Elizabeth trabaja como la asistente ejecutiva de Alexander, el CEO de una empresa muy importante. Él, es un hombre atractivo y exitoso, lo que cualquier mujer podría desear. Elizabeth y Alexander tenían un trato profesional, pero la constante cercanía entre ambos los llevó a iniciar una apasionante aventura.
Pero más pronto de lo que Elizabeth se podría imaginar, Alexander terminó la relación, dejándola a ella con el corazón roto y una sorpresa inesperada. Elizabeth estaba embarazada, temerosa de cómo podría afectar esto a Alexander y negándose a decirle sobre el embarazo, ella toma un avión en busca de iniciar una nueva vida.
¿Qué hará Alexander cuando sepa que Elizabeth se ha marchado?
¿Descubrirá lo que ella oculta?
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Capítulo 7: ENCUÉNTRENLA
Alexander
Los rayos del sol se colaban tímidamente a través de las ventanas de mi oficina, creando patrones de luz sobre el suelo, pero a pesar de su calidez, no conseguían ahuyentar la profunda oscuridad que anidaba en mi corazón. Habían transcurrido ya varios meses desde que Elizabeth se desvaneció de mi vida, y cada jornada sin su presencia se prolongaba como si fuera una eternidad interminable. La carta de renuncia que me dejó, escrita con una caligrafía temblorosa y cargada de sentimientos, fue como un golpe devastador que me dejó sin aliento. Desde aquel momento fatídico, no he dejado de buscarla.
—¿Todavía no hay novedades? —cuestioné, esforzándome por mantener la serenidad en mi voz mientras observaba al investigador privado que se encontraba sentado frente a mí. Su rostro mostraba una expresión grave, lo que solo intensificaba mi sensación de frustración. Sus ojos, profundos y concentrados, no parecían ofrecer ninguna pista sobre el avance de la situación. Me sentía atrapado en la incertidumbre, y la tensión en el ambiente era palpable. Cada segundo que pasaba sin noticias se convertía en un peso más que cargaba sobre mis hombros.
—Mis disculpas, señor Alexander. Hemos examinado cada una de las pistas que hemos podido recopilar, pero hasta el momento no hemos logrado obtener ninguna información sólida o definitiva —contestó el investigador, mientras desvió la vista, evitando así mi mirada inquisitiva.
—¿Cómo es posible que hayan transcurrido meses sin que tengamos ninguna noticia de ella? —exclamé, mientras una mezcla de ira y desesperación comenzaba a burbujear en mi interior, como si mi propia frustración estuviera a punto de explotar. — No puede ser que haya desaparecido sin dejar un solo rastro. — Mis palabras resonaban en la oficina, cargadas de incredulidad y angustia.
—Comprendo su frustración, señor— dijo el investigador con tono conciliador. —Hemos realizado una exhaustiva revisión de los registros de viajes, así como de los archivos de hospitales. Además, hemos tomado el tiempo de hablar con sus amigos y familiares en busca de información. Desafortunadamente, parece que nadie tiene conocimiento de su paradero en este momento— continuó, intentando infundir un poco de calma en mi creciente inquietud.
—Aparentemente, se inscribió con un nombre diferente, o al menos eso es lo que parece.
—Me puse de pie, dejando mi silla atrás, y empecé a pasear de un lado a otro en la oficina, intentando asimilar toda la información que había recibido. Elizabeth no es el tipo de persona que simplemente desaparece sin más. Seguro que algo grave le ha sucedido.
—Estamos realizando todos los esfuerzos necesarios para localizarla, señor. Sin embargo, hay ocasiones en las que algunas personas prefieren no ser halladas — respondió el investigador con precaución.
Me detuve en mi camino y fijé mi mirada en él con intensidad. —Elizabeth no me abandonaría de esta manera sin una razón poderosa. Debe haber algo más detrás de todo esto. ¿Han revisado exhaustivamente todas las cámaras de seguridad, tanto de la oficina como de las áreas cercanas?
—Así es, señor. Hemos analizado las grabaciones y no hemos encontrado nada fuera de lo normal.
Suspiré profundamente, una oleada de impotencia y desesperación recorriendo mi cuerpo. — Continúen buscando. No me importa cuánto tiempo dure este esfuerzo ni cuántos recursos debamos invertir. Mi único deseo es encontrarla.
El investigador asintió en señal de comprensión y, tras unos momentos de reflexión, se puso de pie para prepararse para su partida.
— Actuaremos en consecuencia, señor. Nos aseguraremos de mantenerlo al tanto de cualquier noticia relevante que surja —declaró con firmeza.
