Cuando la desesperanza te invade pueden soplar vientos de paz si encuentras el verdadero amor, esta verdad la comprobaron Estrella y Samuel, dos jóvenes que tienen un huracán de problemas pasados y presentes encima, pero con ayuda mutua logran salir adelante, aunque no se sabe si esten destinados a ser más que amigos.
Pese a que su padre ha sido acusado de un delito muy grave, entre ambos lucharán no solo para revelar la verdad, sino para curar todo el dolor que el mal tiempo dejó.
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Confabulación
Estrella se quedó dormida porque la noche anterior solo pudo dormirse hasta la 1 de la mañana. Al bajar a la sala escuchó en la parte del comedor que ya estaban desayunando y con mucha timidez y vergüenza se dirigió hasta ahí.
Estrella: Buenos días a todos. Pido disculpas me quedé dormida.
Don Luis: Buenos días, Estrella, no tengas cuidado
Doña Susan: No te preocupes aún es muy temprano a penas son las 7:30 hubieras descansado un poco más.
Estrella: No es necesario
Samuel: Buenos días, Estrella, espero que hayas descansado bien.
Estrella: Sí, descanse muy bien.
Ambos se quedan viendo por un momento hasta que Samuel decide levantarse para despedirse para cepillar sus dientes e irse a la empresa. Estrella se sienta y empieza a desayunar bajo la mirada curiosa de los señores.
Don Luis: Me iré un poco tarde hoy necesito terminar unos pendientes en el despacho, si necesitan algo estaré ahí, me retiro.
Estrella terminó su desayuno y decidió junto con Susan ir de compras al Centro Comercial o más bien, doña Susan decidió por ella, para evitar que siguiera encerrada. Además, almorzarían con unas amigas para presentarles a Estrella y que ella se familiarizara un poco más en este país.
En el despacho de don Luis, Susan va a informarle que saldrá con Estrella.
Doña Susan: Luis el día de hoy llevaré a Estrella a distraerse un poco, ha estado encerrada aquí desde que vino, ella es joven y necesita divertirse un poco y salir del estrés que le está ocasionando la situación familiar.
Don Luis: Me parece perfecto dile a Robert que las lleve, yo conduciré mi auto. Y, amor, ¿te fijaste lo que sucedió en el comedor? Nuestros dos jóvenes ya no se ven tan distantes.
Doña Susan: Sí, pero apenas ayer seguían tratándose así ¿Qué sucedió? ¿Desde cuándo se volvieron tan cercanos?
Don Luis: ¿Y desde cuándo Samuel se preocupa por cómo amaneció una mujer que no seas tú o su prima Margarita? (Ambos ríen al mismo tiempo)
Doña Susan: ¿Será que nuestro hijo sienta interés por ella? Es una chica muy linda y lo que más me gusta es que es educada y muy noble, sería la esposa ideal para mi hijo.
Don Luis: No te hagas ilusiones, Susan, conoces a Samuel, tiene el mal de los Varela, amante de una sola mujer.
Doña Susan: (rodando los ojos) buscaré con lupa para ver si eso es verdad. Pero Samu es joven y no puede quedarse soltero, ya es hora de superar el pasado, como madre me duele mucho verlo solo sabiendo lo bueno e inmensamente feliz que es tener un compañero que esté contigo compartiendo tus alegrías o siendo tu pilar en tiempos difíciles y además, se necesitan dos para poder tener a tus hijos.
Don Luis: Él sabe todo eso, pero es un testarudo, no quiere darse otra oportunidad. Dice que así está bien y se hace el fuerte, es un tonto.
Doña Susan: ¿Qué tal si les ayudamos? La niña no dará el primer paso, es muy tímida y el cabeza dura de nuestro hijo es muy terco, así que tendremos que ayudarles.
Don Luis: ¿Qué tienes en mente?
Doña Susan: Hagamos que asistan juntos a una cena social "muy importante".
Don Luis: Déjame averiguar y yo te aviso.
En el Centro Comercial doña Susan llevó a Estrella a comprar ropa, la tienda distribuía varias marcas muy finas y reconocidas con glamour de última moda.
Doña Sussan: Mira este vestido es precioso y esta talla dice Estrella. Por favor, tállatelo, hija.
Estrella: Es muy elegante, pero el precio es alto, además, no creo poder usarlo por ahora, es para un evento muy especial.
Doña Sussan: Sí, es verdad, pero, si te lo pruebas solo para ver cómo te queda no creo que haya problemas.
Estrella: Bien, solamente para complacerla.
Estrella entra al vestidor y se talla el vestido con ayuda de la dependienta. Al salir se ve al espejo y le agrada cómo el vestido resalta su figura y el color perla le hace ver más delicada.
Doña Sussan: ¡Pero qué bella! Te queda espectacular, es una combinación perfecta, el vestido y tu cuerpo de reloj de arena. Realmente es para tí.
Estrella: Me gusta se me ve muy bello, pero no lo usaré por ahora así que es un demás comprarlo.
