Reencarné Y Ahora Soy Un Dios Demonio

En una ciudad sin nombre, en una torre recién construidas, una sala espaciosa con una gran mesa seis demonios comienzan una sesión informativa.

— Como saben, los reuní a todos en este lugar por qué nuestro Dios espera nuestra presencia, el tema será el futuro de nuestra ciudad, la guerra y como operaremos respecto a ella ¿Sugerencias antes de comenzar?—.

Ante las palabras de Primera Zero levanta su mano.

— El nombre de la ciudad, ya lo he dicho, pero necesitamos uno para identificarnos, tenemos algunas ideas respecto al nombre—.

— Debo estar de acuerdo con Zero, es una de las tareas que nos corresponden incluso si no está en los objetivos, el manejo de la ciudad se nos cedió por este motivo—.

— Canon tiene un punto, es difícil referirse a este lugar como "esa ciudad" o "la ciudad oculta" no me gusta como la llaman los visitantes—.

Las palabras de Última y Canon aprueban la visión de Zero, al ser así Primera debe tomar una decisión.

— Lo entiendo podríamos hablar del tema con nuestro Dios—.

— No creo que debamos molestar a nuestro señor con minucias—.

— Morrigan, el nombre de nuestro hogar no es una minucia—.

— ¿Qué importa como se llame? El reino ni siquiera tiene un nombre—.

— Por qué está plagado de elfos como parásitos, es lógico pensar que no les permitan tener identidad—.

— Bien dicho Clarissa, lo has estado pensando bastante—.

— Poco a poco me doy cuenta de todas las cosas que controlan los elfos, entre más lo pienso peor se vuelve el asunto—.

— Elfos de mierda—. Morrigan muestra su desagrado abiertamente.

— Bien, entonces está decidido, el nombre de la ciudad será un tema del cual hablar con nuestro señor ¿Algún otro asunto?—.

— Nos reunimos ayer también por el mismo motivo, no queda más que discutir—.

— Nunca se está suficientemente preparado—.

— En ese caso ¿Qué tal de Maeva y la mudanza?—.

— Canon... No vamos a perder el tiempo con esa tontería—.

— Me hieren tus palabras última, creo que informar a nuestro señor de los primeros humanos que deciden mudarse voluntariamente debe ser algo importante que reportar—.

— No veo por qué lo sería—.

— Significa que los humanos podrían emigrar del reino a nuestra ciudad, los ojos del reino llegarán a nosotros sin duda si no es que ya estamos en la mira—.

— Nuestro señor va y viene, tiene un tiempo limitado, debe estar ocupado con otras cosas ¿Y tú quieres reportar eso?—.

— Si, tus palabras no me hicieron cambiar de opinión —.

— Canon...—.

— Fin de la discusión ustedes dos, lo dejaremos a votación ¿Quién de los presentes está de acuerdo con la sugerencia de Canon?—.

Tres de los cinco primeros en votación levantan la mano; Canon, Clarissa y Zero.

— Zero, Clarissa ¿Tienen algún motivo en especial?—.

— Canon tiene un punto, sería mejor decirle y perder el tiempo a no decirle y provocar su ira por una mala comunicación entre nosotros—.

— Entiendo ¿Zero?—.

— El Dios Rafael son los ojos de nuestro señor, tiene la capacidad de aparecer y desaparecer de cualquier lugar, no me cabe duda de que es un ser superior, pero no es omnisciente, si necesita la presencia de dos Dioses donde quiera que estén debe ser algo en extremo importante—.

— Cierto, no puedo ni imaginarme que puede ser tan importante... Entonces la mudanza de Maeva y su familia será un tema de discusión ¿Algo más?—.

— ¿Deberíamos informar de la presencia de una nueva mina encontrada en la zona con la presencia de carbón y minerales desconocidos?—.

— Sí, es un tema importante, es posible que nos dé nuevos objetivos con esta información—.

— Hay tantas cosas que hablar, la charla será eterna—.

— No quisiéramos tomar tanto tiempo, pero no hay alternativa—.

— Que fastidio—. Murmura Morrigan.

— ¿Nada más que discutir?—.

Nadie dice nada más, ya no hay temas sobre la mesa.

— Doy por terminada la sesión de hoy, prepárensen para mañana—.

...

— Se está tardando—.

La voz de Clarissa resuena en la habitación.

— ¿Qué estará haciendo?—.

— Está llegando tarde—.

— Hagan silencio, si se tarda lo esperamos, no se quejen—.

— Bien, quiero traigan dulces—.

— Bienvenido Rafael—.

Canon observa a una figura familiar en su hombro.

— Uno de los dos ya llegó—.

— Lo sabía, ocurrió un imprevisto—.

— Deberíamos ir a ayudar—.

— ¿A dónde? ¿A caso sabes dónde está?—.

— Tranquilos, recuerden estamos siendo observados—.

— Es un gusto volverlo a ver Rafael ¿Desea algo de mi comida?—.

Canon toma de una caja golosinas de una tienda.

— No es justo, tenías y lo ocultas—.

— No eran para ti Clarissa —.

Encantado Rafael toma el tributo de aquel demonio galante.

— Tenemos menos de una hora para discutir—.

— ¡Mi señor! No escuché abrir la puerta—.

La presencia de una figura no muy alta pero imponente aparece repentinamente en la sala vistiendo una una capucha y un cuerno característico de él.

— Rafael no es el único con la capacidad de moverse a placer por el tiempo y el espacio—.

— Como se esperaba de mi señor, impresionante como de costumbre—.

— No hay tiempo para formalidades—.

— De acuerdo—.

— Seré claro, planeo invadir las tierras de los elfos, antes de ello quiero aliarme con los humanos para obtener aliados, en ellos se esconden nuevos talentos así que ¡Quiero la liberación del reino humano de las garras de las demás razas!—.

— Si ese es el deseo de nuestro maestro así será, nosotros los primeros cumpliremos con la tarea—.

— Yo iré con ustedes, tengo otro objetivo diferente, no será necesario que me sigan—.

— ¡Si!—.

— Morrigan, progreso—.

— La dificultad de moldeado es tan grande que cualquier metal, piedra o mineral se rompe antes de poder sacar filo a un arma hecha de material mágico sólido; sin embargo, poseen punta, todo lo demás sería golpes sin filo—.

— Con eso basta, es un prototipo aún, progreso de lo demás—.

— Tanto collares, anillos, pulseras y tobilleras fueron un éxito, no tienen utilidad más allá de lo estético y exagerada dureza—.

— Deja esos en mi habitación en la torre, cuando tenga tiempo me haré cargo personalmente—.

— Entendido, eso haré—.

— Canon, Clarissa, Zero, cuidarán de la ciudad junto a sus fuerzas, existe la posibilidad de un contraataque de las razas invasoras, Morrigan, Primera y Última organizarán el ataque, nuestra prioridad es la información, ignoren el rescate si no es necesario—.

— ¿Ignorar el rescate? ¿Por qué?—.

— Última no cuestiones—.

— Si mostramos debilidad por la humanidad los elfos tendrán formas de atacarnos mediante rehenes humanos, si mostramos apatía no usarán por qué entenderán que no sirve ante nosotros—.

— Dejar morir a unos pocos para salvar a muchos, es algo cruel y a la vez la respuesta correcta—.

— Lo siento por aquellos que morirán, no prioricen el asesinato, demuestren ser superiores, que huyan, que pasen la voz, necesitamos ser vistos por el mundo ahora que tenemos poder de nuestro lado, el futuro de la humanidad depende de ustedes—.

— ¡Si!—.

— ¿Algún otro progreso importante?—.