Mildred es una mujer que siempre se ha dedicado a su marido y a sus hijos, dejando su carrera en segundo plano. A cambio, su esposo se quedó con su mejor amiga, lo que le costó su amor y ahora lucha por reiniciar su vida. Ella todavía lo ama y lo que más desea es olvidarlo.
Valentín comenzó desde cero y se convirtió en uno de los mayores empresarios de Nueva York y de los Estados Unidos. Es un hombre frío, calculador y extremadamente sistemático. Le gusta aparecer con mujeres hermosas y jóvenes. Tuvo un romance de un año con una modelo considerada la más bella del país. Tuvieron un par de gemelos, pero antes de que nacieran los niños, ya no estaban juntos. Las mujeres dicen que no tiene corazón, que es frío, sistemático y temido. Sin duda, es una persona muy importante e imponente; se dice que trabaja con la mafia, y algunos incluso especulan que es parte de ella.
La Navidad se acerca y él necesita urgentemente ayuda con su familia; ella, por su parte, necesita dinero y una oportunidad para mudarse de ciudad. Sus destinos se cruzan y, de un lado, hay un corazón roto que quiere olvidar un amor; del otro, un corazón que nunca ha amado ni se ha dejado amar. Dicen que en Navidad suceden milagros, ¿será cierto?
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Capítulo 9
Martin va hasta la secretaría.
Martin - Marie
Marie – Sí señor Martin.
Martin – Valentin quiere hablar contigo.
Marie se queda blanca – Ay Dios mío señor Martin ¿qué he hecho mal?
Martin sonriendo - No ha hecho nada malo, solo quiere hablar.
Marie pensando – Dios por favor que no me eche, lo máximo que he hablado con él hasta hoy ha sido buenos días, buenas tardes y adiós…
Bernadete – No es un monstruo como dicen, ve Marie.
Marie respira hondo y acompaña a Martin.
En la sala
Valentin – Marie
Marie estaba muy nerviosa, manos sudadas y hasta un poco pálida – Sí señor, como estaba muy nerviosa.
- Por favor señor Valentin\, no me despida\, no sé qué he hecho\, pero prometo hacer lo que me pida\, no puedo perder este trabajo.
Valentin pensando nuestra quizá Ayla tenga razón, trabajo tanto que ni me doy cuenta de cómo la gente me teme…
Valentin - No voy a despedirte Marie, sin embargo quiero que me digas todo lo que sabes sobre Mildred.
Marie pensando – Dios mío y que Mildred me perdone, necesito hablar, no puedo correr el riesgo de que me despida.
Marie – Sí señor.
Valentin - Solo recordando Marie, quiero saber todo lo que sabes sobre ella, no me ocultes nada doña Marie.
Marie – Ok, ella es hermana de mi amiga Adelaide, no vive aquí en N.Y. ella vive en Winchester en Virginia, está de paseo en casa de su hermana.
Voy a contar lo que ella me contó y lo que Ade me habló de ella.
Valentin – No te preocupes, nadie sabrá que fuiste tú.
Marie – Pues ella era casada y se separó hace poco tiempo, creo que 7 u 8 meses, no recuerdo bien. El exmarido la cambió por su ex mejor amiga…
Ruy – Puta que parió eso es una putada.
Marie – Pues sí señor Ruy.
Ella estuvo casada por muchos años y tiene dos hijos, con una distancia de años considerable entre ellos, el chico está en las fuerzas aéreas creo que tiene 19 años, no estoy segura.
La niña vino con ella, tiene 8 años.
Está con problemas financieros. No sé detalles.
Parece que se dedicó años a la familia y acabó dejando su lado profesional de lado. Me contó que había iniciado una pequeña empresa de decoración de fiestas infantiles, pero parece que el marido no fue tan comprensivo y ella acabó vendiéndola.
Ade quiere mucho que ella venga a vivir aquí, parece que se lo está pensando. Ya saben cómo es N.Y., todo es carísimo.
Valentin – Gracias Marie y Héctor pon dos bonus extra para Marie.
Marie sonriendo – Muchas gracias señor Valentin, discúlpeme no tenía ni idea de que usted era así.
Valentin – No te preocupes, puedes volver a tus tareas.
Ella sale y
Valentin – Por lo que entendí, ella dedicó la vida a un desgraciado H.P. que en la primera oportunidad la cambió por su mejor amiga. ¡Canalla!
Ruy – De acuerdo.
Hector – Por lo menos si quería traicionarla que acabara con la mujer.
Valentin – O que no la usara por tantos años, nadie está con alguien por tanto tiempo y traiciona de la noche a la mañana, apuesto a que él nunca le prestó.
Martin – Peor que de acuerdo.
Valentin - Martin llama a Mildred y dile que necesito verla urgentemente.
Martin – Ok.
Mildred
Estoy buscando las noticias y hasta que encontré algunas cosas.
¡La hermana mayor se llama Ayla y tiene cara de asquerosa! Está casada con un famoso arquitecto.
Amalia con seguridad es más joven, parece tener unos veinticuatro años y ¡mira!, aparece siempre riéndose y ya apareció con el irritadito que dicho sea de paso ¡está bueno!
Los padres por lo que leí y vi, son personas muy buenas y Valentin los respeta mucho.
Bueno eso es lo que leí y lo que vi, impresiones mías…
En eso suena mi teléfono y es de la empresa Carters.
Señor ¿qué habrá pasado? Bueno si desiste ya firmó el contrato y el problema es suyo.
Mildred – Hola.
Martin – Hola Mildred.
Mildred - Hola Martin.
Martin - El señor Valentin necesita hablar con usted.
Mildred – ¿No puede ser mañana? Estaré en su mansión.
Valentin cogiendo el teléfono – Mildred necesito que vengas ahora y ¡urgente! Espero que lo hayas entendido.
Mildred - ¡Madre mía! ¿En serio? ¿Necesitaba quitarle el teléfono al señor Martin?
Valentin – ¿Tú con quién te crees que estás hablando niña?
Mildred riendo – Gracias por lo de niña y estoy hablando con el señor todo poderoso y temido Valentin Carters y dicho sea de paso mandón.
Valentin pensando ¡¡¡cómo me irrita!!!
Valentin – Ven enseguida.
Mildred - Ok, estoy yendo señor paciencia.
Él cuelga y
Los chicos riendo porque nunca nadie jamás se atrevería a hablarle así, excepto sus hermanas o su madre.
Martin – Me gusta Mildred, ella no se intimida contigo.
Valentin – No le veo la gracia.
Ellos – ¡Pero la tiene y mucha!
Mildred
Quién se cree que soy, prepotente, mandón, ¡qué rabia de él! ¡Cómo me irrita!...
Ade estaba en casa y
Mildred - ¿Puedes cuidar a Linda un rato Ade?
Ade sonriendo - Claro que sí, ¿a dónde vas?
Mildred - Hablar con el señor mandón.
Ade riendo - Seguro que no te cayó bien.
Mildred - Me cayó tan bien que si pasara una carreta por encima, tiraría fuegos artificiales.
Ade riendo - Tú no eres así de malvada.
Mildred - Me voy.
Ade - ¡Oye! ¿No vas a arreglarte?
Mildred - No, dijo que es urgente, debe estarse muriendo, teniendo un infarto…
Ade riendo - Eso no va a salir bien.