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AFABLE

AFABLE

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Mafia / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Diferencia de edad / Jefe en problemas / Secuestro y encarcelamiento / Enfermizo
Popularitas:27.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Irwin Saudade

Janet tiene un futuro prometedor, pero su padre la fastidia a que ya debe casarse. Como ella se niega rotundamente, la obliga a aceptar un trabajo en la ciudad. Así es como termina cuidando de un hombre ciego llamado Nicolás. Este hombre es hijo de un mafioso.

Será que, el haber ido en contra de los deseos de su familia, ¿Podría significar el inicio de su felicidad?

NovelToon tiene autorización de Irwin Saudade para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

AHORA QUE YA NO SOMOS DESCONOCIDOS

Habían pasado diez días desde que nos hicimos la prueba genética. Mi abuelo nos había mandado a llamar a su casa. Mientras esperábamos a que Julio y Elsa llegaran, nos ofrecieron café.

—¿Y cómo se conocieron? —Preguntó mi abuelo.

—En mi graduación de la secundaria —dije.

—¡Suena interesante! —Mi abuelo parecía interesado en el tema—. ¿Y hace cuanto que son novios?

—Llevamos un par de semanas —respondió Nicolás.

—¡Orales! Que sorpresa. Pensé que llevaban más tiempo.

—No. Es reciente —añadí.

Mi abuelo parecía estar contento con la noticia, poder conocernos era algo agradable. Él no parecía ser una mala persona.

—Pues me da mucho gusto por ustedes. Creo que ambos están en una etapa buena. ¡Disfruten mucho cada etapa de su romance!

¿Cuántas etapas debe tener un romance perfecto? Sonreí.

—Gracias —me limite a decir.

—¿Y usted a qué edad se casó? —Preguntó Nico.

—Yo tenía treinta años. Y mi esposa tenía veintitrés.

—¿Cómo se llamaba ella? —Pregunté.

—Se llamaba Merari.

Escuchar aquello me hizo pensar en el nombre que mis verdaderos padres habían elegido para mí.

—Elsa me llamo Merari la primera vez que me vio —pronuncié.

—Te pusieron el nombre de tu abuela.

—¿Por qué? —Me dio curiosidad saber.

—Porque tú eres la única nieta mujer que tengo.

¿Eso era posible? Era una coincidencia que sucediera lo mismo con mi familia del pueblo. ¡Que padre!

—Que interesante —pronuncie apenas audible.

—Ellos quisieron ponerte ese nombre en honor a tu abuela.

—¿Hace cuanto que falleció ella?

—Hace seis años.

Entonces llegaron. Elsa traía un vaso de Starbucks en la mano derecha y Julio, él olía a tabaco.

—¡Buenas tardes! —Saludó ella.

Tomaron asiento en el sofá. Note que Julio examinaba detalladamente a Nicolás.

—¿Y él es algo tuyo? —Me preguntó a mí.

—Es mi novio.

—¿Merari tiene novio? —Elsa preguntó.

—Sí. Tengo novio. Y mi nombre es Janet, no estoy acostumbrada a que me llamen Merari.

—Perdona. Es que ese es el nombre que habíamos elegido para ti.

—¡Lo sé! Mi abuelo me contó.

Cuánto pronuncie la palabra “abuelo”, todos parecieron sorprendidos. ¡Hasta yo me sorprendí!

—Bueno. Ya tengo los resultados de la prueba —dijo el abuelo.

Un sobre sellado estaba en sus manos. Rompió una orilla y sacó una hoja de papel. Extendió el documento y lo analizó.

—Los resultados de paternidad entre Julio de la Vega Hernández y Janet Zamora Tecuapetla, son del cien por ciento. Esta prueba comprueba que ambos comparten la misma genética.

¡Entonces no había duda alguna! Era verdad que yo llevaba la sangre de ellos.

—¡Lo sabía! Me da mucho gusto que ya no existan dudas sobre esto —ella se abalanzó contra mí y me abrazo.

Julio parecía contento, pero despistado al mismo tiempo.

—¿Cómo te sientes? —Me preguntó Nicolás.

Deje escapar un suspiro.

—Creo que estoy bien. Ahora se que esto es verdad y no hay marcha atrás.

—¿Te mudaras con nosotros? —Preguntó Elsa.

No había pensado en eso. ¿Mudarme con ellos? ¿Era posible? ¿Era mi deber como hija legítima? ¿Y mi familia en el pueblo? ¡Todo era confuso ahora!

—No —dije sincera—. No he pensado en eso.

—Nosotros vivimos en San Luis Potosí. Nos iremos la próxima semana —informó Julio.

