Una pareja de esposos adoptan a una niña que según los lugareños es hija de una bruja. Se la quitaron a la mala y ella ha jurado que regresará del más allá a vengarse.
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La adopción
Al oír el grito, Eugenio se fue corriendo escaleras arriba...
Yaqui estaba parada, pegada a la pared...
¿Qué te pasa? ¿Por qué gritas?
Ella le señaló la cama... ahí...
Eugenio observó la cama.
No hay nada, deja de gritar.
¿Acaso no ves lo que está ahí?, es la maldita bruja, me mira muy feo. Ella corrió a abrazarse a él.
Él, muy sutil, se soltó del abrazo.
Yaqui, no hay nada, es tu imaginación, trata de dormir, ya es muy tarde.
No puedo dormir, tengo mucho miedo.
¿Te tomaste tus pastillas?
Sí, pero no me hacen efecto, esa bruja me persigue, dile que se vaya, ahí está en la cama y se ríe de mí.
Eugenio la vio tan convencida que un escalofrío le recorrió la espina dorsal.
"¿Pero, qué me pasa?, no debo dejarme llevar por los nervios, esta mujer está loca de remate".
Tranquila, amor, en la cama no hay nadie, yo te acompaño. Eugenio y Yaquelyn se acostaron, ella muy a duras penas. Pero al comprobar que la cama estaba vacía y que Eugenio estaba con ella, logró calmar su nerviosismo.
Eugenio la vio de soslayo, ella parecía caer en un sueño profundo.
"¿Qué es lo que la tiene tan nerviosa?, si esa bruja está muerta, y los muertos no regresan, ¿o sí?".
Eugenio no era de esos que creen en fantasmas, él sabía que si uno moría, su alma se desprendía del cuerpo, y a veces vagaban por el mundo. Pero no estaba muy seguro de esa teoría.
Al ver a Yaqui dormida tan tranquila, sentía mucha paz, porque era el único momento en que la veía relajada, bueno, eso le parecía a él.
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Buen día, madre Verónica... él es Héctor, mi esposo.
Ya chequé los papeles, al parecer, todo está en orden...
Héctor le lanzó una mirada de extrañeza a Sonia como diciendo, ¿cuáles papeles?
Ella solo se encogió de hombros.
¿Gustan conocer a Alejandra?
Héctor dijo en voz apenas audible: pues ya qué.
¿Perdón?, dijo la madre Superiora.
Sí, dijo Sonia.
Pues vamos.
La madre Superiora los guió por un pasillo largo, hasta llegar al cuarto de los cuneros, que, cosa extraña, solo estaba Alejandra, era la única bebé en ese lugar.
Los otros niños frisaban entre tres y cinco años.
Héctor sintió como si un escalofrío recorriera su cuerpo.
¿De verdad quieres adoptar esta niña?, le dijo Héctor a Sonia.
Sí, ¿no es hermosa?
Muy hermosa, dijo Héctor.
Bueno, los dejo solos un rato, para que se vayan familiarizando con Alejandra. La niña necesita que la bañen. Aquí está la ropa limpia.
Sonia cargó a la niña con todo amor, la empezó a desvestir. Primero te quitaré las calcetas, ¿vale?
Mira, tiene un lunar en el talón, parece un corazón. Alejandra, eres muy hermosa. ¿Te gustaría que fuera tu madre?
Poco después...
Has quedado como una princesa.
Alguien tocó la puerta...
Adelante.
La madre Superiora quedó encantada con la niña.
¡Ay, que bañadita! Ya está lista para ser madre, pero aún faltan algunos detalles, en cuanto sea aprobada la adopción les avisaré.
Gracias. Entonces, esperamos su llamada, madre.
Por supuesto. Creo que Alejandra estará en buenas manos.
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Amor no se te hace muy raro que podamos adoptar a Alejandra sin ningún problema, dijo Héctor con un dejo de preocupación, algo no le cuadraba bien.
Por favor, mi amor, no seas pájaro de mal agüero. ¿Qué tiene de raro? El destino nos ha puesto enfrente a Alejandra, será nuestra hija y estoy muy feliz. ¿Acaso tú no?
Bueno, amor, no es que no quiera adoptar un niño, pero si tú eres feliz yo seré feliz también, te amo, preciosa.
Gracias, amor, y yo te amo a ti.
Un abrazo selló ese amor.
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Días después...
¿Bueno?
Señora Sonia, habla Verónica, la madre superiora...
Sí, dígame, madre...
Le llamo para decirle que fue aprobada su adopción, desde este momento ya puede venir por la niña.
Gracias, iré de inmediato.
Bien, señora, aquí la esperamos.
Sonia se presentó en el trabajo de Héctor para darle la buena nueva.
Amor, ¿qué haces aquí?, estoy muy ocupado.
Me llamó la madre Superiora, ya podemos ir por Alejandra.
Qué bien, en cuanto termine con esto vamos, ¿quieres esperarme en la oficina?, al rato te alcanzo.
Sí, amor, no tardes.
En la oficina, Sonia se puso a observar, todo estaba en completo orden, nada fuera de lugar.
Una foto que estaba semi escondida en un libro de contabilidad, le llamó poderosamente la atención...
Se acercó al escritorio y tomó la foto...
Ahí se mostraba una mujer muy guapa, de unos 26 años, "¿quién será esta mujer, y por qué la tiene Héctor aquí?
Que no me vaya a salir a estas alturas que tiene una amante. Soy capaz de matarlos a los dos. A ella por zorra y a él por infiel".
La llegada de Héctor a la oficina la volvió a la realidad.
Él vio la foto que tenía en sus manos. A juzgar por su cara, ella estaba molesta.
¿Quién es esta "mona"?, preguntó ella.
Amor, ella está buscando trabajo de niñera, se ve que es muy limpia y decente.
¿Acaso la conoces?
No, pero trae buenas referencias.
Amor, no podemos arriesgarnos, no sabemos qué mañas tenga.
No seas paranoica, Sonia, solo es una mujer joven.
Yo no sé cómo puedes confiar en una mujer que no conoces. No quiero a ninguna niñera, me quiero hacer cargo personalmente de mi hija.
Está bien, amor, como prefieras, pero no tienes por qué enojarte.
Si no me enojo, lo que pasa es que no tolero que me quieras arreglar la vida siempre.
No es que te quiera arreglar la vida, amor, simplemente quería facilitarte las cosas.
Te lo agradezco amor, pero como te dije yo misma me haré cargo de Alejandra.
Cómo gustes y ahora vamos por ella. Dame esa foto.
Sonia vio que Héctor ponía la foto en otro libro.
¿Por qué tanto misterio?, se preguntaba.
Al poco rato iban en camino al orfanatorio, la ocasión hizo que Sonia se olvidara por completo de la foto.
La madre superiora ya los estaba esperando...
Pasen por favor.
Pues como le dije por teléfono, su solicitud de adopción fue todo un éxito, enseguida le traerán a la niña para que se la pueda llevar, solo tienen que firmar estas hojas.
Sor Patricia tocó a la puerta...
Hermana, por favor, avísele a Panchita que traiga a Alejandra.
Sí, madre, con permiso.
Ambos firmaron la hoja que les estaba dando la madre superiora.
Rato después...
Bueno, pues, muchas felicidades y espero que sepan educar muy bien a esta criatura, que desde hoy ya es su hija.
La más emocionada era Sonia, por fin su sueño de ser madre se hizo realidad.
Cuando llegaron a casa; bienvenida Alejandra, desde hoy este será tu hogar.
más fácil usar palabras que se puedan entender bien en nuestro español como empleado