Juliette Bernard DuPont tenía la familia más amorosa del mundo, fue una niña muy feliz hasta que un fatídico accidente le quitó a sus padres.
La jovencita tuvo que irse de su país y de su vida para mudarse con la tía de su madre, la joven cambió su estilo de vida y ahora solo sobrevivía con una mensualidad que le daba para vivir bien.
Juliette se enamora de Ethan King, hijo de una de las familias más ricas de Inglaterra, pero este solo la ve como el gusto que se quiere dar porque es muy poca cosa para él y para eso hasta le propone matrimonio.
Luego de dos años de noviazgo, él la humilla en el altar y ella desecha y lista para recuperar su antigua vida, decide ir antes a una boda con su amiga, lo que no se imagina es que pasará de ser invitada a la novia y nada más y nada menos que del hermano de su ex, el cual está en silla de ruedas y por eso es plantado.
¿Podrán estás dos almas rotas unir sus pedazos y ser felices, o solo se unirán para cobrar venganza?
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Atrevida
—Bueno, creo y ya es hora de irnos, nos vemos luego abuela. —Habló Elijah.
—De acuerdo cuídense mucho y vengan a visitarme, debemos hablar pequeña Julie. —Ella asiente y luego de despedirse se retiran del lugar.
Elijah ordena revisar cada auto primero y luego de verificar que todo está bien se suben al auto y este se pone en marcha.
—Mi amor estás bien… Llamaré al doctor ahora. —Ella sonríe y niega.
—Estoy perfecta, amor lo prometo, y no te emociones con lo del bebé no me siento para nada mal. —Él asiente y la besa igual pediré una cita.
—Te afecto ver a Ethan. —Pregunta expectante.
—No, Ethan es pasado, solo quiero que pague lo que te hizo nada más… Y tú aún amas a sabana. —Él niega riendo.
—No, verla me hace sentir como idiota por como me deje engañar, mi abuela me lo advirtió y no hice caso.
Igual que bueno que lo hizo porque te tengo a ti. —Ella asintió y se besaron.
—Ahora lo que sigue es arruinarlo y desenmascararlo, lo quiero en la cárcel, demás está decir que no puedes salir sola, amor. —dice él.
—Estoy de acuerdo mi amor, tú también lleva más personas por favor, ahora viene mi prueba y es regresar a mi casa. —Él le aprieta la mano.
—Estaré contigo, que pretendes hacer con ellos. —Pregunta Elijah.
—Los quiero sin nada, acabados, quiero que se vean perdidos y allí entonces los enviaré a prisión.
—Estoy de acuerdo contigo, también dejaré a Ethan en la ruina, quiero que se vuelva un mugroso, jamás debió insultarte, le hubiera perdonado todo menos que te lastimara. —Ella lo abraza y así llegan a la mansión.
El hombre carga a su esposa y por la hora ya nadie está despierto, solo los guardias que cuidan afuera.
—Amor podrías ir por una bebida para mí tengo sed. —pide dulcemente.
—Iré por un jugo para ti amor y luego subimos. —Dice dirigiéndose a la cocina.
Julie sonríe coqueta y se quita los zapatos y los deja allí en la sala y camina hacia las puertas que dan hacia la piscina y allí deja caer su vestido.
La joven pasa las puertas y deja sujetador, luego camina hacia el borde de la piscina y deja caer sus bragas, luego de estar sin nada más que sus joyas encima, se mete a la piscina, por suerte esta, es climatizada.
La joven se hunde dejando que el agua se lleve el estrés del día.
Elijah regresa de la cocina y no ve a su esposa, en cambio, ve sus zapatos tirados y se alarma sigue el rastro y al ver su vestido se preocupa más sigue el rastro de cosas hasta dar a la puerta que va a la piscina cuando se acerca, ve a una hermosa sirena tan blanca como la nueve nadando muy tranquila.
Se ve hermosa, parece tan llena de paz y a la vez se ve demasiado divina.
