La Segunda Oportunidad De La Princesa

Josefina al ver el cambio de humor de su madre, siguió dándole consejos para destruir a la emperatriz.

—Yo me encargaré de aquella arrogante princesa, ella también morirá, está claro que ella no va a aceptar el casamiento con Nicolás, tenemos que cambiar de plan— dice ella.

Porque claro, ella y Nicolás llevan meses en una relación amorosa y habían planeado que Nicolás se acerque a Bianca en el debut de mayoría de edad, para que la gente crea que ambos son cercanos, para de ese modo el conde pida un matrimonio entre los dos.

Pero, no esperaban que Bianca se niegue a aceptar casarse con Nicolás.

La situación ha cambiado drásticamente, pero eso no significa, que no puedan eliminarla, y así salir del problema de una vez y por todas.

Todo es cuestión de paciencia.

Nicolás y su padre ya habían llegado a la mansión del conde y se fueron a hablar en privado a la oficina de dicho conde.

—No me había dicho que eres cercano a esa princesa arrogante ¿Qué fue esa actitud en el comedor?— pregunta el conde a su hijo y Nicolás estaba sin ideas.

—No sé que está pasando, pero ese no era el plan, me pasé todo el baile con esa chiquilla y mira como resultó, pero tranquilo, que la señorita Josefina hará un plan, ese trono será nuestro. Habla con tus aliados, porque aunque el plan original tenga que cambiar de dirección, aún sigue en pies lo principal — dice Nicolás.

—Esa muchacha Josefina no es ideal para ti, busca otra mujer para el puesto de emperatriz, ella es solo la hija de una concubina sin poder en el palacio— sugiere el conde.

—No te preocupes, después que tomemos el trono, Josefina y su madre pueden tener un accidente repentino— dice Nicolás y ambos sonríen.

Los dos se quedaron hablando de lo mismo, y después de eso cada quien se fue a hacer sus obligaciones.

El conde comenzó a escribir cartas para sus aliados y planeaba juntarse con ellos en el lugar de siempre.

Deben ver cómo apoderarse del trono de Estevia cuánto antes.

Durante años, el conde tiene aquellos delirios de destronar a la familia imperial del imperio de Estevia.

Él en secreto se ha hecho de aliados leales, todos los nobles de la corte imperial fueron convencidos de seguir aquellos delirios.

La concubina y Josefina solo son peones desechables para ellos y todos creían que después de ese baile, Nicolás se casaría con aquella princesa mimada de Bianca.

Pero no esperaban que ella se negara a aceptar dicho compromiso.

Al menos el emperador dejó que los dos jóvenes se conocieran, Nicolás debe esforzarse más y seducir a aquella princesa.

No debe descansar hasta lograr su objetivo.

Por lo que tras escribir la carta, el conde la mandó con su mensajero a las mansiones de todos los aliados, con la esperanza de lograr lo que desea.

El conde se quedó trabajando en su oficina, y su hijo se fue a tomar alcohol a su taberna favorita.

Nicolás desde hace años vive su vida como le place.

Le encanta ir a las tabernas a tomar alcohol y a disfrutar de la compañía de prostitutas.

Aquello lo hace a escondidas de sus padres.

Mientras esos dos estaban en lo suyo, Bianca estaba en su oficina gestionando un plan de vivienda a los pobres que ha estado planeando llevar a cabo.

En el imperio actualmente existen como mil familias que aún viven en condiciones paupérrimas y ella tiene planes de ayudar a esas personas a obtener un techo digno.

Gracias al gran esfuerzo de la familia imperial, los pobres viven con más dignidad y ellos cuando se enferman tienen un centro de salud al que acudir.

El proyecto de viviendas aún no está terminado, pero Bianca tiene fe que será todo un éxito.

Para eso ha estado juntando dinero y ahora que lo piensa usará aquel viaje a Oregon para hacer negocios con aquel sujeto tan complicado. Si es necesario le dará la mina de diamante que su padre le regaló el día de su mayoría de edad.

No estaba segura de si lo lograrás o no, pero al menos tiene que intentarlo.

Tiene que darlo todo por ese proyecto y también hacerse fuerte cuánto antes.

La sobrevivencia de su familia depende de cuánto se esfuerce.

Durante el resto del día Bianca se mantuvo firmemente ocupada en sus metas y comió en su oficina para ahorrar tiempo.

Cuándo casi se aproximaba la hora del entrenamiento, ella se levantó de su asiento y se fue a preparar a su habitación. Ya había terminado sus pendientes de ese día.

Por suerte el baño estaba listo, y su doncella le había dejado el baño y la ropa preparada.

Ella como sabe valerse por sí misma, se fue a bañar por su cuenta y al cabo de poco tiempo, ella salió de la habitación con ropa cómoda para entrenar.

Su hermano estaba esperando en el lugar de entrenamiento de los soldados.

Cuándo ella llegó ahí, él venía saliendo de las barracas y traía unas espadas de madera consigo, las cuales serán usadas en algún momento.

Sin darle tiempo a nada, él le lanza una y ágilmente ella logró atrapar la espada en el aire, cosa que hizo sonreír a su hermano.

—Veo que te tomas muy en serio tu entrenamiento, espero y sigas con el mismo ánimo cuando terminemos— le dice, para luego decirle que hacer, que era poner su delicado cuerpo en forma.

Para que tenga resistencia a la hora de usar una simple espada de madera.

Esteban le pide que le dé tres vueltas al lugar de entrenamiento y ella creyó que sería fácil, pero luego de dar la primera vuelta estaba agotada.

El lugar era grande, parecía interminable, por suerte se había puesto zapatos cómodos.

De ir en tacones, hubiera dejado los pies pegados en el suelo y sería la burla de los soldados.

De Esteban ya era la burla, él mientras corría a su lado se la pasaba burlándose de ella a cada momento.