Antonella, una mujer fuerte, luchadora y divertida. Desde muy joven comenzó su carrera como profesora. Siempre dispuesta, luchó durante años al lado de su esposo, solo para ser traicionada y reemplazada por otra mujer cuando él estaba en la cima de su carrera y con una vida cómoda. La única cosa buena que sacó de esa relación fue su hija, que ahora tiene 17 años.
Enrico, mafioso o mejor dicho, el Don o Capo de la Mafia, como la mayoría, no por elección, sino por herencia familiar. Vio a sus padres ser asesinados y, después de eso, se convirtió en un hombre frío, cruel y temido por todos. Dueño de una belleza poco común, es autoritario, peligroso y posesivo. No conoce el amor. Estuvo casado durante 10 años con Brigite, como muchos, por alianzas. Brigite fue asesinada en una emboscada, dejándolo con dos hijos pequeños.
Ella cree en el amor, aún sufre por haber amado demasiado, pero quiere empezar de nuevo, aunque con pocas expectativas. Él necesita a alguien que lo ayude con sus hijos y está considerando tener otra esposa.
El destino de Antonella se cruza con el de Don Enrico para salvar a su hija.
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Capítulo 6
Minutos antes
Antonella
Salgo de la escuela, voy a almorzar con mi hija, sus clases aún no han comenzado, así que voy a aprovechar.
Paso por el supermercado, compro carne para asar y espero que ella haya hecho algo para acompañar, le pedí antes de salir.
Al llegar a casa, hay dos coches muy elegantes frente a mi casa, todos negros con cristales tintados y dos armarios frente a mi puerta de entrada.
¡Y no podía faltar mi vecina en la ventana observándolo todo! Claro, ni siquiera necesitamos un guardia en la calle, ella lo sabe todo o casi todo, menos mal que ni se imagina lo que pasó con su loro, que Dios lo tenga en su gloria.
¿Qué mie*** es esta? ¿Quién habrá muerto? ¿Serán de la funeraria y el desgraciado de Fillipo se ha ido a una mejor?
Entro en el garaje, bajo, me quito los zapatos, como no soy alta siempre uso tacones altos y finos, ¡me encantan!!! lástima que soy muy patosa y siempre llevo bailarinas en el coche, no puedo conducir con tacones.
Me pongo mis zapatos de tacón y voy a ver si es aquí.
Llego a la sala y hay cuatro hombres de traje, ¡guau! qué espectáculo, miro al sofá y veo a Fiorella con los ojos llenos de lágrimas y a Fillipo a su lado, ¿qué hace este H.P. en mi casa?
Enrico
En eso entra una mujer con delantal, ¿será enfermera, médica tal vez....?, no es alta, pero es guapa, no es joven pero a pesar de que el delantal no me deja ver bien, parece tener un buen cuerpo.
Antonella- hola
Todos – hola
Antonella – ¿puedo saber el porqué de esta invasión en mi casa?
Fillipo – Bella es que
Antonella interrumpiéndole – para ti es Antonella y sabes que no eres bienvenido en mi casa, puedes irte
Fiorella- ¡mamá por favor! papá tiene problemas
Antonella – claro que para venir aquí sólo puede ser por problemas....
acercándose a ella – hija mía, ¿qué te ha hecho este desgraciado?
Fiorella- mamá, él no me ha hecho nada, no llames desgraciado a mi padre
Antonella – ¿quieres que lo llame desgraciado?
Fiorella- ¡mamá!
Enrico
me obligo a sonreír por dentro, ella lo odia más que yo a este Fillipo
Antonella mirando a los cuatro hombres de traje- ¿quiénes son ustedes? ¿y qué hacen en mi casa? siendo más específica en mi sala de estar
Dario – nosotros estamos con Fillipo
Antonella – entonces mis queridos pueden irse y llevárselo con ustedes, porque Fillipo no es bienvenido aquí
Enrico pensando, dijo ex mujer, vamos a ver – es que su marido me debe dinero
Antonella riendo – ¿¿¿marido???? ¡No! amigo mío, de ese estorbo me libré hace meses y soy su ex mujer o sea ¡nada!
así que si él te debe, llévatelo y haz que te pague
Frederico – ahí está la cuestión, vinimos a cobrar
Antonella- se han equivocado de lugar, esta es mi casa y la de mi hija y no tenemos dinero.
Ve a su empresa, tiene dinero, tiene pisos y otros bienes
Rinaldo – eso no le importa al Don
Antonella – ¿Don? ¿qué Don?
Fiorella- mamá Don Enrico
Antonella – ¿estoy en la misma...?
Fiorella- ¡¡mamá!! El mafioso
Antonella
Me detengo y empiezo a observar a los hombres, estaba tan enfadada al ver a Fillipo y a mi niña conteniendo las lágrimas que ni me fijé en la belleza de los desgraciados.
Y resulta que es el mismísimo y temido Don Enrico y qué razón tenía Lina, ¡guapo!... este Don ui...
Enrico – ¿puedo matarlo?
Antonella mirando a los ojos de Enrico- si quieres, por mí no hará falta
Fiorella- ¡¡¡¡mamá!!!! Es mi padre
Antonella – es verdad Fiorella, discúlpame por eso
Pero díganme ¿qué quieren aquí?
Enrico me miró a los ojos y la gente no se atreve a hacerlo y además no me llamó señor, ni Don y no veo miedo en su mirada sino rabia, por no hablar de que es graciosa y mis amigos se ríen cada dos por tres
Fillipo – Antonella por favor no mires al Don Enrico de esa manera,
Por favor señor, discúlpeme, no sabía con quién estaba hablando
Antonella- habla por ti, cobarde de ... olvídalo .... respiro ¿te hice una pregunta?
Fiorella – la perdona por favor, mamá te va a matar
Antonella – no me va a matar, si fuera a matarme ya lo habría hecho, ¿crees que un hombre como él avisa?
Enrico podría matarla sólo por la osadía, pero no quería matar y no podía – he venido a cobrar o a la hija de Fillipo
Antonella- ¡No! primero están invadiendo mi casa y podría llamar a la policía
Enrico sonríe con sorna – ¿crees que la policía querría enfrentarse a mí, por una visita?
Antonella pensando claro la policía le tiene miedo, ya lo he oído... calma, piensa Antonella
Fillipo- por favor te pago, te doy mis pisos, coches y en último caso la empresa
Antonella – ¿¿¿últimos casos??? Eres un desgraciado, ¿no podías haberte metido con el viejecito del juego del bicho? ¡no! tenías que meterte con el cabecilla de la mafia
Enrico se quería reír, está chiflada......esta mujer me da ganas de reír, vi que Frederico se rió, Dario y Rinaldo que es más serio también, a ella le daba igual que estuviéramos escuchando o armados
Fiorella – ¿qué vas a hacer conmigo?
Enrico – aún no lo sé, probablemente la pondré a ayudar con mis hijos y esperaré a que cumpla 18 años y la venderé a alguien de la mafia, seguro que es pura todavía, si no la pongo en el club nocturno para que me dé beneficios.
Fiorella aterrorizada – ¡¡¡papá!!! por favor haz algo
Fillipo – querida, no puedo hacer nada más
Antonella – como siempre, él nunca puede hacer nada....
pero tengo una propuesta
Enrico - hazla