La Cenicienta Del Multimillonario

Después de unos momentos, volví al dormitorio.

La señora Camila se encontraba mirando una revista. Por la portada, es una revista extranjera, el idioma no lo logro entender.

Al ir descalza, no escuchó en que momento volví del baño.

Ella estaba tan concentrada en leer la revista que me ignoró. Me quedé de pie junto a una pared.

Solamente, la observé silenciosamente. Era una mujer mayor, pero aún guardaba esa belleza misteriosa, se comportaba como toda una dama, cada movimiento era de admirarse.

Solo he visto a una mujer similar a ella y esa mujer es la abuela Clemencia.

La única diferencia es que la abuela Clemencia es una mujer cruel, sin corazón. Que odiaba intensamente a mi madre por no estar al mismo nivel económico que mi padre.

Mientras que la señora Camila es distinta, detrás de ese caparazón de mujer fría, se esconde una mujer buena, una mujer noble, que ve más allá de la clase social.

______ ¿Llevas mucho tiempo ahí parada?

Agitó un poco mi cabeza como respuesta, y caminó cojeando a donde está la abuela del Joven Montenegro.

_____ No, señora. ____ Dije apenada, y bajé la cabeza.

Camila levanta la mirada. Me ve de arriba a bajo sin hacer ningún comentario.

Me siento tan incomoda, mi piel se erizo, no puedo controlar mi nerviosismo.

____ Te queda bien.

_____ Damián tiene un gusto demasiado refinado. Es un hombre de mundo, es lo menos que podría esperar de mi nieto. ______ Me comenta, dejando la revista sobre el sillón.

Se intenta levantar, la ayudó y le doy su bastón. Ella no me lo agradece, pero no me interesa.

Señala los vestidos sobre el sillón y me ordena recogerlos.

______ Recoge todos los vestidos te llevaré a la habitación que vas a usar de ahora en adelante.

______ Es evidente que no te puedes quedar en la recámara de Damián. Eres solo una empleada más en esta casa.

Eran ciertas las palabras de la abuela Camila. Solo soy una empleada más en esta mansión y quedarme más tiempo en la habitación del joven Damián es algo que no está permitido.

Recogí todos los vestidos y la sigo fuera de la recámara.

Voy despacio porque no quiero lastimar de nuevo la herida. Bajamos las escaleras y llegamos a la parte baja de la mansión.

En cada paso que doy me quedó con la boca abierta de lo bella y lujosa que es esta casa. Es realmente fascinante.

Nos dirigimos por un pasillo, salimos de la mansión y cruzamos el jardín. Mis pies descalzos acarician el césped, haciendo una sensación hermosa en la planta de mis pies.

Quisiera correr y jugar por todo este jardín, oler las rosas y sentirme libre.

Llegamos a una cabaña. Me quedé enamorada del sitio. Estaba alejado de la mansión, pero tenía una vista maravillosa a un lago.

Donde había patos y peces. El agua era cristalina, que se podía ver todos los animalitos debajo del agua. Es un paisaje de lo más bello.

Esto no era una vida de ricos, era una vida de reyes. Nos detuvimos frente a la puerta de la cabaña.

______ Esta será tu cabaña de ahora en adelante.

______ Debes levantarte temprano, nadie te hará de desayunar. No tienes sirvientes a tu disposición, no olvides que eres una de ellos.

_______ La cabaña cuanta con todo lo necesario para vivir cómodamente. En el congelador hay la suficiente comida por una semana. Después de eso, vendrá una mujer y notará todo lo que te haga falta. ____ Me dice la señora Camila.

Al entrar me quedé con la boca abierta, era una hermosura de cabaña. Era un estilo antiguo, el olor a madera estaba por todas partes, un día lluvioso, mirando por la ventana y con una taza de café, haría un día inolvidable.

_____ Aquella será tu habitación, por allá está la cocinaba y tiene su propia sala. ____ Agrega señalando cada rincón de la cabaña.

Todo esto era demasiado para mí. A comparación del cuarto donde la abuela Clemencia me tenía todos estos años, esto es una mansión para mí.

______ ¡GRACIA! _____ Exclamó emocionada.

La abuela Camila pone sus manos sobre mis hombros y me ve directamente a los ojos.

_____ Tienes prohibido acercarte a la mansión si no se te ha ordenado. Tu obligación es cuidar de Bella, no se te olvide nunca eso.

______ Cuando Bella no esté bajo tu responsabilidad debes evitar acercarte a Damián o alguien más de la familia. ¿Queda claro?

Lo menos que deseaba era tener más problemas. Nunca pondría mis ojos en un hombre como el Joven Montenegro.

______ Sí, señora Camila. ____ Contesté.

______ Bien. Ahora descansa, mañana a las 8 de la mañana comienza tu primer día de trabajo.

_____ Recuerda, evita acercarte a mi nieto...

____ No tengo nada en tu contra, al contrario, no quiero que salgas lastimado.

_____ Damián no es un hombre para ti. ____ Termina por decirme.

Ya no digo nada, observó a la señora Camila salir de la cabaña.

Me quedo de pie un momento mirando hacia la puerta. Al cerrarse me doy la vuelta. Una enorme sonrisa se dibuja en mis labios.

Caminó despacio a la cama, dejó todos los vestidos encima de ella. Me los pruebo por encima del que llevo puesto, no puedo evitar sentir esta emoción por unos cuantos vestidos.

Los veo, una y otra vez. Todos son bellísimos y lo mejor que son de alta gama.

Es la primera vez que voy a usar un vestido nuevo y no regalado por Cecilia. Aunque, compre algunos con el dinero que ganaba, ninguno se puede comparar con estos, son realmente fascinantes y hermosos.

..."Te ves como toda una dama de alta sociedad"...

..."Je, Je, Je,...

Me decía mientras me los probaba y me veo al espejo. Mi cabello lo recogía o lo dejaba caer sobre mis hombros según el vestido que me probará.

Con mucho cuidado los guardé en el closet. Luego me dejé caer encima de la cama. Que era suave y muy cómoda. Miré la tele por un rato hasta quedarme dormida.