PRIMER LIBRO PRINCIPAL DE LA COLECCIÓN HURMAYA:
Majic es hija del rey Carpio, quien se ha visto obligado a hacer el papel de despiadado, la hizo vivir relegada en el olvido, bajo el pretexto de ser la hija de la primera esposa del monarca que había cometido traición, lo que busca es protegerla de poderes malignos desconocidos.En ese olvido, ella sueña con unos ojos grises que le dan calidez y esperanza, un recuerdo inconsciente de un viejo amor.
Obligado a ejecutar un plan para proteger los reinos mágicos, el rey Carpio, bajo pretexto de firmar un acuerdo de paz, ofrece a su hija en matrimonio al rey de Fontana, un gran enemigo, sacando de la torre más oscura del palacio a Majic, quien sin entender lo que significa deberá casarse con un hombre que la detesta por ser la hija de su mayor enemigo.
La nueva vida de la princesa, tal vez solo sea el camino para llegar a su verdadero amor 💙; descubrir sus poderes envueltos en amor y odio, así como, recuperar el trono que le pertenece.
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23. El nivel de magia
Había pasado una semana, la princesa Majic estaba aliviada de que ese día no tuviera clases, sus días pasaban en aprender de protocolo, saludos, postura, y acciones que deben expresarse solo hasta con gestos, le había preguntado a Lady Marila que cuándo aprendería a leer, necesitaba descubrir lo que el rey le había escrito en aquella carta que guardaba celosamente, pero la noble mujer le había dicho que antes de traer profesores para eso y otros conocimientos que necesitaba aprender, se requería que pueda comportarse como una dama ante ellos.
Estaba algo aburrida en su dormitorio, porque Yura había ido a visitar a su familia y Lady Marila había ido a la ciudad para traer algunas telas y materiales para las clases de la princesa, así que salió al balcón a mirar el jardín, pero a lo lejos veía al príncipe Josag practicando con un arco y una flecha, le pareció interesante y fue presurosa a verlo.
La princesa justo llegó cuando la fecha dió en el blanco, y se sorprendió que haya volado tantos metros y haya llegado justo al objetivo; el príncipe miró aquellos ojos vivaces de Majic y se acercó a ella.
- "¿Te gustaría intentarlo?", preguntó Josag.
- "¿Puedo?", cuestionó Majic.
- "Claro, ven, tienes que tomar el arco con firmeza, mirar el objetivo y lanzar la flecha", expresó el príncipe.
La princesa lo intentó y la flecha cayó a un par de metros, lo volvió a intentar y nuevamente falló, el príncipe Josag no pudo evitar reírse.
- "Parece que resulté tu payaso", expresó molesta Majic para retirarse.
- "Lo siento, no debí burlarme, creo que el culpable fui yo, soy un mal maestro, déjame enseñarte mejor ", dijo el príncipe con una sonrisa que deja ver sus hoyuelos.
El príncipe ayudó a Majic a pararse erguida, se puso detrás de ella y acomodó sus brazos, le enseñó cómo debía agarrar la flecha, acomodó un poco mejor la posición y dejó que ella soltara la flecha, la misma que voló varios metros, pero no dió en el blanco; igual la princesa Majic se emocionó porque casi lo logró; lo intentó varias veces hasta lograrlo, cuando eso sucedió, Majic emocionada abrazo fuertemente al príncipe Josag, quien sorprendido solo se quedó con las manos levantadas.
- "Lo logré Josag, lo logré", dijo Majic emocionada.
- "Sí es cierto, felicitaciones", expresó el príncipe apartándose de ella.
Majic estaba emocionada por su logro, el príncipe se dió cuenta que no había nada de malicia en ella, fluía con total naturalidad, pero temía que otros pudieran confundir esa manera de ser de la joven princesa; ahora entendía la parte de la carta del rey que decía "ella es como un pajarito que ha vivido encerrado en una jaula, no sabe aún cómo volar, cuando lo vaya aprendiendo tal vez sea imprudente, torpe y llena de energía, quizás eso se pueda confundir con algún comportamiento impropio, te pido a tí ser el prudente y el honorable príncipe que siempre has sabido ser, la paz de este reino descansa también en esos pequeños hombros, sé que te estoy pidiendo demasiado, pero acaso ¿podrías enseñarle a soportarlo? mi querido hermano".
- "¿Te gustaría ir a la laguna, Majic?", preguntó el príncipe Josag.
