Noches De Lujuria

Maria …

Me despierto con el sonido del despertador, miro la hora y son las 7 am, me levanto del sillón donde estaba y me acerco a mí madre que se encontraba desayunando 

— Mamá Buenos días, ¿Dime cómo te sientes hoy? — le pregunto sentándome a su lado 

— Estoy bien hija, no te preocupes — me dice ella, pero en su voz noto algo de agitación 

— Mamá, ¿Segura que estás bien? Porque tu voz suena agitada, ¿Otra vez tuviste arritmia? — le pregunto con preocupación 

— Solo un poco, pero ya estoy bien, no te preocupes hija — me dice ella con una sonrisa apagada y mí corazón se entristece al verla a mí madre así 

— Una semana mami, solo falta una semana y ya dejaras de sufrir, saldrás de esta clínica y vivirás sin preocupaciones — le digo abrazándola, y es que quería que el tiempo se pasara rápido para que mí madre ya se recuperara 

— Lo sé cariño, aunque aún me inquieta de dónde sacarás esa plata para pagar la cirugía — dice ella con tristeza y angustias, pero no le podía decir la verdad, no por ahora, por lo que tuve que mentirle 

— No te preocupes por la plata, hablé con Mariano y él pagará el costo de la cirugía y luego yo se la iré devolviendo de a poco a medida que la vaya teniendo, así que ya no te preocupes por ese tema — le miento para que esté tranquila 

— Bueno, de ser así me quedo más tranquila, ya que me preocupaba que tuvieras que atorarte con trabajos para conseguir ese dinero, o que hicieras algo indecente para conseguirlo, eso jamás me lo perdonaría — me dice ella y yo la miro en silencio, eso significaba que jamás le diría la verdad de como consegui ese dinero 

— Ya mamá, deja de preocuparte por cosas que no importan, lo importante es que estés tranquila estos días antes de la cirugía, para que no vuelvas a tener otra recaída — le digo dándole un beso en la frente — Ahora me iré al trabajo, nos vemos al mediodía — le digo despidiéndome de ella 

Después de salir de la clínica, camino hasta la parada de colectivos y mientras esperaba que llegara decidí mandarle un mensaje a Mariano, ya que pregunte por él en la clínica y me dijeron que hasta mañana no venía 

📨 — Perdón por molestarte, te pido un favor, le he dicho a mí madre que la cirugía la pagas tú y yo te iré devolviendo la plata de a poco, ya que la notaba muy estresada por saber cómo conseguiría esa plata. Por favor si ella te pregunta dile que si la pusiste vos, por favor — le escribo y le mando 

Justo en ese momento llega el colectivo y me subo para dirigirme al restaurante 

Al llegar al restaurante, miro mí teléfono para ver si Mariano me había respondido, pero no tenía ningún mensaje, así que simplemente comencé a trabajar 

A media mañana el restaurante estaba tranquilo, ya que no había muchos clientes, por lo que nos tomamos un descanso hasta que llegarán más clientes 

Buscaba con la mirada a Luli, ya que hoy la había visto pero no habíamos hablado y la había notado algo distraída, por lo que quería saber que le pasaba 

Comencé a buscarla por todo el restaurante hasta que la encuentro sola atrás del restaurante, así que rápidamente me acerque a ella 

— Lu, ¿Qué te sucede? ¿Por qué estás triste? — le pregunto llegando hasta ella 

Ella al verme, comenzó a llorar y me abrazó, eso me tomó por sorpresa, ya que ella era de esas personas que siempre vivían alegres por todo 

— Mari, mí esposo me está engañando con otra — me dice ella llorando y sin dejar de abrazarme 

— ¿Qué? ¿Cómo sabes que te está engañando? — le pregunto sorprendida 

— Porque mientras él se bañaba hoy en la mañana, le llegó un mensaje, yo tomé su celular para ver quién era a esa hora de la mañana y veo que era una mujer, que le decía que había soñado con él, que lo deseaba y que ansiaba que el día se pasara rápido para verlo de nuevo en la noche — me dice ella aún llorando 

— ¿Qué? ¿Y tú qué hiciste? — le pregunto curiosa y sorprendida 

— Lo enfrenté, le dije que me diera una explicación de ese mensaje y me lo negó, me dijo que él no me engañaba con nadie, y que ese mensaje de seguro se había equivocado de número. Yo no le creí Mari, pero tampoco me iba a quedar discutiendo, ya que se me hacía tarde para venir al trabajo — me dice ella con tristeza y enojo 

— ¿Y qué piensas hacer? — le pregunto 

— No lo sé, debo descubrir si me está engañando con alguien o realmente el mensaje de hoy fue solo una equivocación — me dice ella pensando 

— Mira, podemos hacer así, mañana no trabajamos nosotras, pero pero podemos hablar con el encargado, pedirle que nos cambien el día, que nos de libre hoy y mañana trabajamos, así podremos saber si tu marido realmente te engaña — le digo yo decidida a ayudarla 

— Es un excelente plan, vayamos a hablar con Ricardo para ver si nos acepta el cambio de día — me dice ella tomándome de la mano y volviendo a entrar al restaurante 

Caminamos hasta la oficina del encargado y después de un golpecito suave en la puerta, Ricardo nos dejó pasar 

Le preguntamos si nos podía cambiar el franco de la noche y nos dijo que sí, que no había problemas, así que una vez que salimos de la oficina del encargado, nos pusimos a planear lo que haríamos en la tarde para atrapar al marido de Luli infraganti 

Llegado el mediodía, salimos del restaurante como todos los días, ella se fue para su casa y yo para la clínica, pero ambas quedamos en vernos en la tarde, ya que yo la esperaría en la esquina de su casa y ella saldría como todos los días para ir a trabajar, pero está vez nos quedaríamos en la esquina esperando ver si él salía para seguirlo.

