La Villana Prefiere Al Rival

señora, le recomiendo no salir, es peligroso para una mujer si va sola.

Rosalie lo piensa, estaba olvidando que no esta en su época, ahí las mujeres eran mucho más discriminadas, así que se resigna y regresa, dejando ahí al albino, que seguramente le va contar todo a Paul. Rosalie sale de entre los árboles, estaba toda desaliñada y se apura a ir dentro de la casa, desde su ventana Tabatha puede ver todo y se asombra al ver que el albino ha salido poco después que Rosalie, la mujer apretó los puños. Ella conoce a ese chico y no, no es posible que la inútil de Rosalie lo tenga de amante, pues ella desea que ese chico se case con la hermana menor de Paul.

Rápidamente baja las escaleras en busca de Rosalie, pero ella ya ha entrado a su habitación, así que toca con fuerza.

- se que estás ahí, abre de inmediato.

- ¿pero que demonios le pasa?

Tabatha empuja la puerta para entrar a la habitación y le da una cachetada, para después tirar del cabello hasta hacerla caer.

- ZORRA! engañas a mi hijo y con el prometido de mi hija.

- pero que carajos le pasa vieja loca.

Rosalie que estaba en el suelo, se soba la mejilla y pasa a tratar de acomodar su cabello.

- te vi salir del jardín con el prometido de mi hija, no cabe duda que las bastardas son unas zorras.

Rosalie recuerda y seguramente la mujer lo mal interpretó, pero Rosalie sonríe con burla.

- pues el prometido de su hija, parece que no esta interesado en ella.

- por supuesto que si, él la ama, seguramente tú te le estás ofreciendo.

- en realidad es lo contrario y tal vez debería aceptarlo, él si debe funcionar, no como su hijo que esta seco.

- cállate maldita zorra, voy a destrozar esa fea cara tuya.

Tabatha trata de lanzarse sobre Rosalie usando las uñas pero Rosalie se aparta y se pone de pié de inmediato. Mientras la mujer intenta atraparla Rosalie sale corriendo de su habitación y grita lo más fuerte que puede, dejando que Tabatha le agarre del cabello y la sacude.

- madre!!! ¿Que estás haciendo?

- Paul cariño...esto no es...

Rosalie se libera y corre a esconderse tras de su doncella Lys que también había llegado.

- su madre, ella esta insinuando que tengo un amante.

- ¿y lo tienes?

- ¿como puede preguntarme eso? Que terrible mi vida, mi suegra me mal trata y mi esposo nisiquiera me cree.

Rosalie se cubre el rostro y comienza a llorar.

- yo los vi salir del jardín juntos...venían de estar juntos dentro del jardín de árboles frutales.

- ¿que? Eso...madre, no es como crees, él me contó que Rosalie estaba tratando de bajar una fruta y él la ayudo porque pasaba por ahí.

- ¿que?¿ No es eso una vil estrategia?

Rosalie se sorprende, ella creyó que el albino diría que la vio intentando escapar.

- él no haría algo tan indecente. Por eso no debes agredir de esa manera a Rosalie.

- se lo dije, yo no hice nada.

Rosalie sigue llorando, lo que causa que Paul se siente mal al verla así.

- madre te pido que no intervengas más por favor.

- por supuesto que tengo que intervenir, tu esposa cada día olvida su educación y ya no respeta a esta familia.

- madre, por favor, entiendo que te sientas de esa manera, pero no puedes agredir a Rosalie, piensa también en tu imagen. ¿Sabes lo que dirán de ti? Que golpeas a tu nuera.

Tabatha reacciona ante esas palabras porque puede ver que las doncellas estaban ahí viendo todo, así que mejor se da la vuelta y se retira de ahí. Paul le ofrece la mano a Rosalie para ayudarla a ponerse de pié, pero ella le pega la mano y se pone de pié sola limpiándose las lágrimas.

- así que lo importante solo es la imagen de tu madre. Minino merezco una disculpa por los daños.

- sabes que no lo hará, pero trataré de que no vuelva a molestar.

- como sea, me da igual, pero para la próxima a ella será quien yo le de una arrastrada por toda la mansión.

- Rosalie...se que es muy temperamental, pero es mi madre, no puedes andar por ahí faltandole al respeto.

Rosalie no dice nada más, no tiene caso seguir hablando con un estúpido como Paul, así que solo pide que todos se vayan de su habitación. Al mirarse al espejo puede ver un leve corte en la mejilla debido a las uñas de Tabatha cuando esta le pego. Tocan a la puerta y era Aina quien había entrado.

- lamento lo que sucedió señora. Le traje esto.

En una bandeja tenía una compresa con un tazón de agua y una crema, Aina se lo entrega a Lys.

- lamento lo del otro día, el marqués no me dio oportunidad de decirle la verdad.

- descuida, no me importa. Señorita Aina ¿de verdad lo ama? No se como puede amar a un hombre así que no puede deslindarse de las faldas de su madre.

- bueno yo...yo lo conozco bien...no puedo evitar amarlo.

- claro, pero hay mejores hombres en el mundo.

Aina ya no dice nada y se retira, para Rosalie Aina es una chica demasiado infantil y sumisa, muy típico en las protagonistas de novelas románticas. Lys ayuda a Rosalie con la herida de su rostro.

Mientras tanto en el balcón de una sala, el albino sale notando que Aina estaba ahí mirando el anocher.

- escuche lo que paso con la marquesa. ¿Está segura que quiere esta vida?

- al principio no me gusto la idea, pero yo realmente lo amo, quiero estar a su lado sin importar que...

- sin importar que otra mujer deba sufrir. Paul tiene una esposa y aunque no se amen, vivir como concubina ¿no es eso denigrante?

Aina aprieta los labios y sus manos tiemblan un poco.

- lo es, pero no puedo evitarlo, yo en verdad lo amo, quiero estar a su lado, no importa si debo vivir como concubina toda mi vida, lo único importante es estar con quien amo.

El albino deja salir un largo suspiro, Aina le importa, pero si esa vida es la que ha elegido, entonces no le queda de otra que aceptar.

- entiendo, pero sabes bien que de ahora en adelante tu vida será difícil, serás críticada y despreciada por la madre de Paul ¿segura que podrás soportarlo?

- estoy segura, soportare lo que sea, por el hombre que amo.

El albino ya no dijo nada más y camina para alejarse de ese balcón, trato de advertirle a Aina, ahora lo que pase, lo tendrá que enfrentar ella sola. Pues él, por ahora fue llamado por el rey para dirigir unas tropas de exploración. Más tarde se despide de Paul y se marcha de la mansión.

- y ahí va, el sexy dios de los caballos. Lo que daría por estar en entre esos brazos tan fuertes y esos pectorales.

Rosalie se abraza así misma, es una pena porque nisiquiera supo su nombre, ya quizás lo veo en otra ocasión, ahora solo debe enfocarse en conseguir su divorcio.  Días después, le informan que la reina, es decir, que su madre, vendrá a la mansión a beber el té, algo que hace dos veces al año y ese día era hoy, Lys la prepara con los mejores vestidos y joyas, pues la reina es muy especial y gusta que su hija vista como toda una dama de alto estatus.