La Venganza De La Princesa

Afortunadamente cuando Jordan pidió ver al emperador, también su padre estaba en la sala del trono, eso será perfecto, desacreditara a Alexis frente al emperador, eso causará vergüenza en su padre y se enojara, con suerte, envían a Alexis lejos, pero, no era como esperaba, por la respuesta del emperador, su padre y Jordan quedaron perplejos.

- m-majestad ¿que ha dicho?

Pregunto el Duque Reign, pues no está seguro de haber escuchado bien.

- Elina me convenció de tener otro candidato y que ella lucharía por él. El joven Alexis es ese candidato.

- p-pero majestad, mi hermano no es apto para un cargo tan importante, llevará a la ruina al país.

- es verdad majestad, Alexis es un chico ingenuo.

- yo mismo hable con el joven Alexis y decidí que era apto. Si mis hijas se matan entre si, por el puesto de emperatriz, un poco de competencia entre hermanos, no viene mal.

Jordan tenía ganas de golpear al emperador por haber hecho algo así, ahora, por ello, esta en una gran desventaja, pues Jenna solo es una niña débil que se vale de su belleza, algo que no funcionará contra Elina, ni con las otras princesas. Como ya no queda nada que decir, el emperador les pide que se retiren. Cuando están fuera, Jordan golpea la puerta del auto antes de subir.

- padre! Dígale a Alexis que se retire. El puesto de emperador me pertenece.

- silencio Jordan, no podemos llevar la contraria al emperador, podría destruir nuestra familia.

- pero padre, Alexis quiere quitarme mi oportunidad de subir al trono y encima, se mete a la cama de mi mujer.

- no se habría metido a la cama de esa princesa, si fueses tan estúpido al juguetear con la otra inútil.

Jordan no pudo responder más, solo se subió al auto junto a su padre para ir de regreso a casa, aunque claro que el Duque planea regañar a Alexis porque éste no le dijo nada, pero, cualquiera de ellos que sea emperador, beneficia a su familia. Por otro lado, Jenna estaba nerviosa, no sabe como le estará yendo a Jordan, del solo pensar que esta siendo amoroso con Elina, le da rabia, quizás debería contratar hombres para poder avanzar en la competencia, aun faltan otras hermanas con las cuales luchar; ya era de noche, así que los guardias que Jordan le puso, han cambiado de turno, Jenna se retiró a su habitación después de cenar y puso la alarma para evitar que entren intrusos, se recostó, pero, al poco tiempo de haberse dormido, escucho mucho ruido, fuera de la mansión, se levanto y tomo una arma mágica que tenía a un lado de la cama; se asomó en la ventana, pero, todo estaba en oscuridad, las luces habían sido apagadas, eso le causo miedo, así que busco el comunicador para llamar a Jordan, pero, no estaba donde lo había dejado. La lámpara que tenía en un rincón, junto a un sofá se entendió y ahí estaba Alexis.

- ¿busca esto, princesa?

Alexis sonríe mientras le muestra la pulsera, Jenna levanta con ambas manos la pistola mágica apuntando a Alexis.

- e-eres el hermano de Jordan...¿que haces aquí?

- solo he venido por ti, Jordan me envió, cree que estás en peligro, ahí fuera hay hombres malos.

- ¿que? N-no te creo...fuera o te mataré, aunque seas familia de Jordan.

- yo tampoco tendré compasión por la amante de mi hermano.

Alexis se levantó mientras el sello en su ojo brilla, al levantar la mano el cristal mágico del arma que tiene Jenna, comienza a brillar hasta que al final se rompe, inutilizando el arma, Jenna la tira y busca correr hasta la puerta, se abre y sale corriendo, aunque los pasillos están tan oscuros que sin fijarse, pisa la escalera y pierde el equilibrio rodando por las escaleras, por su caída se fractura una pierna, se arrastra tocando algo, las luces se encienden y era Elina quien estaba parada ahí, Elina le sonríe y se agacha.

- mi pobre y dulce hermana, debiste solo retirarte, al menos, voy a dejarte vivir un poco más.

Ante esto, le sujeta del cabello y le golpea la cara causando que se desmayé, Alexis llega con Elina.

- ¿segura que desea dejarla con vida?

- si, Jordan entrará en pánico con esto.

Ambos se retiran de la mansión, al estar fuera, Olivia los espera dejando apilados a los guardias, todos inconscientes, pues no era necesario matarlos.