- "el cristal es frágil, tu corazón también lo es, eso quiere decir que sos frágil como el cristal"-
Alma Baez, dueña y chef pastelera , de una de las confiterías más exclusivas de la ciudad, por decisión de ella, y debido a un desafortunado incidente, que la llevó a no creer más en el amor, se habia vuelto una intriga, nadie la conocía personalmente.
Federico Alcaraz, millonario y arrogante, debía casarse en un año, para ser el dueño de las acciones de la empresa familiar, nunca se habia enamorado.
Podrá enamorarse de una mujer que lo rechaza?
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Capítulo 15
A la noche, Federico cumplió con su promesa, hizo una video llamada. Alma ya estaba en su casa, y si bien estaba muy cómoda y muy de entrecasa, decidió recibirla.
- hola, Federico.
- hola, perdón estas a oscuras?
- si, estoy en mi casa, viendo una miniserie, y me gusta verla a oscuras.
- ah, que gustos interesantes tenés, y que miniserie estás viendo?
- Mi Otra Yo.
- ah, pero que título, nunca más parecido a tu personalidad.
- jajajajajaja, sos malo, igual la historia no es la mía.
- me encanta cuando te reís.
- gracias, vos sos el que lo provoca.
- si lo sé, fue así desde el principio.
- nunca te vas a olvidar de eso?
- Al principio me molesto mucho, pero con el pasar de los días, lo pienso y también me causa gracia, así que no es un regaño, quiero que siempre sea nuestra anécdota, para reírnos juntos.
- el típico, "no me rio de vos, sino con vos"...
- algo así, como el "no sos vos, soy yo".
- jajajajajaja, buena excusa para decir "nos separamos".
- y como estas hermosa?, así que te gustaron las rosas?
- muchísimo, recibí tu mensaje, pero lo leí muy tarde, y tenía mucho trabajo.
- esta bien, el mensaje llegó y es lo que realmente importa. Hoy te extrañé. Bueno, quise decir, que extrañé nuestras charlas.
- a mi me pasó lo mismo, Por suerte tuve trabajo y hace pasar el extrañar las buenas cosas.
- apa! gracias por el halago.
- no seas arrogante, hablaba de los momentos.
- que vamos a hacer el sábado?
- el sábado tengo un compromiso.
Federico le pone cara de puchero.
- vas a abandonar a tu amigo?
- si, no es algo que me agrade para ir, pero se lo debo a Ana. Y todo es por tu culpa.
- yo?, que hice?, yo con Ana no hablo.
- ella me dijo que si puedo ser tu amiga, bien puedo ir a su reunión.
- no me digas que esta celosa de mi?
- no, Ana jamas se pondría celosa de alguien que me cae bien.
- te caigo bien?, pero bien, bien ,bien,? O solo bien?
- jajajajajaja, sos un pesado.
- bueno hermosa, te dejo tranquila, no te duermas tarde, mañana es viernes, hay que trabajar.
- más que un amigo, pareces mi madre.
- solo te cuido.
- gracias, que descanses.
- tirame un beso de las buenas noches.
Alma cierra los ojos y le tira un beso.
- ahora si, me voy a dormir contento, Ahí va el mio.
Alma hace como que lo agarra y lo coloca en su corazón. A Federico eso lo conmovió, deseaba con locura decirle " te amo" , pero solo pudo decir...
- que descanses.
Termina la video llamada, ya estaba en la cama.
- yo creo que el día que conozca tu secreto, voy a romper ese caparazón. Si lo que siento es amor, entonces te amo mucho Alma Báez.
Alma por su lado, apago la tv, dejaría para otro día su miniserie, ya no podía concentrarse.
- no se porque, el destino me esta jugando esta pasada , quisiera darte tanto, y no puedo darte nada, pero este amor que siento por vos, lo voy a transformar, en volverte una buena persona y prepárarte para que puedas sentir amor, por alguien que pueda darte una familia y que logres ser feliz.
Era viernes, para Federico, su último día de trabajo, Para Alma no, debía esperar al domingo. Se acerca el mediodía, Rita y Gala estaban atendiendo al público Ana estaba como una leona parada y cuidando el local, Alma y Martín empezaban a organizar el trabajo para el fin de semana. Entra Federico.
- buenos días a todas.
- buenos días, señor (ambas chicas)
Ana se le acerca, otra vez con una sonrisa de revista y su mejor predisposición.
- buenos días, Federico, se le apetece algo?
- Ana, qué tal?, sinceramente, no, vine a ver a Alma.
