Cuando la familia de Saya es tomada como rehén por los soldados del despiadado Alfa Kadir, el destino parece sellado. Sin embargo, en medio del caos, aparece Savir, el Alfa supremo de la manada Luna Dagda, un lobo temido en todas las regiones por su fuerza implacable y su corazón helado desde la muerte de su compañera.
Como pago por su vida, el padre de Saya promete entregarle a su hija mayor en matrimonio... sin imaginar que esa hija ya ha sido prometida a otro.
La deuda debe saldarse, y la única opción es Saya.
Obligada a ocupar el lugar de su hermana, Saya es entregada al Alfa como una novia de reemplazo, condenada a compartir lecho y manada con un lobo al que teme... y que no tiene intención alguna de amar.
Savir ha jurado lealtad eterna a su compañera fallecida. Para él, Saya no es más que una sombra, una sustituta.
Pero hay un secreto que el destino no tardará en revelar: la sangre de Saya lleva la marca. Ella es su verdadera pareja destinada.
NovelToon tiene autorización de Luna Ro para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo: ¿Sedujiste a un Alfa?
Todos pusieron nerviosos, y enviaron a las chicas a otra habitación.
Lord Sallow soportó el dolor, se levantó, debía estar de pie ante el rey Alfa, que era demasiado vanidoso para soportar que alguien no se pusiera de pie en su presencia.
Lord Sallow se volvió un amasijo de nervios ante el rey Alfa, hicieron una cálida reverencia, soportó el dolor.
—Lady Sallow, déjeme a solas con su marido.
La mujer asintió y se retiró.
El rey fijó sus ojos en Elric.
—No estoy de acuerdo en que mi princesa se case con tu hijo, Lord Sallow, no es mala voluntad, pero, no creo que él sea un compañero digno de ella.
Elric se mantuvo con la cabeza baja.
—Solo el tiempo y él, podrán demostrar si valió la pena; supe que se enfrentó a mis guerreros como un salvaje, Lord Sallow, si eso lo hubiese hecho su hijo, no dudaría en que sería perfecto, pero, no lo hizo, prefirió huir como una rata —dijo el hombre.
Lord Sallow y su hijo se quedaron callados, no podían decir nada, vieron al rey Alfa, vestido con una capa roja, bordada en hilos de oro, y su corona brillante.
—En fin, decidí casar a una de tus hijas con mi querido hijo, el príncipe Conan.
Los ojos de Lord se abrieron enormes.
—¿A una de mis hijas?
—He elegido a la pequeña loba Anika, ya que no conozco a Saya. Al respecto, quiero conocerla ahora mismo, sé que tiene un espíritu guerrero, eso me contó Yulak, mi salvaje guerrero, quiero conocerla ahora mismo, llévela a su jardín, mientras admiro las rosas de Lady Sallow.
El rey Alfa salió, ellos hicieron una reverencia.
—Padre, ¡Mi hermana será princesa consorte!
Lord Sallow le miró con rabia, apretó su cuello con su mano.
—¡Eres un idiota! No sabes lo que has hecho —sentenció su padre.
Lady Sallow fue por su hija, le exigió que saliera.
—¡Es el rey Alfa quien te busca afuera!
Saya se puso muy nerviosa, su madre arregló sus oscuros y lacios cabellos.
Cuando la chica iba afuera, su padre la detuvo.
—Sé inteligente, ten cuidado con lo que dices sobre la manada Luna Dagda.
La chica tembló, asintió, entendía lo que su padre decía.
El rey Alfa Kadir siempre odiaba a esa manada, más que eso, una sola vez, cuando quiso enfrentarlos con su gran ejército, la manada Luna Dagda acabó con todos, incluso mató a un hijo del rey Alfa, el príncipe Yan, el rey Alfa lloró tanto su perdida, que casi muere de tristeza.
**
Saya llegó hasta el jardín, observó al rey Alfa, tragó saliva, nunca había visto al rey, al menos no frente a frente, solo de lejos.
Se acercó e hizo una suave reverencia, no levantó el rostro.
—Lady Saya, ¿Así que usted es la pequeña loba fiera que casi mata a Yulak?
Saya sintió la mano del rey Alfa tocando su barbilla para que ella lo viera.
Los ojos de Saya por fin vieron al hombre.
El rey Alfa esbozó una cálida sonrisa, observando su rostro.
La mano del rey se acercó a su rostro, la chica se puso rígida, era lista, lo suficiente para saber que, si alejaba esa mano, estaría en peligro de muerte junto a su familia.
Sintió ese toque, el hombre pellizcando su barbilla con cierta suavidad.
—No veo ni un solo rasgo salvaje, solo veo a una hembra hermosa, ¿Cómo puede ser esta misma loba la que golpeó a mis hombres? He escuchado historias sobre ti, Saya, pero solo una creo que es real, ¿Quieres saber cuál es?
Saya bajó la mirada.
—Quiero escuchar cualquier cosa que su majestad quiera contarme —dijo con voz suave, era mejor dar por el lado de ese hombre, no era tan tonta para arriesgarse a perder la cabeza.
—¿Es cierto que mi dulce Lady Saya sedujo al Alfa Savir de la manada Luna Dagda para que salvara su vida? —exclamó el rey, sus ojos se volvieron severos, y el pellizco en su barbilla comenzó a doler.
Los ojos de Saya le miraron con terror, su instinto la tentaba a defenderse, pero su mente le recordaba que un paso en falso y era el fin.
—No… —Balbuceó.
—¿Y por qué debo creerte, Saya?
Ella titubeó.
—Si hubiese seducido al Alfa Savir de la manada Luna Dagda, ¿Por qué me dejó ir? ¿Acaso no me tendría en su manada para él?
El rey Alfa sintió que su pregunta lo hizo ver como un tonto, la soltó al instante.
Saya solo hundió la mirada.
«Es una pequeña astuta, así es como debe ser una reina, no como la reina Marah», pensó el lobo del rey.
El hombre sonrió, acarició su mejilla, como si ella fuera una cachorrita herido.
—Está bien, Lady Saya, no la juzgo por nada, siempre le tendré un gran cariño, me gustan las hembras como usted, siempre sinceras, y fuertes, no quiero una vieja loba temblorosa sobre mi espalda.
El rey sonrió. Saya le dedicó más que una mirada pasiva, luego le dedicó una reverencia.
El rey fue tras ella, entraron a la casa.
—Lleven a Lady Anika y Lord Elric en una semana al castillo, haremos la ceremonia con rapidez.
Saya se quedó conmocionada, luego hicieron una reverencia, el rey se había marchado.
***
A solas, Saya miró a su padre aturdida.
—¿Anika se casará?
Su madre estaba feliz.
—¡Anika se casará! ¡Con un príncipe! Mis hijos serán príncipes, qué gran honor, Saya podrá elegir a un gran hombre noble —dijo la mujer.
—¡Cállate, mujer! No sabes en qué maldito lío estamos metidos.
—¿Lío? Los líos terminaron, querido esposo, ¡nuestros hijos serán príncipes consortes! Seremos muy ricos, poderosos, nadie podrá hacernos daño.
—¡Cállate! El Alfa Savir de la manada Luna Dagda eligió a Anika como su esposa, ahora dime, ¿Cómo puedo casar a Anika con dos hombres? ¿Cómo cumpliré mi palabra?