—Yo creo que debo pensar en que es lo quiero.

—¿No querías confirmar que éramos tus padres? —El tono de voz de Julio se volvió oscuro y bastante frío.

—Y ahora lo he confirmado.

—Por ley, deberías vivir con nuestra familia—añadió el abuelo.

—Soy mayor de edad. Creo que eso aplicaba muchos meses atrás.

—¡Ven con nosotros a San Luis! Tenemos una casa súper grande y hermosa —Elsa insistió.

—¿Ustedes quieren que me mude a su casa? ¿Están dispuestos a cambiar su vida por mí? —Cuestione.

—Por supuesto que queremos —Elsa era la más emocionada de esto.

—Si tú quieres, adelante. Si no quieres, como bien dices, ya eres mayor de edad —Julio era muy frío.

Giré a mirar a Nicolás y supe que era momento de irnos. ¡De pronto no me sentía cómoda allí! Muy rápido dejaron ver sus verdaderas personalidades.

—Creo que todos tenemos muchas cosas que pensar. ¡Es hora de irnos! —Dije poniéndome de pie—. Les haré saber mi decisión tan pronto la tenga.

—Claro que sí. Piensa las cosas y tú decide. ¡Somos tu familia! —Dijo mi abuelo.

—¡Muchas gracias por su tiempo!

Cuando salimos de la casa de mi abuelo, me sentí menos abochornada que antes. Subimos a la camioneta.

—Vamos a buscar que cenar —ordenó Nico.

Ernesto encendió el vehículo.

—¿Cómo te sientes? —Me preguntó Nico.

—Estoy bien. Pero, de momento he estado pensado si todo esto fue una buena idea. Julio parecía estar enojado por todo.

—Si se veía molesto. A lo mejor tuvo un mal día.

—Quizá.

—Pues tienes la ventaja de elegir qué hacer. Piensa las cosas muy bien.

Sus ojos irradiaban ternura.

—Sé que tengo esa libertad de elegir, pero, me da miedo porque me encuentro en un punto medio. Mi familia en el pueblo y esta familia de la ciudad. ¿Mudarme? ¿Con quien quedarme? ¿Qué me convendrá más? ¿Qué pasará con nosotros? También tengo metas que me gustaría cumplir. El verano ya se va a acabar. No tengo dinero y me gustaría poder seguir estudiando. ¡Tantas cosas que me están aplastando!

Nicolás me escucho con atención. Me tomo la mano y su calor me hizo tranquilizar.

—Yo estoy dispuesto a ayudarte, así como tú me ayudaste cuando estaba ciego. ¡Quiero ser tus ojos!

—¿Me ayudarás a elegir?

Asintió.

—Te ayudaré a elegir lo que tú creas más conveniente y entonces, te daré mi apoyo total.

Sus pupilas me hicieron sonreír. Se quito las gafas y sonrío cálidamente.

—¡Gracias! No me gustaría ser una carga para ti.

—¿Yo fui una carga para ti cuando estaba ciego?

—No. Yo siempre te vi como una persona que necesitaba de mi ayuda.

Asintió complacido.

—Pues así es como yo quiero verte en este momento. ¿Cómo ves?

Me nació darle un besito en la mejilla izquierda. ¡Estar con él era mi medicina!

—¡Gracias!

De pronto, subió su mano hasta un botón que hizo que el techo del vehículo se abriera. El cielo nocturno apareció ante nosotros.

—¡Saquemos tu inseguridad esta noche!

Me invito a ponerme de pie. Le hice caso. El viento nos impactaba en la cara. ¡Lo bueno que él traía sus gafas oscuras! Comenzó a sonar Lady Gaga de Peso Pluma y la ciudad era increíble.

Los edificios parecían brillar, esto era una experiencia única.

—Piensa en que esto es un regalo para que tus inseguridades vuelen. Y si quieres gritar, adelante. ¡Grita!

Extendí mis brazos, quise ser libre como el viento. ¡Era increíble! Mi corazón comenzaba a latir muy excitado por este momento y entonces, supe que de mí dependía el poder sentirme tranquila.

—¡Quiero dejar de sentir inseguridad en mi alma! —Exclamé con mucha fuerza—. ¡Quiero ser feliz! ¡Me lo merezco!

Mi cabello estaba alborotado por toda la euforia del viento y sin pena, comencé a sonreír. ¡Quería demostrar que todo estaría bien!

...💐💐💐...

Dos días después de aquella noche, el abuelo me invitó a una comida familiar. Nicolás no pudo acompañarme porque dijo que debía atender unos asuntos de su negocio.

