La Villana Cambiará Su Destino.

George iba llegando a una enorme mansión, este era el hogar del Marqués Frizz, George dijo tener una reunión con él y los guardias le han dejado pasar porque así era, pero al bajar del carruaje, ve que otro carruaje de Astley estaba ahí, por lo que no duda en preguntar si Gilbert se encontraba en una reunión con el Marqués, pero el cochero le dice que no, que él ha traído, pero a la duquesa, por lo que George supone que estaba en una fiesta de té, pero la puerta se abre y Emma estaba despidiéndose del Marqués y su esposa.

— la espero la próxima semana para nuestra fiesta de aniversario.— menciona la marquesa entregando una invitación.

— vendré encantada, hace tiempo que no asisto a una fiesta con mi esposo.— responde Emma de manera amable.

— le aseguro que estamos organizando una fiesta grandiosa, espero verla, quiero presentarla a unos socios, seguramente su idea les parecerá un gran negocio.— menciona el Marqués.

Emma se despide de los marqueses y George pasa cerca de ella, a lo que Emma le saluda.

— ahora conocerás, de lo que esta perra es capaz, en especial cuando sabe usar su título de princesa.— le murmura a George.

Este se muestra molesto, pero no puede perder el control en ese lugar. Emma solo sigue su camino y sube al carruaje, mientras que George se queda en compañía del Marqués.

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Más tarde, George llega furioso, pidiendo ver a Gilbert, quien al escuchar el escándalo que hace su hermano, sale de su oficina para preguntar que pasaba.

— tu estúpida esposa acaba de arruinarme un negocio, ¿sabes que le dijo al Marqués Frizz?, que el negocio que le proponía tenía alta probabilidad de fracasar.— grita molesto.

— calma y antes que nada, a mi esposa la respetas. ¿Que culpa tiene ella que tu negocio no sea rentable?—

—¿que?, ¿le das la razón a esa mujer?, ¿ella que sabe de negocios?— pregunta furioso.

— Emma es más capaz de lo que piensas, pero tienes la mente tan cerrada como nuestro padre. Además, no la culpes de tus fracasos.— Gilbert le mira fijamente con seriedad.

— ella fue y le dijo al marqués Frizz que el negocio de las pieles no era buena idea, porque se deterioran rápido, pero, ¿ella que sabe?, no puede opinar de eso.—

— Emma tiene razón, ese negocio ha ido en caída, el mes pasado pieles fueron enviadas a la capital del imperio y estas llegaron ya podridas, porque no saben como conservarlas. Además solo son útiles en invierno.— menciona Gilbert.

Gilbert procedió a pasarle un informe sobre ese negocio y los datos mostraban la baja venta que tenía, en especial por la temporada, cosa que solo molesto más a George, pero, al menos pudo darse cuenta que Emma no le contó nada a Gilbert, porque este no le mencionó nada al respecto. Cuando George se fue, el duque solo golpeo su escritorio con fuerza, estaba conteniendose para romperle la cara a su hermano.

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Emma camina por el pasillo, su vestido estaba todo lleno de lodo, pues desde que volvió de su visita con el marqués, fue a jugar con Lukas y habían estado jugando con agua. Emma camina con Lukas bajo su brazo como un pequeño costal y en la otra lleva sus zapatos, a los sirvientes ya no les extraña ver esa escena, pero George quien venía del lado contrario, verla así le hizo fruncir el ceño.

— mírate, pretendes ser experta en negocios y ahora pareces una vaga.— le reclama.

— al menos no pretendo ser un hombre de negocios exitosos, pero en realidad solo es un vago pervertido.— responde Emma.

Ella le pasa a Lukas a las nanas y se llevan al pequeño al notar la tensión que había, quedándose solo Anne, pues ella sabe perfectamente lo que ese hombre intento hacerle una vez a su señora.

— habla lo que quieras, pero de mi cuenta corre que acabes como la puta que eres.— habla casi en susurro para evitar que los sirvientes escuchen.

— veamos quien gana, pero después, no vengas a llorarle a tu pequeño hermano.— sonríe con burla.

Emma sigue su camino, mientras que George se queda en silencio, pero de ninguna manera dejará que esa mujer le gane, ya tendrá la perfectamente oportunidad de enseñarle quien manda.

Anne se veía preocupada y le preguntaba a Emma si estaba bien, a lo que Emma le contó que ya le ha dicho a Gilbert lo que paso y que incluso lo intento de nuevo anoche, pero que ella supo defenderse y además, Gilbert la estará ayudando a vengarse de ese odioso hombre.

— entonces, ¿lo que dijo el difunto duque hace seis era mentira?— pregunta Anne.

— así es, mi esposo no sabía nada y por su reacción, de haberlo sabido, seguramente hubiera matado a su hermano.—

Emma conoce bien una mirada asesina cuando la ve, porque veía esa mirada llena de deseos de venganza en sus compañeros en su vida anterior, en especial cuando un amigo o familiar resultaba herido.

— que afortunada mi señora, ese hombre merece el peor de los castigos.— menciona Anne enojada.

— y lo tendrá, solo observa bien, Anne, voy a hundirlo en la desesperación.— sonríe con malicia.

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En la noche, la cena transcurre normal, aunque para Gilbert, era desesperante tener que estarse aguantando y no golpear a su hermano por lo que ha intentado hacerle a Emma, y aunque sabe que ahora, ella es capaz de defenderse, no quita el hecho de que sus intenciones son de lo peor. George aprovecha la cena para decirle a Emma que su negocio con el Marqués fracasó, porque ella fue imprudente al hablarle de algo que no sabe.

—¿y que te hace creer que yo no se sobre eso?, ¿tu excusa es porque soy mujer?, más deberías darte cuenta y aceptar que tu propuesta no era buena.— responde Emma con seguridad.

George golpea la mesa con el puño, pero Emma ni se muestra asustada.

— basta George, tienes muchos otros negocios, ¿no?, yo mismo te mostré los datos sobre esa propuesta. Mejor usa otros, dices que eres exitoso, que uno falle no te debe afectar.— le reclama Gilbert.

— por supuesto, pero me molesta que dejes que tu esposa se meta en asuntos que nisiquiera le conciernen. Las mujeres deben quedarse en casa, tal vez debería traer a mi esposa para que le enseñe a la tuya a comportarse.— agrega George con orgullo.

— yo estoy bien en como es Emma, soy quien vive con ella, ¿en que te afecta a ti?, a este paso, pareciera que estoy escuchando hablar a nuestro padre.— Gilbert ya parecía irritado.

— vanos Gil, lo que pasa es que eres muy suave, ten cuidado, podría llegar un hombre que le enseñe lo que es ser una mujer y entonces te la quitará.— sonríe burloso.

Gilbert estaba por levantarse, pero Emma le detiene sosteniendo su mano sobre la mesa y le niega.

— no soy estúpida cuñado, estaría loca si dejo a mi esposo por cualquier hombre promedio, cuando él esta bien dotado.— responde Emma. — si no fuera porque tomo anticonceptivos, estaríamos llenos de niños en esta casa.— suelta una risilla forzada.

— Emma, deja de contar nuestras intimidades, mi hermano se sentirá avergonzado, si comparas el tamaño del mío con otros, estos se pueden sentir inferiores.— agrega Gilbert con una sonrisa burlona.

Emma y Gilbert ríen por su propio comentario, mientras que George, se pone de pie, diciendo que se retiraba. Al salir del comedor, se sentía humillado ante los comentarios de la pareja, pero, ni crean que lo dejará pasar y Emma pagará por todo lo que ha dicho.

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