Al llegar a la clínica, me dirijo para la habitación de mí madre y ahí me quedo con ella hasta la tarde que me tocó volver a salir.

Al llegar a la esquina de la casa de Luli, le mando un mensaje con una manito para que sepa que yo ya estoy acá afuera y unos minutos después ella sale se sube a su auto y dobla en la esquina donde estaba yo, ya que debía ocultar el auto por si salía el marido y lo veía 

— ¿Cómo te sientes? — le pregunto cuando ella llega a mí lado

— Nerviosa — me dice ella 

— Tranquila, hoy vamos a descubrir la verdad si te engaña, y si realmente te está engañando debes divorciarte amiga, no puedes seguir al lado de ese infiel — le digo yo sería 

— Lo sé, y eso me duele aún más, ya que fueron 3 años los que estuvimos juntos y yo realmente lo amo, pero si en verdad me engaña, no seguiré más con él — me dice ella con tristeza 

15 minutos después lo vemos salir de la casa y subirse al auto, rápidamente corrimos al auto de ella y también nos subimos, y una vez que lo vimos pasar, salimos detrás de él 

— Conduce más despacio Lu, porque te puede ver si te acercas demasiado a él y el plan se iría por el caño — le digo ya que la veía que aceleraba y cada vez nos acercábamos más a él 

— Lo siento, es que los nervios me están jugando una mala pasada amiga, tengo miedo, miedo de que en verdad me este engañando — me dice ella con muchos nervios 

— Se que va a ser doloroso, pero es la única forma de que abras los ojos y veas la clase de hombre que tienes al lado amiga. Se que lo amas, pero él no te ama Lu, sino no te engañaría, entonces debes pensar más en ti — le digo con sinceridad, ya que me duele verla sufrir por un hombre que no la ama 

— Lo sé, ¿pero cómo hago amiga? Él fue mí primer novio, el primer hombre del cual me enamoré, con el que tuve mí primera vez y con el cual me case, ¿Cómo hago para olvidar todo eso? — me dice ella comenzando a llorar de nuevo 

— Lu, entiendo tu dolor, pero debes ver la realidad, él te dirá que te ama, para que no lo dejes, pero si te engaña con otra mujer es porque en realidad no te ama. Tienes 22 años amiga todavía eres joven y puedes encontrar a alguien que realmente te amé de verdad — le vuelvo a repetir 

Ella no dijo más nada, simplemente siguió conduciendo más lento, pero sin perderlo de vista 

Pocos minutos después lo vemos estacionar en una casa, se baja del auto y se acerca a golpear la puerta, donde enseguida una mujer en bata de baño lo recibe abrazándolo y besándolo 

Enseguida tomé mí celular y comencé a filmar ese momento, si el maldito no quería darle el divorcio a Luli, con estas pruebas el juez le concedería el divorcio de inmediato. 

La mujer lo jala de la mano y lo hace entrar a la casa cerrando la puerta detrás de ella

Luli se mantuvo en silencio por varios minutos, mientras seguía observando la puerta de la casa y lágrimas se le deslizaban por los ojos 

— ¿Conoces a la mujer? — le pregunto 

— Si, ella fue su clienta el año pasado — responde ella y yo abro los ojos 

Fernando el esposo de Luli es abogado, pero no tan reconocido como otros, él solo se especializa a casos de divorcios 

— Osea, que desde el año pasado que te está engañando — digo yo algo sorprendida 

— Vámonos — dice ella 

— Espera — le digo abriendo la puerta del auto — Quédate aquí, ya vuelvo 

Bajo del auto y camino hasta la casa de esa mujer, quería ver si por las ventanas que dan a la calle los veía pero tenía las persianas bajas y no llegaba a ver con claridad 

Decidí arriesgarme y entrar sin hacer ruido para poder filmarlos, sabía que estaban en la sala porque los pude ver por la ventana 

Antes de abrir la puerta, encendí la cámara y cuando estaba por entrar Luli me detuvo 

— No lo hagas, no vale la pena, si ella te denuncia por invadir su casa, estarás en serios problemas, hasta prisión te pueden dar, déjalo yo me encargo — me dice ella y yo me quedo mirándola, no sabía que podía pasar eso 

De pronto la veo que comienza a tocar timbre sin parar hasta que la puerta se abre y sorprendentemente es Fernando quien atendió, descalzo y sin camisa, solo con el pantalón puesto 

— Lu — dijo él pálido al verla ahí parada 

Luli se acercó y le dio una bofetada, luego le metió las manos en los bolsillos y le sacó las llaves de la casa 

— No vuelvas a mí casa, y el lunes te espero a las 9 de la mañana en el registro civil para firmar el divorcio, a menos que quieras ir a juicio y que muestre las fotos y videos que te tome con ella, como las pruebas de tu infidelidad — le dice ella dándose la vuelta y caminando hacia su auto nuevamente 

Yo caminé detrás de ella hasta llegar al auto, ambas subimos y Luli arrancó saliendo a toda prisa de ese lugar 

Yo la miraba, pero no quería decir nada, iba a esperar a qué ella llegara a la casa para poder hablar tranquilas.