Así que fui sola.

—¿Tú eres la hija perdida? —Preguntó el muchacho sentado frente a mí.

—Sí. ¿Y tú eres…?

—Soy Gabriel. Somos primos.

—¡Mucho gusto!

—¿Dónde vives? —Él era el único que parecía interesado en querer conocerme en esta zona de la mesa.

—Vivo cerca de aquí. En un fraccionamiento, no recuerdo su nombre.

—¿En Lomas?

—La Vista. Creo que así se llama el fraccionamiento.

Note la sorpresa en el rostro de todos.

—¿Y qué edad tienes? —Preguntó otro muchacho.

—Tengo dieciocho. ¿Y tú?

—Yo tengo veinte. ¿Estudias? —Gabriel seguía dominado la conversación conmigo.

—Aún no me he inscrito —admití.

—¿A qué universidad planeas entrar? Yo estoy en el Tec.

¿Qué rayos era el Tec?

—No sé si quiera entrar a la universidad. Tal vez me busque una escuela técnica y estudie algo allí.

—¿Y qué te llama la atención?

—Diseño de modas.

—Pues espero que te vaya bien. Escuché que esa carrera es interesante.

Estábamos comiendo lasaña. En mi plato solo quedaban tres porciones.

—¿Y tienes novio? —Preguntó Gabriel.

—Sí. Tengo novio.

—¡Eso! ¿Por qué no lo trajiste? Así conocíamos al primo.

¿Conocer al primo?

—Ya habrá oportunidad de que lo conozcan.

Entonces, llegaron dos jóvenes. Saludaron al abuelo.

—¿A ellos ya los conoces? —Gabriel me agradaba.

—No. ¿Quiénes son?

—Son tus hermanos.

—¿Mis hermanos?

—¿No te dijeron que tienes hermanos? Vaya que eso si está cañón —Gabriel era muy sincero.

—Pues apenas estoy conociendo a la familia, ademas, creo que Julio y Elsa no vinieron. ¿Verdad?

—Sí. Quien sabe. Según el abuelo hizo esta comida para ustedes, pero, parece que al final solo fue para nosotros.

Mi celular comenzó a timbrar en tono de llamada.

—Tengo que contestar, saldré un momento —dije y me puse de pie.

Camine hasta la sala principal y entonces conteste. Era una llamada de Nicolás.

—Hola —salude.

Pero no hubo respuesta.

—¿Hola? —Pregunté una vez más. No hubo respuesta—. ¿Nico?

¿Qué raro? ¿Por qué no me decía nada? De pronto, puse más atención y percibí que estaba hablando con alguien. ¿Quién era? Colgó la llamada. ¿No tenía su celular bloqueado?

Nicolás: Julio está aquí. Vino a hablar conmigo sobre ti.

Intente marcarle, pero no respondió mi llamada.

—¡Un gusto conocerte Janet! Bienvenida a la familia —Gabriel parecía despedirse.

—También me dio gusto conocerte.

Intercámbianos un choque de manos como saludo de despedida.

—A ver cuando nos vemos. ¿Me pasas tu número?

—Claro. Yo…

Me quito el celular y lo acercó al suyo. De forma instantánea apareció en la pantalla de mi celular su tarjeta de contacto.

—Ya te tengo. Te escribo.

Asentí. De momento tenía ganas de irme también.

—Gabriel.

—¿Si?

—¿Puedo pedirte un favor?

Me miro con atención.

—Dime.

—¿Me darías un aventón? Quiero ir a casa.

Sonrío ampliamente.

—Claro. Sin problema, la comida familiar no estuvo muy buena que digamos. ¡Yo te llevo! Sirve que conozco donde vives.

Asentí.

No me despedí de nadie y al salir de aquella casa, me sentí más libre.

—¿Te sentías incómoda con ellos? —Me preguntó él.

Sus manos iban aferradas al volante. Sonaba una canción desde el estéreo de su auto.

—Yo…La verdad sí.

—Te entiendo. A mí me pasa lo mismo. A veces no logro congeniar con ellos. Hoy no quería venir a la comida que organizo el abuelo, pero, tenía curiosidad por conocerte. Mi mamá me contó tu historia.

—¿Querías conocerme?

—Así es. Me pareció muy sorprendente lo que me contó mi madre sobre ti. ¡Él tío Julio sí que es un imbecil! Mamá de por si dice que no confíe en él.

—¿No confiar en él? —Pregunté apenas audible.

