Nuestro Destino

Violeta se sentó en la acera a pensar cómo le iba a hacer para llegar nuevamente al apartamento, pero nada pasó por su mente, pues, de nada le valía tomar un taxi porque no sabía ni cómo se llamaba aquella torre, aún que seguro sería una de las más prestigiosas, aun así no sabía qué hacer.

Mientras ella estaba hundida en sus pensamientos, no se dio cuenta de que un grupo de jóvenes adolescentes ebrios se acercaron a ella, pues ya era de noche y en España la noche es joven.

—Borracho 1: huhu que hace una linda señorita sola en la calle. (Dijo con dobles intenciones y mirándola de una manera que a nadie le gustaría digamos como un depredador a su presa)

—Borracho 2: quiere que la llevemos a casa linda damisela. (Dijo mientras todos comenzaron a reír mientras se tambaleaban)

—Violeta: déjenme en paz estoy embarazada. (Dijo levantándose y caminando muy asustada y nerviosa)

—¿Borracho 3: a donde crees que vas? (Dijo tomándola del brazo con malas intenciones)

—Violeta: no suelteme. (Dijo forcejeando asustada)

—Borracho 4: tráela yo seré el primero. (Dijo aserrándose con una sonrisa muy escalofriante)

—Violeta: por favor no. (Dijo mientras un miedo terrible recorría todo su cuerpo)

Violeta al estar tan asustada inconscientemente cerró los ojos y aquellos chicos crearon un círculo al rededor de ella dejándola con una oveja lista para ser sacrificada, cuando escucho una voz gruesa sin saber de dónde venía, pero se le hacía muy familiar.

—Max: si la tocas para mañana no tendrás manos. (Dijo mientras sus hombres rodeaban los jóvenes apurándolos con sus armas)

—Borracho 1: es el demonio Trejo. (Dijo asustado mientras lo llamaba por el apodo que todos le habían dado a Max)

—Borracho 3: perdónenos señor no volveremos hacer algo así. (Dijeron asustados haciendo que aquella borrachera se les pasara de una vez)

—Max: ya es demasiado tarde. (Dijo dándole un puño en la cara tan fuerte que le rompió la nariz)

Violeta abrió los ojos y aquellos chicos estaban recibiendo una fuerte golpiza sin ninguna piedad, mientras que una fuerte mano llegaba a ella para ayudarla a ponerse de pie.

—Max: vamos a casa. (Dijo levantándola y subiéndola al auto yéndose ellos y sus séquitos dejando aquellos chicos en la calle golpeados)

Violeta al ver a Max sus ojos se llenaron de esperanza y un brillo como nunca entonces sintió como su corazón se iba a salir de su pecho, con su mano temblorosa se sostuvo de Max quien no la soltó hasta llegar al auto.

Al llegar al apartamento Max no podía contener las ganas de preguntarle por qué había salido sin decir nada, pero al verla podía ver el miedo en sus ojos y eso lo lleno de rabia, ella estaba indefensa y embarazada debió tener mucho miedo tanto que estaba en shock.

—Violeta: iré a la habitación, quiero descansar. (Dijo con la mirada perdida caminando a su habitación)

Cuando violeta se fue Max se dio cuenta de que ella quizás no había cenado y estando embarazada de gemelos debía alimentarse mucho más que bien después de todo eran sus hijos y quería que estuvieran sanos así que llamó a sus hombres y los mandó hacer la compra.

Abastecieron la cocina y él llamó a una amiga chef para que esa noche le prepara una cena especial, pues, quería que violeta olvidara ese suceso tan perturbador para ella, después de dos horas cocinando la amiga de Max terminó y se fue preparó entradas deliciosas y platillos fuertes exquisitos además de los ricos postres.

Toc toc

—violeta: pasa. (Dijo detrás de la puerta en voz baja)

—¿Max: porque está todo oscuro? (Pregunto sin ver nada, pues las luces estaban apagadas)

—Violeta: es que quiero cerrar los ojos en la oscuridad y tratar de dormir. (Dijo acurrucada en la cama cubierta por las sábanas)

—¿Max: cenaste? (Pregunto acercándose a ella)

—Violeta: no, ya no tengo apetito. (Dijo en voz baja)

—Max: pero debes comer por tu salud y la de los bebés. (dijo preocupado)

—Violeta: en serio no quiero nada. (Dijo volteándose al otro lado de la cama como para no ver a Max)

—Max: por lo menos acompáñame al comedor y allá me dices si en verdad no tienes apetito. (Dijo dándole la mano para llevarla)

—Violeta: porque eres tan insistente. (Dijo levantándose de la cama y caminando hacia la puerta dejándole la mano extendida)

Al llegar al comedor y ver toda aquella comida, todos aquellos platos con una presentación impecable que al verlos te da deseo de no comerlos solo para contemplar lo lindo que están, aquellos postres hicieron que el estómago de violeta rugiera como un león.

Se sentó en la mesa y Max también y entonces comenzaron a cenar Max terminó, pero siguió contemplando como violeta terminaba con un plato y luego pasaba al siguiente con tanto deseo y agilidad, cuando terminó con los platos fuertes y entradas miró los postres y sus ojos comenzaron a brillar, pues, en el embarazo no hay nada que la relaje más que comer dulces y al ver todos aquellos postres para ella fue como un paraíso.

Max se levantó, sé su silla y se acercó a los postres.

—Violeta: no los toques, son míos. (Dijo con mirada retadora como si lo fuera a matar si tocaba algún postre)

—¿Max: no puedo comer postre? (Pregunto mirando a violeta decirle que no con la cabeza)

Max comenzó a reírse de una forma en la que violeta nunca lo había visto, era como un ángel y el corazón de ella comenzó a latir tan rápido que parecía estar en una carrera y si lo estuviese en realidad puedo asegurar que ganaría.

Violeta se levantó de su asiento y se sentó cerca de aquellas postres que sé mío sin siquiera parpadear mientras Max tomaba un trago de whiskey.

—Max: prepara tus cosas, salimos mañana por la tarde. (Dijo mientras se tomaba todo el whiskey)

—Valeria: de verdad, ya estaba cansada de estar aquí. (Dijo mientras corría como una niña a su habitación para preparar algunas cosas, ya que le había gustado lo que le habían puesto en el armario para ella haciendo esta acción que Max vuelva a sonreír)

NOTA:

Queridas lectoras discúlpenme que no les haya subido el maratón, la verdad se me pasó, pero del lunes en adelante vamos a publicar varios capítulos, vamos a avanzar mucho, espero que me perdonen por abandonarlas, pero solo se cumple años una vez así que lo disfrutaré al máximo.

Las quiero🧡