Cuando Estrella vuelve a entrar al vestidor doña Sussan aprovecha para pagarlo y dejar su dirección para que se lo envíen. Las mujeres compran varias prendas y se dirigen a un restaurante para almorzar con las amigas de doña Sussan quienes tienen una buena impresión de Estrella.
La tarde transcurre con normalidad y llega la noche. En su habitación don Luis y doña Sussan conversan animadamente sobre su confabulación.
Sussan: ¡Qué rápido eres, amor! Ahora comprendo por qué yo no tuve ninguna oportunidad de escape contra tí.
Don Luis: Ja,ja,ja ¿Te arrepientes de nuestro matrimonio, amor?
Sussan: No, me has tratado bien y hemos superado todas las dificultades que se nos han presentado en nuestro matrimonio, estoy agradecida por el esposo que tengo, un gran hombre y un buen padre. No eres perfecto, pero todos tenemos debilidades.
Don Luis: Sé que siempre recuerdas esa parte de mi pasado, en el cual te lastimé, te pido perdón por eso y sabes cuánto me arrepiento. Fue un golpe que no pude superar fácilmente, el fallecimiento de mi padre me causó un vacío muy grande y me refugié en las drogas, casi pierdo a mi amada prometida. Solamente con tu ayuda y la de mi mamá pude superarlo y salir de ese mundo. Sé que en ese momento te lastimé mucho con mis palabras y mi forma de actuar. Perdóname, amor.
Doña Susan: Ya hemos hablado de eso,, amor, no te sigas culpando todo quedó en el pasado.
Don Luis: ¿Sabes? Por ese amor y esa paz que me das y lo que puede influir la ayuda de una buena mujer en la vida de un hombre es que quiero que Samu se case y tenga su propia familia. Que deje su pasado atrás y sea feliz.
Doña Susan: Entonces, ¿pagaste para asistir a ese evento?
Don Luis: Sí, es una obra de caridad, organizada por una mediana empresa, ellos nos deberían pagar por asistir, pero yo compré la entrada, todo sea por la felicidad de mi hijo.
Doña Susan: Ja, ja,ja Espero que Samu no se entere de nuestro plan, si se molesta Estrella se sentirá muy mal.
Don Luis: Si se molesta yo me encargo de él, no te preocupes.
Doña Susan: Bajemos, la cena ya debe estar lista.
Samuel y Estrella llegan al comedor y todos se sientan a la mesa.
Don Luis: Samu, tenemos uma invitación a un evento de caridad para este sábado, pero tu madre y yo ya estamos comprometidos con tus tíos, así que deberías asistir, es algo que no podemos rechazar porque dejaremos una mala impresión ante los asistentes, pues, el evento concluirá con una cena donde tendremos un lugar asignado.
Samuel: Lo siento, no puedo ir.
Doña Susan: Hijo, no me hagas esto me costó convencer a tu padre para que me acompañe a la cena que tu tía organizó. Realmente deseo ir y compartir con ellos.
Samuel: Pero ustedes saben que no me gusta asistir a estos eventos, por lo general se debe llevar una compañía femenina y eso está difícil.
Susan: Sí, eso es verdad, entonces, creo que hablaré con tu tía que no asistiremos (extremadamente triste y con los ojos rojos.
Samuel: Mamá, no ye pongas así, veré qué puedo hacer.
Don Luis: Si estuviera Margarita podrías ir con ella, pero ahora está en sus vacaciones.
Susan: Bueno, pero está Estrella. Tal vez podrías ir con ella.
Estrella: ¿Yo?
Susan: Sí, no harás nada, solo serás su compañía. Realmente Samuel no tiene con quién asistir, pero si no puedes buscaré una modelo para que le acompañe.
Samuel: Le pediré a doña Claudia que se encargue de buscarla, mamá, no te preocupes por eso. No deberíamos molestar a la señorita Estrella.
Estrella: Yo podría ayudar si realmente no quieres ir con una modelo, ustedes me han recibido en su casa y me tratan muy bien, es lo menos que puedo hacer para agradecer sus atenciones.
Doña Susan: (sintiéndose culpable por mentirle a Estrella) Si no deseas está bien, Samuel puede asistir con una modelo ya la ha hecho antes.
Estrella: Para nada no es molestia, si Samuel está de acuerdo yo puedo asistir con él.
Samuel: Bien entonces así quedaríamos asistiremos juntos.
Don Luis: Perfecto, Susan y yo les agradecemos. Don Robert se encargará de llevarlos y traerlos.
Doña Susan: Estrella, yo me encargaré de tu vestido y arreglo personal en agradecimiento por tu ayuda.
Estrella: No será necesario lo hago con mucho gusto.
Doña Susan: Lo sé, pero, dame ese gusto, por favor.
Estrella: Bien como usted desee.
Al dirigirse a sus recámaras don Luis y doña Susan no podían creer de lo perfecto que salió su plan, solo tenían que esperar que llegara el día y ver qué pasaba. Para esto debían pedir la ayuda de don Robert, el chofer de la familia por muchos años, para que tambien les ayudara a crear oportunidades para la pareja.