Noches De Lujuria

Me despierto y eran las cinco de la tarde, me levanto del sofá y me acerco hasta mí madre que nuevamente se encontraba con el respirador puesto 

— Mamá, ¿Qué te sucede? — le pregunto con preocupación, ya que últimamente está usando demasiado el respirador 

— Estoy bien cariño, solo he tenido un poco de taquicardia, pero estoy bien, no te preocupes — me dice ella acariciando mí mano 

— Mamá, en una semana es la cirugía, ya casi falta menos y podrás volver a tu vida normal como era antes — le digo sentándome a su lado 

— Maria, una semana es poco, ¿cómo conseguirás el dinero para la cirugía con tan poco tiempo? — me pregunta con preocupación 

— Tú no te preocupes por mí, ya tengo todo solucionado, tú solo debes mantenerte tranquila y esperar a que llegue el día de la cirugía — le digo con una sonrisa tranquila para que no se preocupe

Me quedé un rato más con ella conversando y luego me despedí para volver a casa, necesitaba darme un baño y cambiarme de ropa antes de volver al restaurante a las ocho

Una vez que estoy lista, salgo de la casa y camino hasta la parada de colectivos para llegar al restaurante, ya eran las siete y media, así que llegaba justo y con cinco minutos de sobra.

Ya en el restaurante, me coloco el delantal y comienzo con mí trabajo, tenía que lavar los utensilios que se habían utilizado y ayudar al chef con todo lo relacionado a las comidas 

— Maria, ¿volverás está noche? — me pregunta Luli en voz baja para que solo yo la oyera 

— Si, debo volver está noche también — le digo y mis nervios vuelven a resurgir, ya solo faltaban dos horas para salir de acá y terminar nuevamente allá 

— Que emoción amiga, a este paso tendrás el dinero para la cirugía en muy poco tiempo — me dice ella sonriendo y yo le doy una sonrisa forzosa, ya que tener que volver no me agradaba nada, y más imaginarme lo que me esperaba 

Continúe con mí trabajo lo más tranquila posible, intentaba no pensar en lo de esta noche, para que los nervios no me arruinaran la jornada laboral.

Ya eran las doce y una vez que había dejado todo organizado, salgo del restaurante para ir al club 

— Espera Maria — me dice Luli llegando hasta mí — Ven, vamos que te dejo de pasada en el club — me dice tomandome la mano y llevándome hasta su auto 

Una vez que subo, nos alejamos del restaurante y diez minutos después ya estábamos en el club 

— Gracias por traerme Lu — le digo sonriéndole, luego procedo a bajarme del auto 

— De nada amiga, y mucha suerte está noche — me dice saludándome con la mano, antes de volver a arrancar el auto e irse 

Yo camino hasta la puerta de entrada del personal, que se encontraba a un lado del club, por el callejón y golpeó suavemente y unos minutos después Karry me abre 

— Baby, bienvenida — dice haciéndose a un lado para que pudiera pasar 

— Buenas noches Karry — le digo entrando 

— Buenas noches, ya sabes lo que debes hacer, ve al vestuario, te das un baño y te vistes con uno de los trajes, no olvides el antifaz. Luego vuelves a la misma habitación donde fuiste anoche, el cliente ya está esperando — me dice ella y yo asiento con la cabeza 

Me dirijo hasta el vestuario, me quito la ropa y camino hasta el baño a darme una ducha rápida 

Una vez lista, busco en el perchero que me pondría. Sinceramente no me gustaba casi ninguno de estos trajes, pero otra no me quedaba 

Termino escogiendo uno de enfermera en color blanco con rojo, que se conformaba en una mini falda, un brasier de encaje, una pantis de red, una cofia y un antifaz 

Salgo del vestuario y camino decidida hasta la habitación donde ya se encontraba el cliente esperando 

Al llegar toco la puerta dos veces suavemente, hasta que escucho del otro lado que dicen adelante 