No hizo falta que respondiera, el rostro de la princesa se iluminó, sus ojos se volvieron más grandes y brillantes, y formó una sonrisa que dejó ver sus hoyuelos.
- "No podemos ir en carruaje hasta allá, ¿sabes montar a caballo?", cuestionó el principe.
- "Montaba hasta antes de que muriera mi madre, pero no lo he hecho desde entonces", contestó con algo de tristeza.
- "Veremos si lo recuerdas", dijo el príncipe Josag.
Luego llamó a los encargados del establo que trajeran dos caballos, con especial cuidado de que uno de ellos sea el más manso de todos; y le pidió a una muchacha del servicio, que ayudara a la princesa Majic a vestirse con algo más adecuado para montar.
Tiempo más tarde, el príncipe la ayudó a montar a la princesa y subió al otro caballo, yendo despacio mientras Majic se iba acostumbrado al galope del gallardo animal; era emocionante para la jovencita sentir tal libertad y agradecía en su corazón poder haber hecho amistad con el príncipe Josag, al llevarse solo dos años y tener un comportamiento menos solemne, le fue más fácil adaptarse al joven principe y sentir más confianza.
Cuando llegaron a la laguna, el príncipe Josag ayudó a bajar a Majic, y ella respiró profundamente el aroma de aquel lugar, como si ya hubiese estado antes, como un recuerdo vago que viene a su memoria; sonríe y da un grito de "estoy viva", fuerte y hasta en cierta manera estremecedor.
- "¿Y eso?", preguntó Josag.
- "Le prometí a mamá que viviría, solo se me antojo decírselo de repente", respondió la princesa, tomando asiento cerca a la laguna, se sacó el bolero que tenía puesto, dejando sus hombros al descubierto para estirar sus brazos con libertad.
Josag pensó que la princesa tenía una belleza extraña y especial, quizás por eso había logrado ablandar con tanta facilidad el duro y fiero corazón de su hermano; que había mantenido cierta complacencia con Lady Zarila porque se había enamorado de ella desde muy joven; sin embargo, cuando los ministros empezaron a enumerar una serie de jovencitas de familias más privilegiadas que las del primer amor al rey, Fortem se había mantenido reacio a cualquier interacción.
Josag también sabía que su hermano, había terminado siguiendo los consejos de Tesko, y teniendo relaciones meramente carnales con algunas guapas mujeres interesadas en el dinero, pero por un periodo de tiempo muy corto, ya que el rey sintió que el mero placer lo hacía sentir más vacío por dentro; quizás por eso, la innegable inocencia de su muy joven esposa lo asustaba, Josag creia que el rey temía lastimar al ser tan puro que por azares del destino le llegó a su vida.
- "Esta laguna tiene un don muy especial, puede medir el nivel de magia que hay dentro de uno, aunque no se haya manifestado, ¿sabías que todos los integrantes de las familias de Hurmaya tienen poderes mágicos?", expresó el principe Josag casi susurrando.
Majic abrió los ojos, y siguió los pasos del príncipe, quien introdujo los pies en la laguna, y se formó un círculo luminoso azul alrededor de ellos, luego el agua se levantaba cual soga y le daba vueltas, después se elevó hacia el cielo y cayó sobre él como gotas de lluvia.
- "La luz azul en mi magia es calmada y serena, la fuerza y la energía me acompañan, quizás por eso sobreviví al ataque de tu padre que creyó dar a mi hermano; se supone que debo ser la armonía, pero suelo ser demasiado impetuoso, nadie entiende porqué" dijo el príncipe cuando las gotas de agua dejaron de caer.
Majic se acercó a él, y vio que después de todo lo ocurrido, él estaba normal, miraba al príncipe y luego a la laguna.
- "¿Quieres probar?, preguntó el príncipe.
La princesa asintió con la cabeza, el príncipe la acompañó a que introdujera sus pies a la laguna, y se apartó un poco de ella; el círculo que se formó alrededor de la princesa fue mitad blanco y mitad rojo, Josag se sorprendió al extremo que lo obligó a retroceder un poco, cuando el agua se levantó y dió vueltas, lo hizo frenéticamente, se elevó al cielo y en lugar de caer como gotas, cayó cual cascada sobre la princesa, arrastrándola más adentro.
Fueron unos segundos de incertidumbre antes de que Josag pudiera reaccionar, se adentró a la laguna para rescatar a Majic, quien con esfuerzo escupía el agua que había ingerido; ambos se miraban asustados.