—Le ha puesto el cuerno a su esposa como veinte veces y ella siempre termina perdonándolo. Sus hijos son unos engreídos insoportables. ¡No entiendo como es que el abuelo lo tolera mucho!

¡Changos! No esperaba enterarme de esto y sobre todo, no imaginé que Gabriel tendría mucha confianza conmigo.

—¿Qué más sabes sobre él?

—El abuelo le dejó gran parte de sus acciones sobre el grupo Vega. Así que se siente muy intocable. Pero, bueno, sé que esto no me corresponde decirlo, aún así te lo diré porque me agradas. Tu papá tiene tratos con la mafia.

Eso no me sorprendió.

—¿De verdad?

Asintió.

—Creo que él tenía un mejor amigo que era narco, pero Julio lo traicionó. Mamá dice que su hermano quería que su amigo le diera dinero, quería lavar dinero, pero su amigo se negó —nos detuvimos frente a un semáforo en rojo—. Entonces, tu papá se contactó con el grupo rival de su amigo y negocio con ellos. Así, traicionó a su amigo y Julio se salió con la suya. Después naciste y te secuestraron. Te busco al principio, pero después, te dieron por muerta.

¿Todo esto era verdad? Después de escuchar las dos versiones, todo quedaba en mí. ¿A quién creer? ¿En quién confiar? ¿Qué decisión tomar?

—¡No puede ser! Esto es totalmente diferente a lo que yo sabía.

—El tío Julio es una persona egoísta. Nadie de la familia lo quiere por lo mismo. Su forma de ser es un asco.

Según el maps, faltaba muy poco para llegar.

—Yo no tenía idea de que mi padre fuese un hombre cruel. Es muy evidente que yo tampoco puedo confiar en él.

—¿Y si te acepto como su hija?

—No lo vi muy convencido. Cuando le pedí hacernos una prueba de ADN, se negó. Cuando tuvimos los resultados, fue muy frío conmigo.

El de seguridad nos dejó entrar al verme. Faltaba poco.

—Pues mira. No esperes que sea muy amable contigo. Sé que a mis primos los trata muy duro. Los presiona demasiado y es súper estricto. Así que, imagino que estarás tomando decisiones justo ahora, solo, ten en cuenta esto que te he dicho. Pareces una buena chica.

Nos detuvimos en el portón.

—¡Gracias por traerme! Y también por decirme todo lo que sabes sobre Julio.

Hicimos contacto visual.

—Ya sabes. ¡Un gusto conocerte!

—Igualmente.

Era el momento para bajar del vehículo, mi corazón latía intensamente y había muchos pensamientos en mi mente. ¿Por qué me mi vida era trágica e inexplicablemente dura conmigo?

—¿Te encuentras bien? Pareces preocupada. ¿Es por lo que te dije?

—No. Bueno. Tal vez no estoy bien. Me quede pensando en todo lo que me dijiste ahorita. Julio está con mi novio, al parecer lo vino a ver para hablarle de mí. ¡Me da miedo que lo esté tratando mal!

—¿Quieres que entre contigo?

—Estaría bien.

Bajamos de su auto.

Inserte la llave en la puerta y entramos. Tenía los nervios muy alterados y mi corazón latía angustiado. Abrí la puerta y el silencio era muy ensordecedor.

—¡Nicolás! Ya llegué —empecé a hablar.

No hubo respuesta.

—¿Y si le hablas por teléfono? —Sugirió Gabriel.

Marque su número. Timbró muchas veces. Me mando a buzón. Volví a intentarlo. No hubo respuesta.

—No responde.

—Janet. ¿Eres tú? —La voz de Iker me hace pensar en muchas posibilidades.

Nosotros estábamos en la barra de la cocina.

—Sí. Soy yo. ¿Nicolás está dormido?

El mayordomo estaba en pijama.

—No. Él no está. Pensé que estaba contigo. Dijo que pasaría a recogerte.

Gabriel se me quedó mirando, parecía pensativo.

—¿Quién es él? —Iker señaló a Gabriel.

—Es mi primo.

—Ah.

Intercambiaron saludo.

—Nicolas no está conmigo desde esta mañana que me fui. ¿A dónde podrá estar? No me contesta el teléfono.

—¿No te contesta?

—No.

—¿Fue escoltado?

—Nos dijo que quería conducir solo, que no nos preocupáramos por él. Los muchachos están descansando.

—Me preocupa que no me responde.

—¿Por qué? ¿Paso algo Janet? —Iker comenzó a preocuparse.

—No lo sé. Nico me dijo que Julio había venido a hablar con él, pero no están aquí.

—¡Tranquila! Ya verás que vamos a encontrarlo. A lo mejor y paso a comprar algo para comer.

