Sinopsis Propuesta
En un mundo donde la fama y el poder pueden hacer que los secretos más oscuros salgan a la luz, una joven se encuentra atrapada entre el deseo y la traición. Tras un encuentro casual con un miembro de EXO, su vida da un giro inesperado: queda embarazada y se ve envuelta en una red de engaños y maltrato.
Mientras intenta proteger su secreto, es secuestrada por un grupo que quiere usar su conexión con la celebridad para sus propios fines. A medida que la trama avanza, se revela que cada personaje tiene sus propios secretos, y el amor puede ser tanto una salvación como una condena.
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Capítulo 3: La Sombra de Marco
La mañana llegó con un silencio denso. Valeria se despertó en el sofá de Jihoon, su cuerpo aún pesado por las emociones de la noche anterior. Había algo reconfortante en el calor que emanaba del lugar, como si la protección de Jihoon le diera una paz que no recordaba haber sentido en años.
Jihoon apareció en la sala con dos tazas de café en la mano y le sonrió mientras le entregaba una. —Buenos días. Espero que hayas dormido bien.
Valeria asintió, agradecida. —Gracias por dejarme quedarme aquí —dijo, sintiendo una extraña mezcla de vergüenza y alivio.
—No tienes que agradecerme. Estoy aquí para ayudarte, como te dije. —Jihoon la miró con una expresión de ternura que hizo que el corazón de Valeria latiera un poco más rápido.
Tomó un sorbo de su café, tratando de calmar sus pensamientos. Sabía que no podía quedarse en su apartamento para siempre, ni tampoco depender de Jihoon para resolver sus problemas. Pero, por ahora, sentía que podía respirar.
El timbre de la puerta rompió el silencio, y Valeria se tensó automáticamente. Jihoon, al percatarse, levantó una mano para calmarla. —Tranquila, probablemente sea el desayuno que pedí. —Se levantó y fue a abrir la puerta.
Valeria intentó relajarse, pero una sensación de peligro latente seguía acechándola. Apenas Jihoon regresó con una bandeja de comida, se esforzó por sonreír y seguir adelante, aunque las sombras de su pasado seguían presentes.
—He estado pensando en lo que me contaste anoche, sobre Marco —dijo Jihoon mientras le servía una porción de fruta—. Sé que no es fácil hablar de ello, pero si quieres enfrentarlo, puedo ayudarte a buscar ayuda legal o hacer algún plan.
La idea de involucrar a la policía hizo que Valeria sintiera un nudo en el estómago. Sabía que Marco tenía conexiones y poder, y denunciarlo no sería tan sencillo. A lo largo de los años, había construido una red de aliados y favores que le permitían manipular las situaciones a su antojo.
—No creo que sea tan fácil —admitió, bajando la mirada—. Marco sabe cómo moverse. Tiene… contactos que le permiten hacer lo que quiere y salir impune.
Jihoon asintió con comprensión. —Entonces, tal vez debemos ser cuidadosos y pensar en un plan a largo plazo. Yo estaré aquí para ayudarte, sin importar lo que decidas hacer.
Las palabras de Jihoon eran un alivio, pero también le recordaban la gravedad de su situación. Su vida no era solo un caos interno; era una red de peligros en la que cada decisión podía traer consecuencias graves. Y a pesar de todo, no quería arrastrar a Jihoon a su mundo oscuro. Sabía que la cercanía con ella podría ser peligrosa.
Un rato después, cuando ambos habían terminado el desayuno, Valeria se dispuso a salir. —Creo que debería regresar a mi apartamento y ver si puedo organizar algunas cosas.
—¿Estás segura? Podríamos hacer esto juntos, si quieres —ofreció Jihoon, claramente preocupado.
—Estaré bien. Solo necesito un poco de tiempo para ordenar mis pensamientos. —Le sonrió, tratando de tranquilizarlo.
Pero apenas salió de su apartamento, Valeria sintió una presencia que la hizo estremecerse. La figura de Marco, sombrío y amenazante, estaba allí, esperando por ella. No había escapatoria.
—¿Pensaste que podrías ocultarte de mí para siempre? —La voz de Marco era un susurro gélido, lleno de odio contenido.
Valeria dio un paso atrás, pero Marco la acorraló, su rostro retorcido por una sonrisa cruel. —¿Creíste que podrías jugar conmigo? Nadie me abandona, Valeria. Nadie.
El miedo se apoderó de ella, pero hizo un esfuerzo por mantenerse firme. —No voy a volver contigo, Marco. Estoy harta de vivir bajo tu control.
Marco rió, un sonido sin rastro de humor. —¿De verdad crees que tienes opción? Yo sé todo sobre ti, sobre tus miedos, tus secretos… —se inclinó hacia ella, susurrándole al oído—. Y sé que no vas a poder esconderte de mí.
Valeria intentó zafarse, pero él le sujetó la muñeca con fuerza, clavando sus dedos en su piel. La mirada en sus ojos era fría, calculadora. Sintió el pánico recorrer su cuerpo, pero en ese instante recordó las palabras de Jihoon: "No estás sola".
Con un último impulso de valor, logró soltar su muñeca y correr hacia la calle, sin mirar atrás. Sabía que no podía quedarse allí más tiempo. La persecución de Marco era real, y estaba claro que no se detendría hasta arruinarla.
Desesperada, Valeria decidió hacer una última llamada a Jihoon. Cuando él contestó, escuchó el temblor en su voz y no dudó en ir a buscarla. Apenas llegó, él la abrazó y, con una mezcla de preocupación y determinación, la guio hacia un lugar seguro.
—Vamos a hacer algo al respecto —dijo Jihoon, su voz decidida—. No puedo permitir que te siga atormentando así.
—No quiero que te metas en problemas por mi culpa —respondió ella, con lágrimas en los ojos.
—No voy a dejar que enfrentes esto sola, Valeria. Encontraremos una forma de salir de esto. —Jihoon la miró con firmeza, su apoyo incondicional dándole una fuerza que creía perdida.
Esa noche, Valeria entendió que su lucha no sería fácil, pero la presencia de Jihoon le dio un poco de esperanza. A pesar de todo el dolor y el miedo, sentía que tenía una oportunidad de reconstruir su vida y de escapar de la sombra de Marco. La determinación en los ojos de Jihoon le dio el coraje para no rendirse.
Marco no iba a detenerse, pero ella tampoco.
Lo bueno novela corta pero con toda el alma
Aplausos