Yerno Menospreciado se convierte en Gobernante

Dom invitó a Vin a una cena elaborada con vino que realzaba la comida de la noche.

"Gracias, tío, por ser puntual y también por confiar en mis palabras".

"Somos familia, la confianza es de suma importancia. Recuerda, si te enfrentas a algún problema, avísame y yo me encargaré. Mi red es muy extensa, y si encuentras dificultades, simplemente invoca mi nombre y temblarán de miedo", dijo Dom en medio de su conversación.

Durante su charla, Vin acarició su piedra preciosa y sintió que su tío Dom estaba enfrentando problemas de salud, lo cual estaba claramente indicado por los signos en su cuerpo.

"Tío, quiero hablar contigo sobre tu condición. Lo que pasa es—" Las palabras de Vin fueron interrumpidas cuando Filix se acercó a ellos repentinamente.

"Disculpen interrumpir su cena, caballeros, pero quería informarles que los padres de Zen llegarán en breve. Vienen para disculparse en persona", dijo Filix.

"Cuando terminen, váyanse y regresen cuando lleguen", Dom despidió a Filix, quien se marchó sin objeción.

Poco después, Filix regresó, esta vez acompañado por los padres de Zen.

"Caballeros, han llegado", anunció Filix.

Para sorpresa de Vin, Tuan Robi se arrodilló repentinamente ante él y se dio una bofetada en la cara en una súplica de perdón.

"Perdóname, señor, he fallado en la crianza de mi hijo, lo que ha llevado a que cause problemas. Es mi culpa por no disciplinarlo adecuadamente. Por favor, perdona a Zen, permíteme recibir el castigo destinado a él", sollozó Robi.

"Detente, tío. No te hagas daño. No es tu culpa; él es adulto y conoce las consecuencias de sus acciones. Puedes estar tranquilo, tío, Zen está ileso—Dom ha resuelto el asunto, simplemente le enseñó una lección para que no repita su error", declaró Vin, instando a Tuan Robi y a su esposa a levantarse.

"Levántate, Tuan Robi. Como padre, no deberías humillarte así; este es el error de tu hijo, y él debe enfrentar las repercusiones, no tú. Siéntate, resolvamos esto amistosamente", intervino Dom.

Se pusieron de pie y se unieron a la cena.

El tío Dom, recordando las palabras anteriores de Vin, preguntó más.

"Mencionaste mis problemas de salud antes, Vin. ¿Cómo te enteraste de ellos? En efecto, estoy experimentando algunos problemas de salud. ¿Puedes ayudarme? He oído de la señora Ambar que has salvado a su hija con tus habilidades médicas. ¿También podrías aliviar este dolor agonizante que estoy sufriendo?", preguntó Dom ansiosamente, encontrando confirmación en las palabras de Vin, incluida la precaución de tener cuidado justo antes de esquivar una lámpara que caía.

La señora Lidia (madre de Zen), al escuchar las extrañas palabras de Vin, asumió que era una broma.

"Señor Vin, eres todo un comediante. ¿Qué relación hay entre presenciar muertes y la enfermedad? Tu suposición es ridícula; ni siquiera un niño te creería. Mejor quédate con tus chistes para ti mismo, porque nadie te tomará en serio", intervino Lidia de manera grosera.

¡Bang!

Dom golpeó la mesa, silenciando a Lidia al instante. "Guarda silencio, señora. No es propio de una mujer de tu estatus burlarse sin considerar la situación—y debes darte cuenta de a quién estás burlando. Si el señor Vin se ofendiera, la vida de tu hijo podría correr peligro. Mejor quédate callada, o retírate de esta mesa y prepárate para recibir el cadáver de tu hijo en tu puerta", regañó Dom, sin tolerar las burlas.

"Está bien, tío. Tal vez la señora Lidia necesita un poco de ligereza para aliviar su estrés. No importa si no cree—muy pronto se dará cuenta de su error", comentó Vin, calmando la tensión.

"Perdona las palabras de mi esposa, señor. Te aseguro que me encargaré de ella más adelante", dijo Robi, disculpándose nuevamente, avergonzado por el comportamiento de su esposa.

"Perdóname, señor, no volveré a repetir esto", afirmó Lidia, aunque de manera reluctante.

"Para estar seguro de mis afirmaciones anteriores, tío, tal vez quieras desvestirte y ver las señales por ti mismo", indicó Vin, y Dom obedientemente siguió las instrucciones de Vin, quitándose la camisa para revelar varias marcas en su cuerpo aparte de los tatuajes que lo decoraban. Al tocarlos, Dom se quejó de un intenso dolor.

La Sra. Lidia y los demás en la habitación quedaron atónitos por lo que vieron.

Continuará ☺️☺️☺️

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El autor tiene algunas actualizaciones breves para compartir, asegurándose de que no haya malentendidos.

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2. Este es un trabajo en curso\, así que manténganse atentos a las nuevas actualizaciones de capítulos. Las calificaciones bajas debido a que la novela no está completa no están justificadas; diferencien entre trabajos en curso y finalizados. Por favor\, no den calificaciones bajas si no les gusta; quizás apoyen en lugar de eso para mejorar la calificación actual de 4.3 estrellas.

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