Elijah coloca las bebidas a un lado y se despoja de su ropa quedando en su hermoso traje de Adán, toma las bebidas y camina hacia el borde de la piscina.
La mujer se gira y se topa con semejante bombón, ese hombre tiene una personalidad enorme y a ella le fascina.
Nada de manera coqueta hacia él y este se sienta en el borde y le da su jugo mientras él disfruta de su trago con su personalidad al aire y más que lista.
—Creo que mi luz está un poco caliente, esta noche. —Ella se ríe y se toma su jugo, colocando el vaso en el borde de la piscina.
Juliette se pone de pie, ya que en el borde la piscina es menos profunda y se coloca entre las piernas de Elijah, ella le sonríe y él se bebe su trago muy tranquilo hasta que siente las manos de su luz en su amigo, seguido de la dulce boca de la joven.
—Mi luz… —Exclama sorprendido.
Ella lo mira y se ríe, normalmente no es tan atrevida, pero quién no lo es con semejante hombre.
Las manos de la joven lo acarician mientras su boca lo arropa y su lengua lo saborea.
Julie lo mete y lo saca de su cavidad haciendo que el hombre gruña.
Elijah, echa sus manos hacia atrás y se apoya en ellas, luego deja caer su cabeza disfrutando de lo que le está haciendo su mujer.
La joven y su parte rosada y sensible lame y succiona haciendo enloquecer, seguido a eso lo introduce tan dentro como puede.
La joven lo saca de su boca y se va a las dos pelotas que cuelgan y mete una por una en su boca mientras su mano repite lo que ella hacía antes con la boca.
—Me encanta esto mi luz …
Está perdido en el deseo y en la pasión del momento, la joven vuelve a llevarlo a su boca y lo empuja tan dentro como puede, probando profundidad poco a poco hasta que luego de un rato siento el líquido dentro de ella lo deja bajar por su garganta y le sonríe una vez lo saca, con su cara sudada y restos de él en lado.
—Mi amor te ves hermosa así… —La besa y ella aprovecha para halarlo y hacerlo caer en la piscina, tramposa, amor —Se besan y ella aprovecha para rodear sus piernas en su cintura mientras se sujeta de su cuello.
El hombre la acomoda y se hunde en ella haciendo que grite de placer.
Ambos se mueven mientras sus besos no paran sus lenguas, tienen una lucha mientras sus caderas hacen una deliciosa danza.
El hombre se va hacia una de las paredes y la apoya allí para darle tan fuerte como a ella le gusta
—Te amo, Elijah…
—Te amo mi Juliette—Dice y la danza persiste la aprieta fuerte mientras se hunde y observa como se funden ambos en unos solo
El frío de la noche es calentado con lo que emiten sus cuerpos y el silencio lo interrumpen sus gruñidos y gemidos.
—Mi amor… Mira como encajamos perfecto. —Julie observa y eso le da más placer, ver cómo golpea su pelvis contra ella, como entra y sale empapada el brillo del juego de la antesala, del placer de ambos.
—Oh Elijah, así, me encanta.
—Mi esposa… mi Juliette… Solo mía.
—Si mi amor… —Besos, caricias y gritos fueron los causantes de que ambos dejarán sus jugos en el otro, la joven hundió la cabeza en su cuello y allí se quedó, cargó a su esposa y subió las escaleras de la piscina, ambos completamente desnudos.
Hacía frío y él la acurrucaba a su pecho hasta que llegaron a su recámara, allí la dejó y la secó, ella estaba agotada, el día de hoy más lo de la piscina la tenía sin fuerzas.
Tomó una lencería y una pijama de algodón y la vistió como si fuese una muñeca, se puso un bóxer, shorts y camiseta y bajó por el desastre que dejaron abajo.
Una vez recogió la evidencia se acostó al lado de su luz, venían tiempos duros, pero estaba preparado para superarlo.