- aguárdeme un minuto, veré si lo puede atender.
- Ok, espero aquí.
Ana va adentro y le dice a Alma qquésu amigo quería hablar con ella.
- que extraño a esta hora, hacelo pasar.
Mientras Federico esperaba, vio a una señora indecisa.
- discúlpeme, pero si no sabe que pedir, le recomiendo esas galletas que están ahí arriba, o tiene este budín con lavanda, que es un ensueño.
- gracias, joven, de los dos, cuál me recomienda?
- las galletas, son una delicia
- bueno muchas gracias.
Ana, que había salido nuevamente, estaba viendo la escena, evidentemente, no era la misma persona que ella conocía. Federico ve a Ana que ya había salido y se acerca.
- Puede seguirme, Alma lo va a recibir.
Federico la sigue, se encuentran con Alma.
- que raro vos por aquí y a esta hora?
- vine a invitar a mi amiga a almorzar, algo rápido, tengo que volver a la empresa y vos a tus tareas. Podés venir vos, también Ana vamos los 3 amigos.
Ana mira a Alma que le afirmaba con la cabeza y una sonrisa que parecía una niña.
- no sé si pueda, quedaría el local solo...
- ay vamos Ana, no va a pasar nada porque nos ausentemos unos minutos.
- si Ana, me gustaría que me conozcas y que dejes de mirarme de esa manera, creyendo que le puedo hacer mal a nuestra amiga.
- si Alma te acepto como amigo, para mi es suficiente.
- pero quiero también ser tu amigo, que confies en mi, los amigos de Alma son mis amigos.
- bueno está bien, pero solo unos minutos, no quedaría mucho personal si ocurre algo.
- Alma, me parece que sos muy dura con el personal, no pueden disfrutar de nada, me parece que aquí, hay exceso de trabajo.
- si, Anita, siempre se tomó muy en serio este trabajo, por eso es mi persona de máxima confianza, creo en ella como si fuese yo misma. Aguardame que te voy a presentar a mi hermanito... Martín!!!
- si Alma, que necesitas.
- te presento a Federico, es un nuevo amigo.
- encantado señor, un gusto conocerlo.
- lo mismo digo Martin. Bueno, vamos?, se hace tarde.
Salen los tres, Federico, se había tomado la molestia de visualizar, donde vendían comida rápida, había un puesto de panchos, a una cuadra de allí.
- Fede, los puestos de panchos, no son de mucha confianza, no se sabe cuando cambian el agua donde los cocinan.
- Alma, si nos vamos a fijar en todo, no nos queda un lugar donde ir, relájate y goza.
Ahí estaban los 3, comiendo panchos, Ana y Federico, se burlaban de Alma porque ella ponía caras cuando tuvo que morder el primer bocado del pancho, una vez que terminaron, empiezan a despedirse. A Ana, le había gustado esa nueva forma de ser de Federico.
- bueno, yo los dejo para que se despidan, me voy adelantando para estar en el local, fue un gusto conocerte Federico.
- buenísimo, Ana, para mí también, espero que ahora cuando me veas, no trates de disimilar tu molestia.
- te pido disculpas, siempre fue, para cuidar a Alma.
- y yo te lo agradezco, me encanta que la cuides, yo también la voy a cuidar.
- bueno, entonces, los dejo, nos vemos.
Alma y Federico se quedan solos.
- bueno, amiga, tengo que ir a la empresa, hoy no se si volveremos a tener contacto, tengo una cena de empresarios y llegaré un poco tarde.
- seguro es eso, o alguna conquista nueva?
Alma se dio cuenta de lo que acababa de decir y Federico también
- como? que fue esa consulta?
- nada, olvidate, no dije nada.
- no, si lo dijiste. Y te voy a contestar, desde que somos amigos, no volví a conquistar a nadie.
- igual eso no tendría que importarme, te pido disculpas. Estuve muy mal diciéndote eso. Bueno nos vemos.
- si, no sé cuando, porque el sábado me abandonaste...
- sabes que es un compromiso.
- si lo sé, será hasta la próxima.
Ambos se despiden, con sus respectivos besos en las mejillas. Alma se va y Federico se queda observando su partida.
- Alma, acaso te pusiste celosa?, eso sí que no me lo esperaba, creo que estoy yendo por un buen camino.
Alma iba caminando y solo se reprochaba una y otra vez lo que le habia dicho a Federico.
- no podes ser tan tonta Alma, estas perdiendo el control de tus sentimientos, solo espero que el, lo deje pasar.