Abro la puerta y entro, observo para todos lados hasta ver al hombre sentado en el mismo sofá que la noche anterior, donde la luz roja casi no iluminaba 

Me quedo parada en el centro de la habitación esperando que hacer, ya que no tengo conocimiento de nada de todo esto 

El hombre se levanta y camina lentamente hasta llegar a mí, comienza a girar a mí alrededor, mientras que con uno de sus dedos recorre mí cuerpo 

— Me encanta la elección de traje que has escogido hoy — me dice deteniendose detrás de mí y hablándome al oído 

Yo no respondí nada, simplemente me quedé en silencio esperando a ver qué haría

Mí respiración comenzaba a acelerarse, y los nervios por tenerlo tan cerca comenzaban a aparecer

— Arrodillate — me ordena y eso hago 

Lo veo caminar hasta el perchero y tomar de ahí una fusta de cuero en color rojo, con varias tiras, eso significaba que comenzaba mí sufrimiento, y no podía negarme ni quejarme, si quería que me pagara al final 

Se acerca hasta mí y se para de frente 

— Estira tus brazos hacía delante — me ordena y así lo hago y lo veo que da un golpe en mis brazos, instintivamente cerré los ojos esperando el dolor, pero no sentí dolor — ¿Te dolió? — me pregunta y yo niego con la cabeza — El dolor está en tu mente, si dejas el miedo, solo sentirás placer — continúa diciendo 

Lo veo caminar a mí al rededor y volver a dar otro golpe suave en mí espalda, que me hizo acelerar aún más el corazón 

¿Qué era esto que estaba sintiendo? ¿Por qué sentía que me gustaba eso que estaba haciendo? 

Vuelve a girar a mí alrededor hasta quedar nuevamente de frente a mí, y da otro golpe con la fusta, pero está vez en mis muslos ocasionado que un pequeño gemido se escapara de mis labios 

Rápidamente lo veo tirar la fusta al piso y estirar su mano para que yo la tomara y así ayudarme a levantar del piso

Una vez que me levanto, me lleva hasta una parte de la habitación donde del techo colgaban unas cadenas, me amarra mis manos a las cadenas y las comienza a levantar dejándome casi colgadas de ella 

Vuelve a tomar la fusta que había dejado en el piso y se acerca a mí a darme otro golpe en mí vientre y otro gemido sale de mis labios, mientras me removía en las cadenas por esto que estaba sintiendo 

Rápidamente vuelve a tirar la fusta al piso, se acerca a mí y tomándome de la nuca, comienza a besarme con salvajismo, mientras que una de sus manos bajan a mí intimidad me quita la braga e introduce uno de sus dedos para lubricar mí entrada 

Sin dejar de besarme, lo siento que se desprende el pantalón liberando su gran anatomía, se coloca un condón y levantándome de las caderas, hace que me sostenga de él con mis piernas y de una sola estocada se introduce en mí interior 

Sus embestidas eran fuertes, me agarraba de las caderas y me movía con salvajismo, era sorprendente como pase de sentir tantos nervios, a sentir demasiado placer, ya que no podía dejar de gemir 

— Eres mia baby, después de llevarme tu pureza, solo yo te tocaré aquí ¿entiendes? — me dice mientras me sigue embistiendo con fuerza 

Yo no le respondí, no quería hacerlo enfadar y que luego no me quiera pagar, pero esto no iba a durar mucho, ya que ni bien reuna la plata para la cirugía de mí madre, dejaré de hacer esto, y ya no me volverá a tocar como se lo está imaginando 

Si bien estaba comenzandome a gustar esto que estaba haciendo, esto que él me hacía sentir, pero no era la vida que yo quería seguir, no era lo que yo quería ser, una simple sumisa o dama de compañía 

Siempre soñé con enamorarme, casarme y tener mí propia familia, y haciendo esto no lo conseguiría jamás 

Aunque mi vida ya estaba manchada, mientras nadie se enterara de esto que hice por salvar a mí madre, todo estaría bien en el futuro.