—Pues ojalá.

—De todos modos, checare la ubicación de la camioneta. Ahorita lo encontramos.

...💐💐💐...

...ÉL...

—No apruebo tu relación con mi hija. ¿No te ha quedado claro? —Julio estaba siendo demasiado autoritario conmigo.

—Me lo estas ordenando solo porque apenas descubres que es tu hija. Que lleve tu sangre no significa que seas su padre.

Soltó una carcajada cínica.

—¿Te atreves a estar desafiándome?

—No es un desafío, pero…

—Sé quién eres. Te conozco.

—Y...

—Eres un Loera. ¿Me equivoco?

—Hay muchos Loera en el mundo.

Volvió a carcajearse.

—Tú padre solía ser mi amigo. El buen Marcos. Fue una lástima que el cáncer y la depresión se lo tragaran vivo.

—Tú…

—Fue una lástima que se negara a ayudarme cuando yo se lo pedí. Por eso termino así. Tú madre también murió por culpa de tu padre. No me sorprende que quieras a mi hija en tu vida. También he investigado tus movimientos y sé que no puedo confiar en ti. ¡Mi familia no se junta con perdedores!

Su orgullo, todo ese sentimiento asqueroso me hizo odiarlo.

—¡Eres despreciable!

—¿Quieres terminar como tu padre? Yo puedo ayudarte.

Me puse de pie, no pensaba seguir escuchando sus tonterías.

—No vale la pena gastar mi tiempo aquí. Tengo que irme. Iré a recoger a Janet.

Comencé a caminar a la salida de su casa, le di la espalda.

—Te lo advertí —pronunció él.

La puerta principal se abrió. Ella entró a toda velocidad y me empujó. El sonido de un disparo retumbó por toda la casa.

Ella se estaba desangrado.

Me abalancé sobre ella para tratar de hacer algo, Julio me apunto con su arma y el sonido de otro disparo me dejó sin vida.

1
Nancy Hernandez
es bueno, pero se que puede ser mucho mejor
Irma Ordonez
muy hermoso me encanto y espero los demas gracias y muchas felicidades
Irma Ordonez
Excelente
Vero Gomez
Léanla vale mucho la pena se enamoraran.
Vero Gomez
Me encantó llore mucho, fue algo adictivo y fácil de leer pero me quede con querer más felicidades 💐👏👍
Anonymous
hermosa novela 💖 donde estan las otras dos partes que dijiste que tenías el libro
Maria Teresa Ledesma
Me encantó, 👏👏👏
Rosa María Fernandez
muy linda historia me encantó te felicito 😍
Anita Maria Fernandez Campos
/Facepalm/ me he reído como nunca con tu novela, aunque no conozco muchas palabras que aquí en Chile no se usan la disfruto en cada capítulo😉
Lucia Feliciano Falcao
Hay un lapso de tres años en la novela, que pasó con el mafioso y el hijo,?🤔🤔🤔
Lucia Feliciano Falcao
Espero Janet que no estés cavando tu tumba, y dé prioridad a tus estudios 🤔🤔🤔.
Lucia Feliciano Falcao
Las coincidencias de un pueblo pequeño, creo que el cuando sepa que Janet no quiere casarse, los padres harán un complot y el fingirá que es ciego para así tenerla cerca y conquistarla ☺️😊☺️.
Bella Maldonado Beltran
que diablo paso aqui, el padre es mafioso ademas es un maldito sin sentimientos. que no mueran ,merecen estar juntos y ser felices
Bella Maldonado Beltran
yanet si aceptas a nicolas que sea por amor no por su dinero ,no lo hagas sufrir .y tenga una mala imagen de ti .
Bella Maldonado Beltran
por fin yanet te distes cuenta quien es nicolas.
Bella Maldonado Beltran
no me equivoque en mi comentario anterior sí es nicolas el de los claveles
Bella Maldonado Beltran
nicolas date cuenta yanet te quiere solo quiere el bien para ti ,a pasar que aun no sabe que tu eres el chico de los claves.
Bella Maldonado Beltran
nicolas date cuenta yanet te quiere solo quiere el bien para ti ,a pasar que aun no sabe que tu eres el chico de los claves.
Bella Maldonado Beltran
es muy bonita la novela, ya se quien es nicolas es el chico de los claveles de la graduación el que usaba lentes poto de botella .por eso los padres llevaron a que ella lo cuudará .
Bella Maldonado Beltran
yo igual creo que el recupero la vista ,pero le gusta estar con ella ,y srguro se van a enamorar .
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