Un acuerdo nada convencional. Bryan Roignz, un famoso empresario y abogado, es un hombre apuesto y deseado por muchas, por su dinero, belleza, fama y poder. Sin mencionar que su apellido ya tiene su propia fama. Él ve una gran oportunidad, pero necesita ayuda. Samantha, una mujer fuerte, decidida y con habilidades únicas, se encuentra sin nada. De un día para otro, su vida da un giro total. Él necesita un acuerdo y ella dinero. El destino decide ponerlos cara a cara. Ven conmigo, viajemos juntos en esta historia de amor, comedia, superación y fe...
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Capítulo 24
Bryan
Veo a mis padres esperando, mi madre ni siquiera disimula la ansiedad y mi padre como siempre, ¡tranquilo!
Diego nos acompaña hasta ellos y se retira, él sonríe amablemente a Sam, seguro que le ha gustado. Diego miraba a Milena con ganas de matarla y lo peor es que se lo merecía. Era muy grosera con las personas que no eran de su misma posición social....
Sin mencionar que él no es de sonreír a la gente, es muy difícil, sólo sonríe a nuestra familia ¡y Punto para Samantha!
Bueno.... ahora lo que toca es respirar, presentársela ¡y rezar para que no sospechen nada!
Ellos se parecerían a los de la foto de arriba.
Samantha
Bryan me presenta a doña Carmen, una mujer guapa y parece ansiosa.
La saludo y me abraza y me da un beso, ok, termino sonriendo y me gustó su espontaneidad,
seguro que Bryan sacó ese lado de su padre.
El señor Alejandro es más tranquilo, ¡al menos eso parece! Nos saludamos con un apretón de manos.
La hermana, el cuñado y los niños aún no estaban presentes
Carmen - Tenía mucha curiosidad por conocerte, vi en los medios la foto de ustedes.
Bryan - Como te dijimos mamá, fue una decisión de última hora y por eso todo fue muy rápido.
Alejandro - Lo entendemos y luego te conoceremos bien hijo mío, sabemos perfectamente cómo es
Carmen - Sí, ni siquiera nos invitaste a ir al juzgado
Bryan va a hablar y Samantha
Samantha - Disculpen, fue un error nuestro, estábamos tan emocionados y como somos muy parecidos en el sentido de ser discretos, acabamos sin darnos cuenta de cómo podría afectarles.
Bryan pensando ¡wow! ¡lo ha bordado ahora y se ha expresado correctamente!
Carmen sorprendida por la respuesta - No pasa nada querida, pero estaba pensando que podríamos hacer una pequeña celebración, con nuestros amigos más cercanos, ¿qué te parece?
Samantha - Por mí, no hay problema. Depende de Bryan, si él está de acuerdo
Carmen - ¿Él estará de acuerdo, hijo?
Alejandro riendo - No le hagas caso Samantha, Carmen es así
Samantha - Puede llamarme Sam señor Alejandro e imagínese doña Carmen es madre, la entiendo.
Carmen - Ay Bryan, estoy tan enfadada contigo.
Bryan-¿Conmigo? Mamá, ¿qué he hecho ahora?
Carmen - ¿Cómo nos has ocultado a Sam? Mira, es un amor y podríamos haber hecho una boda preciosa, aunque sé que la habrías querido discreta.
Bryan sonriendo y pensando que a mi madre le ha gustado y se lo está creyendo, mi padre, esperando a ver.
Bryan - Sin dramas doña Carmen, me conoces y podemos hablar de hacer una pequeña celebración con los amigos de la familia, pero mamá, ¡espero que entiendas la palabra PEQUEÑA!
Carmen - ¡Madre mía! Está vendiendo a Sam.
Samantha sólo se ríe de ellos, no dice nada.
Bryan - ¿Dónde está Sofía?
Carmen - ¡Llega tarde! ¡Seguro que los niños han hecho alguna trastada!
Alejandro - Pobrecitos, no los culpes sin saberlo, Carmen.
Carmen - ¡Sam, Alejandro les deja destrozar la casa! ¿Sabes? Puede hacer de todo y él sólo dice, déjalos....
Bryan y Samantha terminan riéndose de la forma en que doña Carmen lo ha dicho.
Samantha
La conversación estaba fluyendo bien, Bryan sentado a mi lado, a veces me cogía la mano y a veces yo le cogía la suya, él me pasaba la mano por el pelo, yo le ponía la mano en la pierna, como hacen los novios, estábamos representando muy bien.
En eso entra ¡una mujer guapísima! ¡Pero guapísima! Parece una Barbie, un hombre muy elegante con ella y pasan dos huracanes, yendo directos al señor Alejandro, literalmente saltando sobre él o aplastándolo, termino riéndome.
Bryan me presenta a su hermana, al cuñado y a los niños, ni falta que hace que vengan solos.
Joaquín y Julio - ¡Hola! ¿Eres la esposa de nuestro tío Bryan?
Samantha - Sí, soy Samantha, ¿y cómo os llamáis?
Joaquín - Soy Joaquín y él es Julio.
Samantha - ¿Puedo daros un beso?
Saltando sobre ella- ¡Sí!
Sofía - ¡Niños! Por favor.
Samantha - No te preocupes, no pasa nada.
Julio - ¿Has visto? Ella no es como la ex tía malévola.
Bryan riendo - ¿Malévola?
Julio - Sí, tío Bryan, ¡era muy mala y cuando estaba lejos del tío era mucho peor!
Joaquín - Era una bruja mala.
Carmen - Ya está, el tío Bryan y todos lo hemos entendido.
Sofía - Entonces, ¿cómo que ya os habéis casado? Aunque tratándose de Bryan, ¡es bastante normal!
Bryan - Por favor, Sofía.
Samantha - Pues sí, les debemos una disculpa, nos emocionamos y nos casamos demasiado rápido.
Carmen - Pero Sam, afortunadamente es muy querida y ha aceptado hacer una celebración para nuestros amigos y familiares.
Bryan - Todavía vamos a hablar de eso, mamá.
Sofía - Me alegro. Todo bien Samantha, no te preocupes. Conozco bien a mi hermano.
Pero cuéntame, ¿cómo os conocisteis?
Bryan - En el tráfico, me paré a ayudar a Samantha en un pequeño accidente que tuvo, acabamos tomando un café juntos, nos hicimos amigos y él sigue contando....
Sofía - ¡Qué guay! Eso seguro que es amor, ¿vivías en Barcelona?
Samantha - Sí, viví allí bastante tiempo.
Carmen-¿Cuál es tu profesión?
Bryan pensando, espero que Sam no muestre inseguridad.
Samantha quería decir la verdad, me cayeron muy bien, pero en cierto modo no estoy mintiendo, tengo formación en Educación Física y mejor responder de inmediato.
Samantha - Soy licenciada en Educación Física. Trabajé algunos años como profesora y después me pasé al entrenamiento personal, trabajé en algunos gimnasios y con clases particulares.
Sofía - ¡Realmente tienes un cuerpo precioso!
Samantha - Gracias, con todo respeto, ¡pareces una muñeca! Me pareces guapísima.
Sofía sonriendo - ¿Lo habéis oído? Sam ya me caes bien, al menos eres una mujer con mucho buen gusto ¡y Mujer! Porque mi ex cuñada, uff.
Alejandro - Sofía, no hablemos del pasado. ¿Entonces trabajabas con niños?
Samantha
Me di cuenta de que estaban buscando cualquier desliz mío o de Bryan, no podía mostrar inseguridad ni dudas.