El corazón de Alessia es destrozado en pleno debut, el príncipe heredero le había prometido amor, pero ha anunciado a otra como su prometida, Magenta, la hermana de Alessia, quien siempre la ha despreciado por ser hija de una concubina. Alessia ahora debe casarse con el gran Archiduque, un hombre con la fama de asesinar a sus prometidas, pero no todo es como dicen, esos son solo cuentos y Alessia, pronto descubrirá que secretos se ocultan en el Archiducado, incluso sabrá quién es ella en realidad…
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Cap. 19 Ninfa, he venido a llevarte a mi cama
El alboroto se escuchó en toda la mansión, Celia, quien estaba expectante, casi sale corriendo, pero Mary le aseguró de que el Alfa no le haría daño a su hermana, así que ahora está preocupada por el Alfa, tal vez su hermana le está haciendo algo al pobre Alfa.
Alessa salió indignada de la cena, aunque parecía un fracaso total, para Draco era exactamente como se lo había imaginado, esa Ninfa tenía carácter.
Alessa entró en el cuarto de su hermana, aunque ya no hay dos camas como antes, ella no va a dormir con ese hombre arrogante y degenerando, eso no pasaría.
—Ale, hermana ¿Qué ha pasado?, escuche un ruido fuerte, hermana, no te metas en líos, recuerda que son hombres lobo — dijo Celia, bastante complicada, sabe que están en un territorio difícil, aunque su hermana sea una Ninfa, el bosque está un poco lejos para protegerla.
—Celia, ese hombre es un desgraciado, un idiota de campeonato, no pienso hablar con ese tipo nunca más y no me caso, de ninguna manera, se atrevió a decirme cosas terribles, es un troglodita, y dormiré aquí, no iré a su recámara ni amarrada — dijo sacándose el vestido, tomó un camisón de Celia y se cambió, no permitiría que la traten así.
—Estás segura Ale, tal vez tengas problemas con el Archiduque — dijo Celia, más preocupada aún.
—Si, tu tranquila, mañana buscaremos la forma de escapar, el bosque nos va a ayudar, ya lo verá — dijo con una sonrisa triunfante que le duraría muy poco.
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En el estudio de Draco, Neil mira a su amigo que está más fresco que una lechuga, no entiende cómo está tan tranquilo después de que la Ninfa lo había rechazado de semejante manera.
—Alfa, ¿estás bien? — dijo bastante preocupado mientras que Draco lo miraba sin ningún problema.
—Si, todo bien, solo quiero terminar esto, además mañana debo solucionar el problema de esas tres lobas que asediaron a la Luna de la manada — dijo tranquilo mientras que su Beta se estremeció, eso es lo que le preocupa, esa actitud calmada, sabe que es la calma tras de la tormenta.
Neil no se equivocaba, solo pasarían un par de horas para que la guerra inicie en la mansión de la manada, es noche se escucharía un gran revuelo, y el bosque estaría alterado también, así las cosas, serían difíciles para todos, menos para un Alfa desvergonzado que tenía todo planeado desde que vio a esa belleza que lo tiene loco por ella.
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Mientras esto pasa, Renan recibe la visita de Ciara, la joven fue a verlo en la noche y de forma más reservada, sabe que es malo presentarse en el día cuando Magenta anda revoloteando por el Palacio Imperial.
—Majestad, soy Ciara Tracen del ducado Trace, como sabrá, he sido escogida como su concubina, pero quiero decirle que me apena de sobremanera lo que pasó con Lady Alessa, sé que ustedes se amaban, lo que hicieron los emperadores y los duques para poner a Lady Magenta como la princesa heredera es realmente cruel — dijo Ciara tranquila, aunque tiene una mirada triste.
Renan la miró esperanzado, aprecia que ella entendía su dolor.
—¿Cómo sabe de eso? — dijo asombrado.
—Majestad, es algo que muchos notamos y nos dimos cuenta el día del compromiso, creo que una hermana no debería hacer lo que hizo Lady Magenta, quitarle el prometido a su hermana, quiero que sepa que en mí tiene una aliada, si necesita algo no dude en decírmelo, en un mes seremos desposadas como concubinas, puede confiar en mí, créame, soy una devota del verdadero amor — dijo Ciara tomando las manos de Renan haciéndolo estremecer, esa mirada dulce y su entusiasmo era tan parecidos a los de Alessa que se sintió reconfortado.
