Briza necesita un nuevo empleo con urgencia. Daniel necesita una secretaria que además de hacer su trabajo prepare un buen café.
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capitulo 3
El tiempo pasa volando. Ya hace un mes que trabajo con el Sr. Black y todavía no hemos podidos salir a festejar con mis amigas.
La cosa fue que la primera semana me cargo de tanto trabajo que no me alcanzó el fin de semana para terminarlo.
Luego estaba Cecilia que tuvo que salir en un viaje de negocios con su jefe y Amy le toco un caso complicado en otra provincia y se retrasó su vuelta a casa. Creo que cuando vuelva Audin le tendrá retenida un buen tiempo hasta que la deje salir con nosotras.
Y bueno, en cuanto a mí, acá estoy preparando un informe para una junta que tiene mi jefe. No volvió a mirarme o acompañarme al ascensor como el primer día. A veces pienso que lo imagine a ese momento que tuvimos en el ascensor.
Estoy terminando de imprimir todo y mientras busco unas carpetas para ir colocando cada informe para cada uno de los que asistirán a la junta, cuando mi celular suena en una llamada entrante. Miro la pantalla y es mi loca amiga Syl. Miro que no haya nadie cerca nadie y al ver despejado todo contesto.
—Hola mi loca, te recuerdo que estoy trabajando... —respondo y digo nomas atiendo la llamada.
—Hola perdida... si lo sé, el papito de tu jefe te tiene ocupada todo el día o es que follan como locos y a nosotras nos dices otra cosa —dice y me rio de sus disparates.
—¿Qué? No, nada que ver. Justo ahora estoy imprimiendo un informe para una junta que se dará en un momento —digo mientras coloco en una de las carpetas uno de los tantos informes.
—Bueno, te lo hago corto. Viene Amy y quiero que salgamos. Cecilia también ya está de vuelta con Scott y Marion me dijo que donde sea que vallamos para ella está bien.
—Mmm... bien —pienso en lo bien que me vendría una salida con amigas—. No se dice más este finde no me para nadie, menos el papito que tengo de jefe —en eso siento que la puerta de mi oficina se abre y cuando miro casi me atraganto con la baba.
Parado ahí, todo hermoso, con su traje de dos piezas, mirándome divertido, esta mi jefe y por la cara que lleva seguro que escucho lo que dije.
—Señorita Riles, el papito de su jefe necesita los informes —mi teléfono cae de mis manos al escucharlo. nerviosa me agacho para recogerlo y cortar la llamada escuchando como detrás de la línea Sylvanas se ríe a calzón quitado. Seguro escucho las palabras de mi jefe—. Otra cosa, creo que me debe una por utilizar su teléfono con llamadas personales en horario de trabajo.
Yo solo asiento como enferma a lo que sea que me dice, mi mene solo repite que estoy frita, acá me hecha. Tomo los informes y apresurada los termino de organizar en las dichosas carpetas. A paso rápido me dirijo a la oficina del papito, digo de mi jefe y le dejo los informes sobre su escritorio.
—Los informes, SR. Black.
—Si, veo. Usted vendrá a la reunión conmigo —sentencia y creo que me está por agarrar un colapso. Se que además de revisar temas financieros se verá un juego nuevo que esta por salir en línea que me tiene intrigada desde que me entere y estar en primera fila para apreciarlo es algo que me hace sentir muy afortunada, creo que le daría unos cuantos besos de lengüita en agradecimiento.
—Como no, con mucho gusto —respondo emocionada y el frunce el ceño mirándome sospechosamente. Seguro piensa que estoy demente.
Me retiro a mi oficina para refrescarme para la reunión. Se que será larga y tediosa y saber los temas que trataran me tienen a mil. Solo espero que no me de uno de esos ataques de locura.
Entro a mi baño y me quito la blusa para echarme agua. Hoy me puse una falda a negra a cuadros blancos, una blusa negra y mi chaqueta de cuero. Cancanes negros que ahora deseo sacar ya que hace más calor y unas botitas caña corta. Algo informal y cómodo.
Me refresco y vuelvo a colocarme la blusa. Procedo a sacarme los cancanes ya que siento que me voy asar. No sé si es el hecho de que mi jefe me cacho llamándolo papito o que estaré en esa reunión.
Salgo del baño reboleando mis medias como si fuera el poncho de Soledad Pastoruti, estas terminan estampadas en mi cara cuando freno de golpe y pego un grito al ver a mi jefe apoyado en una esquina de mi escritorio de brazos cruzados.
—¡Mierda! —grito colocando mi mano en mi pecho que sube y baja agitado— ¿Piensa matarme de un susto? —pregunto sacándome rápido los cancanes de mi rostro
—Lo siento, no quise asustarla —dice poniendo toda su atención en mis cancanes negros, los miro y poniéndome definitivamente color rojo intenso, los escondo en mi espalda—. ¿Esas son sus medias? —pregunta y yo quisiera que literalmente se habrá la tierra.
—E... No... sí... —me pongo nerviosa y estrujo mis dedos con la prenda en mis manos que se encuentran en mi espalda—. Lo que pasa que hace calor y pues... bueno... creí que sería más cómodo quitármelas.
—Logrando que su jefe se llene de imágenes en su mente —dice y se levanta de donde este acomodado y yo me quedo con mi cara de WTF? —. Vamos ya es hora
Tiro mis medias de cualquier manera y tomo una libreta, un birome y me llevaría pochoclo, pero creo que me mirarían mal. Salgo casi trotando de mi oficina justo a tiempo para meterme dentro del ascensor donde me espera mi jefe apoyado despreocupado en su interior. Me acomodo a su lado y cuando las puertas se sierran un escalofrió recorre mi columna al sentir la presencia de mi jefe tan cerca. No es la primera vez que estamos encerrado en un lugar así, pero me pone nerviosa igual.
Siento su mirada en mí y por el rabillo del ojo lo miro, él sonríe en una mueca divertida cuando veo como estira su mano para detener el aparato.
Con un movimiento rápido soy empujada contra las paredes del aparato y siento su boca que ataca la mía sin pudor, como sediento, como necesitando de mi contacto por mucho tiempo.
Sus manos en mi cara acarician mis mejillas mientras su lengua juega con la mía. Mis manos parecen gelatina en este momento y siento como se resbalas las cosas que llevaba en ellas.
Aprieto su pecho y el beso se hace muy caliente, lo empujo agitada mirándolo a sus platinos que me miran de una forma que me hace pensar que se derretirán en cualquier momento. Mi respiración es irregular al igual que la de él. Nos quedamos así un momento y luego veo como se agacha para recoger mis cosas y cuando se levanta, va recorriendo mi pierna izquierda hasta que llega a mi trasero, lo aprieta y me pega a él. Siento cuan grande esta su espíritu.
—Aquí tienes tus cosas —me las tiende, pero antes de que las pueda agarrar me besa de nuevo. Al despegar nuestras bocas pega su frente a la mía—. Me estas volviendo loco ¿Mira que me contengo? ¿Acaso te acuerdas de mí?
Me separo para mirarlo sin entender a qué se refiere, pero el vuelve a su posición y desbloquea el aparato que enseguida nos deja en nuestro piso donde se dará la reunión.
y mis respetos para ti, por poder expresar e hilar bien las ideas de lo que quieres pasmar. felicidades y continúa así y sobretodo con miras hacia adelante.