tanto, te amoooo... no te imaginas el dolor que siento.
No sé como voy a seguir la vida sin ti.
No lo sé
Sin ti, me falta el aire. —le hablo al cuerpo sin vida y allí me derrumbo, las piernas no me responden no puedo estár de pie.
Pero Nicolás, en un instante está a mi lado y me sostiene.
Mamá también está viendo el cuerpo de Papá.
También le habla desde su corazón.
También está rota...
Ella se despide del amor de su vida, al que ama más allá de la muerte.
Nicolás, aun sosteniendome se acerca y pone una de sus enormes manos sobre el ataúd.
Da un profundo suspiro y cierra la compuerta, diciendo.
"Te voy a extrañar amigo mío"
Le hace señal a un trabajador que selle, y que pongan a Papá en la tierra.
Cada vez que le lanzan tierra es como una puñalada en mi pecho, de verdad el alma duele y duele mucho.
Nuestras lágrimas no dejan caer, pero no alivian ni una partícula nuestro dolor...
De repente un rayo de luz se atraviesa por entre las ramas del árbol, y hace que yo levante mis ojos y vea el hermoso atardecer.
El sol se está ocultando, y al ocultarse se deja ver más hermoso que nunca.
Mamá voltea también y allí los tres nos quedamos sorprendidos del precioso atardecer, y los rayos de luz tan hermosos que El sol nos está dando.
Mis lágrimas siguen cayendo, pero mis ojos ya no están en el hueco donde sepultaron a Papá, ni en la tierra que están lanzándole.
Mis ojos están en el sol ocultándose...
Estando allí parada, veo la mano de Nicolás, que se extiende y me da un sobre blanco, a la vez le da uno a Mamá.
—Es una carta de tu Padre para Ti y una para tu Mamá.—Me dice El amigo de Papá, tomo la carta sin decirle palabra alguna.
La abro y antes de empezar a leerla me siento en el césped del parque, a un lado de donde está Papá.
Mamá, se aleja toma asiento en el banquillo de concreto que está frente a la sepultura y también frente al sol, al mismo tiempo, empezamos a leer en silencio.
**Princesa hermosa, no te voy a decir que la vida es cruel, porque me estoy yendo a mis 42 años.
La vida fue justa conmigo y fue maravillosa.
Si pasé muchas dificultades y circunstancias difíciles, pero con el hecho de tenerte a ti y a tu Madre a mi lado, me sentía el hombre mas afortunado del universo.
Viviría un millón de veces mi vida tal y como fue, solo por tenerte como hija de nuevo.
Alessandra mi Alessandra.
Claro que sí pudiera cambiarle algo le cambiaría el hecho de tener que ausentarme de lunes a viernes, esos días eran complicados, pero lo que hacía era pensar en mis dos amores, y eso me llenana de felicidad.
Pues con solo un minuto de tus sonrisas mi vida estaba completa.
Ya sabes que eres mi mayor tesoro... siempre estuve, estoy y estaré orgulloso de ser tu Padre.
También siempre estuve y siempre estaré a tu lado.
Quiero pedirte perdón, por no haberles dicho la verdad de esta enfermedad a tu Madre y a ti.
Lo hice porque quería que me recordarán como lo que fui el hombre más feliz del universo.
Y quiero pedirte, que no estés de luto, sé que mi ausencia física te va a doler, pero Yo seguiré vivo por siempre, quiero que vivas la vida como si estoy a tú lado, debes ser valiente, alegre, entusiasta, debes vivir tu vida al máximo, y buscar la felicidad.
Pon siempre en práctica todo lo que tu Madre y Yo te hemos enseñado.
Por último quiero decirte dos cosas.
Elegí este lugar, porque el anochecer no es tan malo, si hay un momento de oscuridad, porque el sol oculta, pero recuerda Princesa, siempre habrá un amanecer...
Este será nuestro punto de reunión, puedes venir a verme cuando quieras... Ahora soy el atardecer, mañana seré amanecer...
Pero estaré todos los días.
Te dejo mi agenda, mi laptop y mi móvil, con algunas indicaciones y te compré una pluma, porque al igual que Yo, firmaras muchos dicumentos, tiene las mismas iniciales como la que tu me diste a mi, A.S. y cuando la pedí me sentía muy feliz de saber que cada que firmes algo, te acordarás de mi, justo como me ocurría a mi con la que tu me diste y que llevo conmigo.
Yo te he escrito lo que quiero, pero confío en que tú eres sabia e inteligente, siempre sabrás que hacer.
Solo me resta decirte que te amo y que me voy tranquilo y sintiéndome amado por ti...**
Leer la carta de mi Padre, no alivia el dolor, pero si calma la angustia.
Volteo a Mamá, está parada frente al último pedacito de sol que se logra ver.
Veo a Nicolás, se acerca a mí y extiende su mano para ayudarme, a levantarme, y allí nos quedamos parados los dos juntos, hasta que la luz del sol se ocultó por completo.
Las lámparas del parque nos iluminaron y puedo ver como están sellando por completo y poniendo una lápida, que se lee.
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Pasada las ocho de la noche, Nicolas se acerca y me dice.
—Alessandra es hora irnos, veo a Mamá y me hace un gesto con su cabeza, nos subimos a la camioneta del Amigo de Papa y dejandos en el parque memorial a Papa y parte de nuestra alma.
Varios minutos después, llegamos a casa, Nicolás se baja para ayudarnos como todo un caballero, me entrega todas cosas que papá me dejó.
Luego se acerca a mi Madre y también le entrega unas cosas, incluyendo los documentos personales de Papá.
Y le dice que mañana vendrá para hablar de temas Pendientes
Se despide de Ella, Luego me mira y es como si hay una lucha interna en Él.
Al final me da el más fuerte de los abrazos... no entiendo por qué pero su abrazo me conforta tanto.
Y es un abrazo que se siente diferente, pero se siente bonito...