—Si, yo, tomaré en cuenta sus palabras, solo espero que ella esté bien, cuando sea emperador, quiero divorciarme y hacer que Lady Alessa sea mi emperatriz, pero tomará tiempo, debo tener un plan — dijo Renan apesadumbrado.
—Bien, yo pensaré en algo, mientras tanto, no contradiga a los emperadores, deberá hacer lo que marca la norma — aconsejo la joven mientras que Renan lo entiende, sabe que no puede revelarse en este momento.
—Lo haré, Gracias Lady Ciara, es usted muy buena y comprensiva — dijo Renan y Ciara de forma astuta se acercó dándole un beso en la mejilla para sonrojarse después.
—Majestad, solo quiero que el verdadero amor triunfe, en cuanto esté con Lady Alessa pediré mi divorcio como concubina — dijo ella para después salir de ahí.
Renan se quedó mirando a la hermosa Ciara salir de ahí como si ella estuviera avergonzada de su comportamiento, lo que le pareció muy lindo, le recuerda mucho a la inocente y dulce Alessa.
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En el archiducado del Norte, Alessa y Celia duermen en la tranquilidad, de la noche, había un silencio escalofriante, pero de repente.
La puerta de la habitación se abrió de golpe, una patada del alfa la había abierto de par en par sobresaltando las niñas que dormían plácidamente, el ruido las dejo asustadísimas y dieron un grito de sorpresa, pero más aterradas quedaron después de la declaración del hombre.
—Ninfa, he venido a llevarte a mi cama, quieras o no — dijo con una mirada depredadora dejando a Alessa totalmente asustada.
Alessa se abrazó de Celia para que no la lleve, sin embargo, nunca supo lo fuertes que pueden ser los hombres lobo.
—No…, no te acerques, no iré contigo, no puedes obligarme — dijo Alessa gritando indignada, no podía creer que ese hombre sea tan despiadado.
—Ven bonita, es hora de que sepas cuáles son parte de tus funciones como mi Luna y Archiduquesa — dijo tomándola de cintura y en un solo movimiento ella fue puesta en su hombro fuerte del Alfa como un costal de papas, viendo a su hermana desparramada en la cama sin poder hacer nada, había sido tan rápido y fuerte que Celia no pudo sostenerla.
—Ale, hermana — Celia quiso correr tras de ella, pero Mary se paró frente a ella, ya que debía calmar a esa niña, Alessa no corría peligro, bueno, solo un poco, pero no era para tanto.
Draco salió con una Ninfa muy molesta en su hombro que lo insultaba todo el camino, pero el Alfa solo tenía una sonrisa ladina en los labios, el destino de esa Ninfa coqueta estaba sellado.
Algunos sirvientes salieron al escuchar el alboroto y vieron al Alfa llevar a su luna al piso de arriba, unos sonrieron con timidez, parecía que la Ninfa Emperatriz recibiría su primera clase de Luna de la manada.
—Suéltame, lobo sucio, lujurioso, eres un pervertido, degenerado, no me tocarás, eres un abusivo, auxilio…, Ayuda… — gritaba Alessa, mientras que el Alfa solo caminaba sin decir una palabra.
Draco entró a su habitación cerrando la puerta con el pie y después lanzó a esa niña reclamona a su cama.
Alessa cayó en una mullida y acogedora cama hundiéndose en ella mientras un delicioso aroma se colaba por su pequeña y linda nariz, su cuerpo se erizó, todo ese lugar olía a ese hombre, tenía un aroma muy agradable que la hizo calmarse de inmediato, pero ella no quería darse por vencida.
—Déjame ir, no quiero estar aquí…, yo… — Alessa se quedó callada cuando lo vio quitarse la camisa delante de ella.
Los amplios hombros, sus pectorales fuertes y prominentes, las hileras de abdominales que seguían hasta más debajo de su pantalón la dejaron sin reaccionar.
—Alessa Duncan, puedes reclamar lo que quieras, pero recuerda que eres MÍA — dijo con seguridad mientras se acerca como un depredador listo para atacar.
Nota: Mis queridos y queridas ya saben el capítulo +18, ósea el delicioso de esos dos estará en el grupo de Face Adianex Ávila, ahí lo tendrán para que vean como la Ninfa perdió la pureza y quién sabe qué más.
Aparte Ciara,en verdad se enamoro de el,apenas se dieron los dos