Después de un par de embestidas más, sin bajarme de encima de él, suelta mis manos de las cadenas y me lleva junto a la cama me quita con cuidado el traje de enfermera dejándome completamente desnuda, me hace acostar 

Me ata las manos y piernas en cada esquina de la cama y una vez inmovilizada, él se queda observándome 

Al verlo como me observaba todo el cuerpo, giro la cabeza hacía un costado, me avergonzaba ver que él me estuviera viendo desnuda de esa forma 

Luego lo veo caminar hasta la vitrina, toma algo y vuelve, se para junto a mí nuevamente y es ahí que logró ver qué en su mano tenía un succionador 

Lo coloco sobre mis pechos y comenzó a succionar mis puntos rosados 

Me comencé a desesperar, mí corazón latía a mil por minuto, este hombre me quería hacer morir de un infarto placentero, ya que la sensación de excitación que comencé a sentir era tanta que mis gemidos eran uno tras otro 

Luego baja el succionador hasta mí parte intima y vuelve a hacer lo mismo con mí punto sensible 

Yo ya no aguantaba más, era demasiada excitación la que me estaba haciendo sentir, que terminé acabando de una forma que jamás imaginé que acabaría con un grito desgarrador y espasmos en mí bajo vientre que me hacían querer remover de los agarres 

Estaba demasiado agitada, me costaba mucho respirar. Él se acercó y comenzó a quitar las ataduras de mis extremidades dejándome los brazos y piernas libres 

Me coloca en cuatro sobre el borde de la cama y se vuelve a introducir nuevamente, jalandome del pelo y dándome de nalgadas fuertes mientras me embestía con fuerza 

Rápidamente, sale de mí interior y me gira quedando ahora acostada boca arriba, toma algo de arriba de la mesita y comienza a volcarlo sobre mis pechos

No alcance a ver qué era, pero algo dulce seguro era, ya que comenzó a lamer y chupar mis pechos por dónde había derramado ese líquido  y volviendome a embestir 

Me sujete con fuerza de las sábanas al sentirlo como me lamía cada vez que me embestía, era una sensación jamás antes sentida, una sensación única y placentera, me estaba volviendo loca con cada minuto que pasaba y no quería que esto acabara 

Así continúo por bastante tiempo, jugando con mis pechos, saboreando mis puntos rosados y embistiendo como si el mundo se estuviera por acabar 

Hasta que al fin lo siento llegar a su clímax y caer rendido sobre mí, intentando recuperar el aliento después de semejante ejercicio físico 

Luego se levanta, se acomoda la ropa y lo veo que saca un sobre de su chaqueta 

— Mañana no podré venir, pero no quiero que estés con nadie que no sea yo, por lo que te dejaré el pago de hoy y de mañana también — me dice dejando el sobre, sobre la mesita 

Yo me quedé sorprendida, pero eso me gustó, saber que no tendría que volver la noche siguiente me agradaba, nuevamente se vuelve a acercar a mí y deposita un beso en los labios 

— Gracias Baby, la pasé genial — me dice para luego salir de la habitación 

Después de que se fue, me levanto de la cama, hoy no sentía tanta molestia como la noche anterior 

Me coloque la bata y me dirijo hasta el vestuario, para cambiarme e irme del club 

— Bueno baby, parece que le gustaste al cliente, ya que te reservo como exclusiva, mañana no tienes que venir, te escribiré el domingo si el cliente me contacta — me dice Karry 

— Está bien Karry, estaré pendiente al teléfono, igual ya me falta poco para llegar a reunir la plata para la cirugía de mí madre, luego ya no volveré a hacer esto — le vuelvo a recordar a Karry para que lo vaya teniendo en cuenta 

— Si, lo sé, luego veré si consigo a alguien más que ocupe tu lugar — me dice ella y yo asiento 

Después de hablar con ella, me fui a dar una ducha, me vestí y fui nuevamente a la clínica a ver a mí madre.