Cuando él se marchó, me dejé caer pesadamente en mi silla, sintiendo cómo él peso se instalaba en el aire a mi alrededor. Mis ojos se posaron sobre la carta de renuncia que Elizabeth me había hecho llegar, la cual reposaba en mi escritorio, como un recordatorio tangible de su decisión. Las palabras escritas en el papel eran frías y distantes, se percibían formales y calculadas, como si estuvieran diseñadas para mantener una cierta distancia emocional. Sin embargo, conocía a Elizabeth lo suficiente como para intuir que detrás de esas frases impersonales había un torbellino de sentimientos ocultos, un trasfondo que no lograba captar del todo.
— Todo esto es mi culpa.
Me invadió la inquietud al plantearme la razón por la cual decidió irse sin decirme una sola palabra. ¿Qué le había impulsado a tomar esa decisión sin previamente abrirse a mí? En su despedida súbita y silenciosa, sentía que había un misterio que me eludía, algo que ella había ocultado a la vista de todos, pero que quizás yo, con un poco de atención, podría discernir entre líneas. La incertidumbre crecía en mí, empujándome a buscar respuestas que parecían estar enterradas bajo el peso de su elección.
Mientras me encontraba perdido en mis reflexiones, de repente la puerta de mi oficina se abrió con un leve chirrido, y apareció Vanessa. Era una mujer que había estado intentando cortejarme de manera constante y a veces agobiante. Su llegada tenía una forma peculiar de alterar el ambiente, y a pesar de que era indudablemente atractiva, su presencia siempre me causaba una sensación de incomodidad. Sin embargo, en ese momento, mi tolerancia hacia sus coqueteos estaba en su mínimo. No tenía ganas de lidiar con sus travesuras ni de jugar a ese juego en el que solía involucrarme.
—Hola, Alexander — dijo ella, mientras una sonrisa juguetona iluminaba su rostro. —Me gustaría invitarte a cenar esta noche. Ya ha pasado un buen tiempo desde la última vez que disfrutamos de un rato juntos.
—Vanessa, salimos solo porque nuestros padres así lo quisieron, así que no alimentes falsas esperanzas... Este no es el momento adecuado para esto, así que te pido que, por favor, te vayas —respondí, esforzándome por mantener la calma y no dejar que mis emociones se desbordaran.
— ¿Por qué me tratas de esta manera? Sabes que nuestros padres desean que compartamos más tiempo juntos. Ellos creen que deberíamos considerar la posibilidad de casarnos —dijo, mientras se acercaba un poco más, buscando una conexión más cercana.
—Exactamente, lo mencionaste tú nuestros padres. Pero yo no estoy de acuerdo —respondí con determinación. —No quiero ser descortés contigo, pero te pido que, por favor, te retires.
Vanessa me observó con una combinación de asombro y desencanto en su expresión. —Alexander, solo intento apoyarte. Sabes que podríamos llegar a ser una buena pareja.
—Lo siento, Vanessa, pero no estoy interesado en lo que propones. Ahora, por favor, te agradecería que me dejaras solo —dije, mientras apuntaba hacia la puerta con un gesto firme.
Ella dejó escapar un suspiro resignado y, tras un momento de vacilación, finalmente se dio la vuelta para dirigirse hacia la salida de la oficina. —Está bien, Alexander. Pero debes saber que no podrás evitar esto para siempre.
Cuando se fue, sentí una oleada de alivio. No tenía tiempo ni energía para lidiar con Vanessa y sus intentos de manipulación. Mi mente estaba completamente enfocada en encontrar a Elizabeth.
en este caso, que ya está avanzada me gustaría que l
nos presentaras las imágenes ahora, creo que nos ayudaría mucho. gracias
...a pesar de nuestras impresiones y opiniones como lectores acerca de los personajes y de los hilos de la trama etc, tenemos que respetar tu versión, cómo lo cuentas , cómo lo expones, cómo describes cada personaje.
recordemos que ante la misma situación , cada persona responde, actúa y gerencia de manera diferente y particular; no necesariamente tiene que agradarnos o pasar por nuestros propios filtros...
ánimo, chicas disfrutemos de todo, quedemos hasta el final. saludos
2.- que su padre se atreva a imponerle una esposa.
3.- que esté viviendo bajo el mismo techo con la que no le gusta y no soporta
4.- que a pesar de estar en esa situación ambigua COMPROMETIDO, con la que no le gusta y no soporta, todavía esté buscando hasta con detective y por varios años a la exnovia que ahora de repente extraña y no puede vivir feliz sin ella.
5.- y qué va a hacer con la exnovia cuando la encuentre? si el ya está más que comprometido con la actual?
6.- por qué Convive bajo el mismo techo con la Prometida con la que NO SE QUIERE CASAR?